viernes, 26 de octubre de 2018

LOGAN — BEYOND THUNDERDOME

Afiche. Lo básico en protagonistas,
representados. Es una muy afortunada
adaptación de un TBO que prometía
mucho más de lo que, al final, nos da

JAMES MANGOLD consigue hacer una proeza; enfrentado al reto de una producción de ciencia ficción/fantasía, basada en un personaje de TBO, estrena una película de aspecto convencional/dramático con personajes creíbles y situaciones que, ceñidas empero a la temática, se hacen “naturales”. Cuando vi su nombre en los créditos, y recordando WALK THE LINE, el biopic sobre JOHNNY CASH, me asombró su implicación en el proyecto.

¿Cómo un hombre que se desenvuelve en el drama biográfico, o el drama per se, aborda una tarea de esta naturaleza, antípoda lo que aparenta su medio usual de acción? Porque se implica bastante; coescribe el libreto, y por como dirige la cinta, parece que el personaje le mola, o le atrapó la idea central que mueve su película.

El Ocaso de los Dioses Mutantes. El apoqueclipse de los destinados, en virtud a su sobrehumana capacidad, a sucedernos. Una Norteamérica distópica en un futuro cercano que ha expurgado (imaginamos que del resto del ancho mundo también) a los mutantes. No quedan personajes en bizarros uniformes intentando salvarnos o condenarnos. Los reemplazan secretas fuerzas paramilitares de mancos biónicos intentando atrapar a CHARLES XAVIER, en las últimas y con una enfermedad mental, catalogado su cerebro además como arma de destrucción masiva.

Lo último en mutantes... y los últimos, en apariencia. Donde
nadie espera puedan estar, habitan. Todo viejo y obsoleto,
aunque aún dispuesto a dar una memorable buena pelea 
Pruebas da de qué peligroso lo ha vuelto la senectud; inestable, siempre dopado, medio enloquecido por la marea de recuerdos e impresiones del pasado y el hambre que, desde su forzado exilio en los secarrales mejicanos, su cerebro siente al no contactar con nadie.

Logan es un borracho conductor de limusinas; el adamantiun bajo su carne, que le hacía poderoso, está matándolo, envenena su cuerpo tal como a TONY STARK el paladio implantado en su pecho iba aniquilándolo poco-a-poco. No obstante, aunque hace un mínimo-nimio esfuerzo por contenerse, siempre tiene la violencia en ON. Está más avinagrado que nunca. Pienso que por valorar el extenso arco de su existencia, basada en la brutalidad, y ante el fin, sin posibilidad aparente de dejar legado positivo, comprende qué fracaso ha sido su existencia.

El jefe de los mancos de las fuerzas paramilitares que ahora
cazan a la nueva generación de superindividuos
Una última misión sin embargo viene a intentar remediar esa sensación de inutilidad, de malgasto. Viene de la necesidad de escapar (run, Logan, run!) cuando las fuerzas oscuras del gobierno le cercan, persiguiendo a Xavier. Cae en sus manos la que presume ser la última mutante, LAURA, alias X-23, que desarrolla sus facultades asesinas con maestra perfección. El antihéroe emprende ahora su último viaje (viacrucis inevitable de todo héroe), intentando comprender mejor el balance general de su vida desde la perspectiva que ahora le da Laura.

Todo va muy bien; Mangold conduce la película de tal forma, a un tiempo sobria, también dinámica, los intérpretes convierten en creíbles los fantabulosos sucesos que les rodean, que produce impresión de hábil maestría. Esperas un desenlace insólito que dé colofón de genialidad al trabajo… hasta que Logan cae agotado, enfermo, estresado… y una panda de críos en lo más recóndito de la frontera con Canadá se ocupa de él.
Dos generaciones que comparten más de lo que
al principio piensan

Es cuando se transforma en MAD MAX MÁS ALLÁ DE LA CÚPULA DEL TRUENO. Toda la sobresaliente originalidad que nos había magnetizado, de pronto disuelve en el paladar un tenue sinsabor. Porque intuyes cómo terminará todo. Desde ese momento, Mangold, con diferencias, casi copia a GEORGE MILLER. Logan asume el otro viacrucis inevitable del héroe (el supremo sacrificio en bien de la comunidad) y cerramos con los créditos donde canta Johnny Cash.

Acaso es la pega que le imputo a un excelente film que ha recaudado un pastizal. Dándole esa visión de vida corriente a lo que no pueda tenerla, rompe con la dinámica circense más usual de Marvel, o los wagnerianismos góticos de DC COMICS. Agrada el cambio.