Clásico mítico e histórico del cine, ahora repentino e innecesario objeto de polémica. Procelosos tiempos vivimos si esta cinta se considera una amenaza |
En el caso más grave: es una decisión
endiosada y prepotente más del fascismo de la Izquierda, de esos “liberales de
mierda” de los filmes de CHARLES BRONSON, que impedían actuar al justiciero de
turno, y excarcelaban a los peores criminales so pretexto de contradictorios escrúpulos
progresistas, decreto que amenaza a la industria del cine que pretende proteger
o negar los peores excesos de la Historia.
Los
pueblos que olvidan su Historia, se condenan a repetirla, reza el refrán. Por viejo, no deja de ser
cierto. El retrato que efectúa la cinta de VICTOR FLEMING (uno de sus regidores)
del Sur del algodón, el algodón, visión idílico-onírica de un Camelot que sólo
existió en algunas mentes, dibuja una época que, si no se quiere repetir, debe recordarse.
No es ninguna glorificación, o insulto, o desprecio, sino imagen de un modo de
vida, que hoy día condenan y desaprueban, pero del cual no podemos sustraernos porque
le “horrorice” a algún liberal de limusina con repentinos escrúpulos raciales.
Sobre todo, porque estos sensibles
izquierdistas viven en bloques, o zonas residenciales, exclusivas-exclusivistas-excluyentes.
En una colonia de cien, puede haber tres negros (con pa$ta), cuatro italianos,
dos irlandeses, siete católicos. El resto: es selecta W.A.S.P. VIP protestante
que adooooora los vean junto al taimado racista de WILL SMITH, o el declarado racista
de SPIKE LEE, en actos sociales glamourosos sobre causas perdidas.
Mas ¿tenerlos de vecinos? ¡Impensable! Su
liberalismo se funde. Desaparece todo compromiso social. Si a durísimas penas les
toleran es por su fortuna o popularidad, y, ahora, porque conviene les vean fundidos
en un fraternal abrazo Ebony and Ivory.
Pasada la moda (lo es; no es ningún
compromiso moral permanente) del negro muerto, retomarán, con cierta cautela,
sus hábitos segregacionistas, que manifestarán en un sardónico comentario
ambiguo, o mueca o gesto de desdén que pudiera, también, tener confusa intencionalidad.
Excluir Lo
que el viento se llevó (la película más romántica-taquillera de la
Historia) por mor de lo que aducen es letal para el arte, la creación, las
libertades que las asisten, la Historia. Quieren (re)construir una Historia
donde tíos como VLAD TÉPÈS nunca han existido. Todo son gatitos de la
diversidad, algo blandurrio y pueril. Mientras dicen: HITLER era el nombre de un refresco fallido, en la calle otro
policía mata a otro negro. Estallan nuevos motines. ¿Cómo conciliar la versión Liberal-hollywoodiense
de la vida con la Vida Real? ¿Con un esquizofrénico doblepensar que ni el IngSoc pudo soñar?
Porque si suprimen Lo que el viento se llevó por esta causa, ¿no pueden argüir que LA LISTA DE SCHINDLER encumbra al
nazismo? En ella masacran judíos a mansalva. No será contar un aterrador
episodio de la Historia, destinado a evitar se repita. No. Es exaltación del
nazismo. Por tanto, ¡fuera! Pasad Los
gatitos de la diversidad en su lugar.
Una de las productoras de FRIENDS lamentaba que en esa sosa serie
(estúpida encima: pijos neoyorkinos judíos —al menos— “sufriendo” avatares
absurdos y sin gracia, en un desaliñado esfuerzo por rivalizar con la salvaje SEINFELD o la inofensiva FRASIER) hubiese “sobreabundancia de
blancos”. Vale. Veámoslo así. Dentro del contexto USA: vivo en Brooklyn. Un
barrio judío. Mis amigos y vecinos, hasta la enésima generación: blancos. ¿Con
quién voy a relacionarme, si en la zona no hay individuos de otras razas? Lo
haré con mis amigos blancos, ¿no?
No es cuestión de razas, o su diversidad:
es pertenencia al grupo.
Por ese baremo, todas las series están,
pues, condenadas. THE BIG BANG THEORY,
por citar una popular reciente, peca de lo mismo. Chicos blancos, romances
blancos, una gota de color hindú para cubrir ¿cuota de política étnica?
Volvemos al ejemplo de Brooklyn: si mi entorno lo componen blancos, ¿con quién
voy a juntarme?
Y con los mimbres que urdimos, ¿qué vamos a decir de este thriller? Otro a la basura sin demora |
Todo esto es otra terrible muestra del
delirante neopuritanismo en alza. Ladran mucho, insisto, contra la censura
franquista. Mas quienes lo hacen meten más y más a fondo la tijera que los
tipos del Régimen. Y, apúntatelo, ¡son los hijos de aquellos que sufrieron la
censura los que, AHORA, con denuedo, quieren imponer una censura brutal! Basada
en conceptos nacionalfeministas, otro pretexto con público, junto a zarandajas
progres que desprecian en su intimidad.
Debemos oponernos, con toda firmeza, a estas
endiosadas decisiones arbitrarias, cretinas, de esos liberales de limusina,
porque podemos perder el derecho a crear como queramos cuando queramos, quedando sometidos al capricho de un cualquiera que reparta carnets de "artista" o "producción" como y cuando se le antoje. Y ya hay bastante injerencia de eso en estos momentos. Por experiencia personal lo digo.
Y se me ocurre que quizás JUEGO DE TRONOS (de la cual no he visto un episodio) pueda contener elementos de glorificación de la esclavitud, lo cual contradeciría esta oleada de moralidad racial capulla de la HBO, esa productora que, a comienzos del milenio, era tan rompedoramente innovadora y prometedora.
Y se me ocurre que quizás JUEGO DE TRONOS (de la cual no he visto un episodio) pueda contener elementos de glorificación de la esclavitud, lo cual contradeciría esta oleada de moralidad racial capulla de la HBO, esa productora que, a comienzos del milenio, era tan rompedoramente innovadora y prometedora.
Creo que este fotograma es más descarnado sobre la situación comentada que todo LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ |
Addenda:
El racismo positivo (el que practican negros
o asiáticos, por citar al albur), también existe. No sólo los blancos están
apuntados al viejo uso. ¿Eso, no se condena?