viernes, 24 de julio de 2020

REY KULL — CRÓNICA DEL REY PASMADO

Portada edición española. Un grupo de
relatos que meditan sobre las amarguras
del trono, la ingratitud, la xenofobia y
la diversidad de razas en una corte llena
de conspiradores, hechiceros y asesinos

Claro que a Kull no le interesaban las mujeres: ¡ya tenía a BRULE, el asesino de la lanza!

Porque no es creíble, o natural, pensar que un poderoso bárbaro heteroX (como describe ROBERT E. HOWARD al soberano de Valusia) que, además, es por su mano monarca, en esos tiempos “olvidados” de la fuerza da la razón, con lustres fantabulosos de arcanas brujerías y peligros sobrenaturales habituales de la robusta prosa del tejano (a este respecto), Kull no tuviese su harén, o favorita, aun hubiese la necesidad de, por cuestiones de estabilidad-poderío entre grandes reinos, establecer convenientes alianzas nupciales. Aunque luego todo “lo humano” Kull lo solventase con su(s) concubina(s).

Mas Kull no tiene harén. Vale que, depuesto el disipado tirano BORNA, respetando algún escrúpulo o equívoco sentido de la moral, o justicia, Kull disolviese el serrallo de Borna, expidiendo a sus integrantes a casa. El nuevo rey acabaría sucumbiendo a sus apetitos carnales. Instauraría su propio harén, más/menos aparatoso que el de Borna, mejor escogido, no sé. Sería lo… natural, y más, digo, en un hombre de su narcisista condición.

ROBERT E.HOWARD, alumno de
H.P. LOVECRAFT, y definido, ahora,
como "idiota" por un idiota. O sea:
alerta para que no le lean los sibaritas
progresistas modernos
Tampoco tiene favorita entre las cortesanas, o esclavas, de las descritas como hechiceras beldades. Kull compone anafrodisia efigie meditabunda, gris, quien queda perplejo ante ciertas graves amenazas, instalado en el trono de topacio con la barbilla apoyada en el rudo puño de galeote. A expensas de los viriles servicios de Brule, ¿su Idaho privado?

Brule es un esplendor masculino de la halterofilia, como mandan los cánones de la sword against sorcery. También es hermético a las tentaciones del bello sexo. Cuanto más, se emborracha con el asesor del rey, alias el embajador picto, que, a la sazón, es el MERLIN de esta sincopada corte, nada cameloteica, de Valusia. Ya está Kull, su señor, para… Bueno, eso.

BOB DOS PISTOLAS, aventajado alumno de HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT, inserta el material brodignaniano, gargantuesco, sobre eras remotas, razas viejísimas, paganos ídolos terribles oriundos de otros Universos, todo el pantagruélico pánico agorafóbico que Lovecraft sentía por los abismos, temporales o terrenales, en las andanzas de Kull, a quien insiste mostrar en abrumada soledad, distinto a CONAN, puro nervio inquieto-aventurero, ávido de gozar todos los placeres (y luchas, y riquezas) de la Tierra. Un ARTURO apoyado en su PERCEVAL (Brule), aunque sin LANZAROTE que corteje a la GINEBRA ausente de este drama. MORDRECS y MORGANAS hay de sobra, no obstante.

Curiosa es la caníbal duplicación de las semblanzas del atlante Kull, cuya energía (no engañen los cuentos donde combate como felino acorralado contra enemigos terribles) se consumió al abandonar Atlantis, al desertar de su tribu. Ocupar el absorbente trono, ODIOS aparte, sólo le reporta la repetición de amoríos “imposibles” entre bellas damas y aventureros foráneos, al estilo ROMEO Y JULIETA. Y está bien sea argumento de la primera historia donde se usa, empero ¿en tres? Y casi idénticas.

Menos lobos, tío Juan. La portada
foránea es un tanto embustera.
Aunque listo para la acción, a
KULL a veces le cuesta arrancar.
Queda a expensas de BRULE
Kull empieza fuerte. Contra los seres serpiente (que astutamente JOHN MILIUS recicla paraConan EL BÁRBARO) que complotan desde evos pretéritos en ruinas recónditas para dominar la espléndida Valusia, etc. Cuando el cuento acaba, también sus secuelas, ¡con el juego que daban! Aun la contrapartida de Kull, el brujo THULSA DOOM (por cierto, MICHAEL MOORCOCK debió recordar ese relato para componer parte de ELRIC DE MELNIBONÉ), queda reducido a un cenagoso gruñido agresivo final. No repite.

Kull aborta conspiraciones sin fin-sin fin. Es esclavo del trono, no amo, como pensaba. Es presa fácil de los ensalmos que tejen las retorcidas cábalas de TUZUN THUNE, cuya verborrea rinde tributo al genio inspirador de EL SOLITARIO DE PROVIDENCE. No es agresivo conquistador dispuesto a legar un inmortal imperio mundial. Eso, le hermana a Conan: cautivo del trono de Aquilonia, perece toda previa desmedida ambición. Peculiar rasgo éste, en hombres de codicia tan desmedida: perderla toda al brillo del oropel áulico.