Sombrío afiche foráneo sobre un oscuro "porvenir" para la Humanidad |
El sorprendente realizador nos deja un
filme difícil de calificar y que supone un extraño en su peculiar filmografía.
No es malo, pero tampoco bueno. No agrada, pero tampoco disgusta. Está a un
paso de la decepción, que tampoco te atreves a dar por respeto a Burton.
Definitivamente, efectuada la valoración del conjunto, asumes que no era el
indicado para rodar esta película.
Difícil también de orientar, pues no
acaba de decantarse hacia la acción, la reflexión moral sobre el maltrato
animal, el racismo, la crisis del Estado del Bienestar, la especulación
teológica, la ironía marca Burton o aun el homenaje a la película de CHARLTON
HESTON, superior a ésta, esencialmente porque, por suerte o intención, sí sabía
qué quería contar y cómo.
Burton “termina tirando” por magnificar
al Mal (el GENERAL THADE, encarnado por TIM ROTH), que además ostenta vestuario
más barroco y depurado que el de los monos de 1968. Hay más $. El espectador
demanda calidad. Espectáculo a raudales. Numerosos ejemplos previos lo exigen.
MARK WALHBERG adiestra a lo que termina siendo, en una ironía burtoniana, un dios ignorante |
La erección de un mundo simio, con sus
divergentes arquitecturas (que no dejan de ser concepciones humanas, pues
realmente ni suponer podemos cómo serían en realidad de edificarlas primates),
sus estructuras sociopolíticas, religiosas y demás atrajeron la viva imaginación
del director..., casi al extremo de descuidar al elenco humano, encabezado por
MARK WALHBERG, que resulta indiferente a nuestro paladar.
Aparece porque… debe. Un humano debe promover
el contraste empático a la medida propuesta. Pero Walhberg, al contrario que
Heston, atraviesa la película como una bala. Sin dejar rastro de su paso. Su
personaje carece de carisma. Sus penalidades no te motivan, pues intuyes que
terminará triunfando por mor de las reglas de una ficción específica. Su
compañera de penurias, ESTELLA WARREN, es simple bibelot que impulsa al héroe
del sombrero blanco (Walhberg) a realizar su proeza y quedar bien ante todos.
Alguien que sabe granjearse el interés general: TIM ROTH como el ambicioso GENERAL THADE |
El giro es completo. Regresamos a la
civilización simia y su gigantesco decorado que bascula entre segmentos de nuestra
cultura y los bejucos por donde trepan, u oscilan, para emprender sus quehaceres.
Este acabado delata la pasión de Burton por los malos. Porque en el planeta
simio Heston, los monos semejaban funcionarios humanos con feas caretas peludas
y vestuario maoísta. Imitaban del todo/completamente nuestras filias y fobias.
Burton ha mimado “su” cultura simia. Les
hace moverse de forma característica y adorna sus rituales de apareo. Toda esa
parte “intelectual” del filme es decente y aun atrayente. Excita imaginar
situaciones protagonizadas por simios, los extremos de su trato con una
Humanidad inculta y sierva, llena de supersticiones que les subyugan más que
sus amos velludos.
Protectores de humanos y humanos perdidos en el marasmo de un mundo que no pueden comprender ni poner en orden |
En cuanto empieza la leña, Burton
desaparece. Sin llegar a ser torpes, las escenas de acción (que parece debían
primar) carecen de garra; no estimulan, dejando insatisfecha nuestra catarsis
que, viendo trepidantes luchas simio/humanas, confiaba desfogarse.
Siempre he encontrado muy sugerente la
Zona Prohibida del planeta simio. Se intuye un vasto-vasto páramo que vete a
saber quién lo transita o domina. Los micos, pese a su aparente superioridad
tecnológica, cultural y agrícola, semejan a los europeos de cuando COLÓN.
El confuso cosmonauta y la nativa en una recreación a modo de YO TARZÁN-TÚ JANE |
Todo este lado del mundo estaba muy
trillado; pero más allá de las COLUMNAS DE HÉRCULES… Zona Prohibida. Y también
aquí nos quedamos a la orilla del inspirador erial, habitado por zarrapastrosos
que parecen incapaces de rehabilitar una presunta HI/TECH pretérita y que
quizás fuese responsable de la Zona Prohibida y el cisma humanos/simios.
Cuesta creer, repasando los grandes hitos
de nuestra Historia, y sus impulsores, que no exista, sin embargo, un CONAN, o GENGHIS KAN, o
NAPOLEÓN, entre las filas de tales mendigos. Todos permanecen gregarios tras
las greguerías de KRIS KRISTOFFERSON, que los lidera de forma forzada, según
transparenta.
Cameo simiesco de CHARLTON HESTON que, desde luego, ya no estaba para guiar cuadrigas de BEN-HUR |
Allí, más adelante, pasado el árido
horizonte que alumbra ese día, pudiera haber algo que todavía no ha amenazado
la civilización simia. Tal vez, tras una raja de cautivadora devastación tipo
Tierra Maldita de JUDGE DREDD, exista
contrapartida humana que quiera desafiar su non
plus ultra para hallar un émulo simiesco y potencial enemigo que origine
una guerra fría.
Tim Burton, sí, ajá, no parecía qué
priorizar en el rodaje. Tal vez estuviese en su ánimo realizar una de sus
sosegadas y exóticas parábolas irónicas llenas de angulosidades y truculencias
de Nivel KER. Quizás los productores acabaron presionándole para dar un aire dinámico
al filme en que Burton no estaba ni cómodo ni podía desenvolverse con agrado;
se sintiese extranjero.
Thade, aleccionado por su padre, homófobo total, sólo quiere una cosa cuando enfoca a la piara humana: ¡exterminio! Predominio simio absoluto |
La insignificancia del repertorio humano parece
prueba, comparado con qué detallado aparece el simio. Al final, su odisea 2001
al planeta simio resulta descompensada, recayendo todo su peso en la actuación
de Roth, que sí parecía muy seguro de qué quería y cómo hacerlo, al extremo de
martirizar implacable al dios de su especie con tal de tener, definitivamente,
la razón y la fuerza en todo.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
Adjunto: