Afiche de un reinicio que ha causado no poco desconcierto a quienes crecimos con este personaje |
Creo algo desafortunado titular este filme
como Mad Max. Porque el personaje,
años ha creado por GEORGE MILLER y JAMES MCCAUSLAN, ha cedido gran parte (o
casi todo) protagonismo hacia la andróctona lisiada EMPERATRIZ FURIOSA. Este
nuevo Max ROCKATANSKY, abrumado por visiones de arrepentimiento y tormento
personal de los que no logró salvar en el pasado, tiene una aparición aquí que frisa
lo anecdótico.
Es como si tuvieran un peazo historia apoqueclíptica que te cagas pero que necesitaba de
un tirón/nombre prestigioso para venderla a los estudios y luego, a nosotros,
los sufridos espectadores. A la masa inmensa de seguidores de Mad Max, los tenemos seguros con sólo
poner su nombre en el afiche. Al resto, los convenceremos gracias a su leyenda
urbana y potente influencia en la CultuPop que tiene Mad Max. Hacemos taquilla, Miller queda tranquilo agregando otro
título al personaje, el espectador cree salir convencido de la sala, una
historia que tenía poco futuro vive en este metraje.
Creo que Miller tomó muchas notas sobre DOOMSDAY, película que, a su vez, tanto tributa a
la trilogía australiana como a SERPIENTE PLISSKEN. Se ha establecido un (incómodo) nudo de
referencias entrambas cintas. Miller se ha dejado “influir” por “sugerencias”
de Doomsday, deformando el carácter genuino
de su saga y la relevancia del protagonista. Ved ambas. Cuántas cosas “las
unen”.
Nuevo todo aunque con suficientes guiños al pasado como para hacernos, a los veteranos, sentir tranquilos con lo visto |
Lo primero que Miller anotó: que, pese al curioso
planteamiento de Doomsday, necesitaba
un héroe puro/duro que vendiese la moto, el V8, en este caso. Porque Fury Road sería sólo otro rollo sobre
catástrofes “futuristas” medioambientales con núcleos detonados que corría el
riesgo de pasar apenas percibido por las salas de cine. Doomsday sufrió esa suerte. ¿Qué exceptuaría, pues, a Fury Road del apoqueclipse?
Pues Mad
Max. El espectador sabe ya de qué va. ¡A vender palomitas, tíos!
Pero Max, repito, es anecdótico, casi un
cameo, en una aventura nitropropulsada por los secarrales más aterradores del
ancho mundo, con regusto a muchas viñetas de JUDGE DREDD en la Tierra Maldita. Como MEL GIBSON tampoco estaba
por repetir rol, el mundo se ha movido, otras (climáticas) inquietudes nos
barrenan, Miller aprovecha, realizando un reinicio del superviviente por
excelencia con vistas a secuelas que permitan seguir explotando la licencia.
¿Un ejemplo? INMORTAN JOHN fue, en su momento, el líder de moteros desquiciado CORTAÚÑAS. Uno que repite procedente de la primera saga |
Como fan de Mad Max, la verdad: me desconcertó el aparatoso resultado. THE ROAD WARRIOR ni tiene la mitad de lo
que vemos aquí (en chatarra motorizada) y su poderoso espectáculo logra fijarte
al filo del sillón. Miller, con un buen puñado de dólares, mete SFX computarizados
a chorro para compensar la energía ausente de su Road Warrior pensando así superarlo. ¡Craso error! Primero: diluye
a Max. Luego, copia Doomsday.
Después: $ a mansalva para crear una arquitectura loca/caótica de personajes
extremos.
Otra lectura, empero, de esta cinta es que
el héroe solar casi todopoderoso agoniza. Las féminas cobran cada vez más peso;
cooperar, compartiendo la gesta heroica entre muchos, disolviendo la
individualidad rebelde, fagocita cada vez más la ficción. Es un aplauso a la
mediocridad. Critica al que, por su esfuerzo, despunta. Deja mal a la masa
incapaz de imitarle, creando feos/malos sentimientos que atentan lo
políticamente correcto tan en boga.
La salvaje ferocidad rapaz de THE ROAD WARRIOR la sustituyen en FURY ROAD por un mesianismo demente cuyo premio es el Valhalla. Adonde vas sin camiseta, además |
Cada vez, lo políticamente correcto corre
hipócritas velos más tupidos en la Sociedad. Transforma en delirantes ciertas
situaciones. Y Mad Max, el hosco y
malhumorado misántropo, no ha encontrado esta vez Interceptor lo bastante veloz como para escapar a esta nefasta
influencia. Ahora es otro ladrillo en el muro.
No
creo Miller haya estado a la altura. Aun así, ha superado a J.J. AMBRAMS y su
más pobre recreación de STAR WARS en
el EPISODIO
VII para jóvenes del siglo XXI.