Inevitable el afiche sea del gran DREW STRUZAN. Por Dios, ese hombre también está más que vinculado al cine de Década 80. Es casi el cine de Década 80 |
No dejo pasar el mes, en especial, de este
año, sin recordar que, en 1982, nos estaban ya preconizando qué iba a ser
nuestro futuro; o sea, hoy. Urbes masificadas dominadas por inmensas
arcologías, coches voladores, colonización de los Mundos Exteriores, unas amotinadas
máquinas orgánicas capaces de sufrir y sentir que volvían a la Tierra para obtener
detalles de su manufacturación y poder vivir más Más MÁS tiempo. Replicantes.
Los esclavos del Mañana-Mañana.
Una fuerza policial, en apariencia secreta,
se ocupaba de retirarlos, no ejecutarlos, pese a que los replicantes poseyeran
todas las credenciales (quizás, más) para ser también considerados seres
humanos.
Iluminaba el lluvioso ambiente de tenebroso
barroquismo el neón insomne; por esta ciudad californiana, RICK DECKARD cazaba chachareando
la jerigonza de un idioma compuesto por las principales lenguas habladas. Salía a matar.
A acumular remordimientos.
No cuento más sobre BLADE RUNNER. ¿Quién no la ha visto, amante del género de la
ciencia ficción, quedando arrobado por su portento cyberpunk? Puede gustar más o menos; indiferente, no deja. (Y,
aburrida, no es. Es noir
computarizado, ¿vale? Lleva, por tanto, su carga de análisis, reflexión y
suspense.)
Un mero ejemplo más de "entonces"; lo que debemos a LUCAS y SPIELBERG en cuestión de moderno cine y evasión |
Tampoco pienso extenderme sobre la novela
de PHILIP K. DICK de ¿SUEÑAN LOS ANDROIES
CON OVEJAS ELÉCTRIAS?, porque bastante literatura ya se ha escrito al y
sobre el respecto. Cambias el nublado perpetuo del Invierno Nuclear por el
temporal de lluvia, plasmando el resto del muy modificado relato en celuloide.
Sí deseo recordar un par de cosas. Muchos
de sus actuales apasionados amantes en su momento la criticaban a muerte. Empero,
en algún momento, les visitó el paráclito y los que ¡encomiaban! CASABLANCA como sumun del cine, ahora
tenían un nuevo bibelot sobre el cual discursear babeantes: ¡Blade Runner! ¿No la ha visto usted AÚN?
Usted no sabe de cine, imberbe.
Otra es que Blade Runner se benefició de la colosal revolución sociocultural
que fue Década 80. Casi todo lo (remarcable) de entonces es mítico hoy, y sus
desafortunados remakes (ROBOCOP, STAR WARS, CAZAFANTASMAS…)
las hacen aún más inmensas. Una fuerte sensación de nostalgia produce visionar
estas producciones. Cuanto más piensas en Década 80, su influencia actual, más
especial se hace. Es como el fenómeno de La Movida. La vivías ignorando que
estabas en La Movida. Se supo hubo una
Movida al acabar. Luego, la estéril aridez de Década 90 la hizo legendaria.
Y otro importante icono de entonces, tanto por la audaz imagen en general como por la BSO. ¡Eso es música, amigos míos! ¿O no se extrañan esas composiciones? |
Década 80 (Nuevos Románticos aparte) huele
a videoclub. A VCR. Al tufillo a plástico recalentado que desprendía el VHS tras
haber visto, o grabado, algo. Aunque teníamos el “morbo” de la Guerra Mundial
Terminal amenazando extinguirnos, recuerdo la Década como una sana mezcla de
ingenuidad y maravilla (viva en su cine) y audaz desafío al futuro que nos
alcanzaba… sin Soylent Green, aunque
sí con la madurez y la pesadilla de la hipoteca.
Un tanto estaba preconizando lo que se avecinaba
este filme de RIDLEY SCOTT (quien, como HARRISON FORD, creo, se ha hartado de
decir tonterías a posteriori sobre la
humanidad o no de Deckard). Entonces, nos dejó clavados en la butaca del cine con
sus fantabulosas estructuras alumbradas con neón y la publicidad mural que
apenas llegaba a las oscuras simas de las sucias calles. Mas, como la vasija de
PANDORA, en su fondo quedaba la esperanza, como sugería el final (versión cine
1982), donde Deckard y RACHAEL huyen a solanos bosques, supongo que canadienses.
Aún podemos ver Sol.
Remember, remeber…
es 2019 y lo único que vuela, aviones aparte, es nuestra nostalgia.