La Galaxia nunca fue tan curvilínea hasta este trazado |
Cerca del mes del óbito, y por fin con un
poco de tiempo, hago este triste recordatorio sobre un gran ilustrador patrio
que, además, supo abrirse paso, con un entrañable y sensual/erótico personaje,
en la combativa historieta norteamericana, blasón que te hace ya internacional,
por no decir inmortal, dado el pujante impulso que produce la aparición en los
medios de EE.UU.
Poco puedo comentar al respecto. Muchos ya
habrán expresado su opinión de forma más profunda, sentida. Sólo sí reconocer
esto: cuando comencé la Gran Aventura de Bianca
Blaze el único autor al que pretendía batir (cosa imposible, por otra
parte. Pero si te esfuerzas en hacerlo, te obligas a mejorar más Más MÁS cada
día) era a Azpiri. Y eso que conozco trabajos de ilustradores o dibujantes muy
dignos de encomio. Pero le estimaba el verdadero objetivo, el grande, el que de
verdad merecía ímprobos esfuerzos.
Vaya con Dios, señor. Quizás ahora cabalgue
el Universo, el que nos acoge o el de su ficción, junto con su LORNA, conociendo parajes que ni se nos
ocurre imaginar existan. (Y gracias por las lecciones recibidas. Inestimables.)