Recordemos: PALPATINE (abrumado por la
gigantesca responsabilidad que acaban de arrojarle: ¡regir una Galaxia al borde
de la guerra civil!) entona el discurso que unos y otros, más unos que otros, desean
oír. Él “ama” la democracia. Él “ama” la República. Lo manifiesta apocado, imprimiendo
honda sensación de sinceridad en sus palabras. (Sabiendo cómo termina todo, vemos
qué brodignaniana actuación de cínica hipocresía representa.) Afirma, como
coletilla, que apenas el “susto” acabe, dimite.
Mas apenas firme aferra las riendas del inmenso
poder dado (que lleva años trabajándose en la sombra), se asegura los medios
para retener el Gobierno para siempre. Emplea los mecanismos que le han logrado
el puesto para retorcer las leyes, o crear unas que puedan eternizarle en el
trono. Siempre, en nombre de la libertad y la democracia, esto es.
Una de las escasas ventajas de ser escritor de CF es que sospechas el futuro. Ahora mismo, estamos en los albores de esta tragedia. En serio |
Justamente esta ficción acaece AHORA en España.
El 10-N 2019 celebramos de nuevo comicios y el electorado escogió opciones que,
para nada, suponen beneficio para nuestra nación. Dicen que el populux no yerra
al votar. Falso. Lo hace. De forma fatal, encima.
…aunque repetía el error de las previas
elecciones, donde eligió lo mismo (pero esta vez más menguado —¿empezaba la
sensatez a trabajar?—). Lo importante sin embargo es que estamos en el cuando Palpatine, agobiado, promete, en
nombre de la libertad y la democracia, defenderlas según detenta su cargo.
El actual “Presidente” (aupado al poder por fuerzas anticonstitucionalista,
nazionalistas xenófobos, demócratas del tiro en la nuca y sujetos espurios ávidos de lucro)
de lo primero que ha hecho, junto a su inefable y totalitario “socio” (carroñero que promete mejoras para los necesitados, pero es la vaselina con la cual
pretende violarnos a base de restrictivas leyes injustas, cada vez más opresoras, pues es congénito en su sangre: el totalitario deseo despótico de tiranizar), es, tras obtener con afines el control militar
y policial, aprobar leyes que permitan afianzar su fascismo. Deformando el lenguaje, las ideas, criminaliza a quienes no lo usen, lo critiquen, piensen
de modo distinto, o clausurar blogs como éste si decide, ignoro quién, que su contenido perjudica
su Propaganda “progresista”. (Esta misma entrada puede valerles.)
Nuestro actual "Presidente", sin su máscara de JFK rojo, listo a apuñalar a nuestro país hasta la muerte. Con esa mueca de perversa satisfacción encima |
Aducen otro motivo. Cerrar webs que atenten
contra la dignidad nacional. Error, pues quienes eso hacen son los demócratas del tiro en la nuca y sus
amos nazionalistas. Esas webs serán intocables, pues componen su artillería republicana para liquidar el Estado Democrático y de
Derecho emanado de las urnas en 1978, que nos constituyó Monarquía
Parlamentaria… algo que ODIAN profundamente, por su diversidad y estabilidad.
Consciente de que hay legislación capaz de
trabar su golpe de estado, ataca altas instituciones judiciales según obliga a imponer
sus leyes. No le gustan estos jueces:
los cambia. Detesta esas leyes: las elimina. Instala otras a su medida y
conveniencia. Le critica el electorado: lo modifica, financiando una plebe de
lameculos y actores que le aseguren el poder; al menos, lo suficiente como para
materializar su golpe de estado.
Semeja giro dramático-irónico que, en esta agresiva turbulencia “progresista”, quienes defiendan la libertad sean los
conservadores. La Derecha. Los usuales guardianes de lo retrógrado y
restrictivo. Son ellos la Alianza Rebelde de esta calamitosa situación en la
que han colocado los incautos, descerebrados, apalancados y subvencionados a
nuestro país y su democracia. Son la Nueva Esperanza de que mejore (si es posible) la
situación.
Debe acabar, cuanto antes, la oscuridad que
se cierne sobre la nación, cuya unidad está amenazada de gravedad. Rompiendo
España, crearán regiones de primera y de segunda, ampliando la brecha de
pobreza y discriminación entre ellas, el gran objetivo de los xenófobos amos nazionalistas del “Presidente”, pues su deseo es ser/tener más que el
resto, sentirse superiores a los demás, y confiar que este tenebroso tiempo
jamás regrese.