Vale el afiche más que toda la película junta. 'Nuff said |
Esto va de unos maricones de diseño que se
apiolan a unos campistas cutres por los secarrales lindantes a alguna ermita
que podamos conocer. Una especie de “héroe”, con una pelliza de cabrero, farandulea
por esas resecas sierras aniquilando a esos mendas de las hombreras estúpidas,
al que luego sin embargo sodomizan como parte de un ejercicio de prepotente bujarronería,
lo cual permite a un amigo negro suyo, que va por doquier de sobrado con su
arco, lo rescate “reventaíto del tó”, pues quedó al cargo de tres bellos
maromos durante toda una noche, atado a un cutre potro de tortura (empero ideal
para lo que le hicieron), y después emprende una venganza, o similar, imitando
a CLINT EASTWOOD en POR UN PUÑADO DE
DÓLARES, mas en vez de usar un cacho chapa, lo protege una armadura de
torso de HE-MAN de plástico transparente donde rebotaban las balas (o los
rayos, o lenguas de fuego, o lo que dispararan).
Consigue joder al místico desequilibrado
que le ha “honrado íntimamente” (pues notas que el malo se moría por los huesos
del cabrero —cosas de un complicado idilio uranita estilo te amo-te ODIO—),
taladrando su espalda (o sea: le devuelve “el favor”) con una gran broca y
acaba chafándolo contra el paredón de una cantera abandonada. Chungo detalle pedófilo
al final: teniendo a una jugosa moza receptiva a su lado… ¡el cabrero
postnuclear trinca la mano de un ODIOSO niño-geniecillo-mecánico en plan: ¡pronto,
te exploraré por donde amargan los pepinillos, compañero!
Esto, remato, sucede durante 2019, después
de la guerra nuclear que, por fin, terminó.
ENZO G. CASTELLIARI, ¿el ED WOOD italiano?,
filma esta inaudita porquería del… ¿spaguetti-nuclear?,
so pretexto de MAD MAX 2, EL GUERRERO DE
LA CARRETERA. El guión parece escrito a apresurados ratos en una tasca. Lo saturaron
de ocurrencias, cutrerías, tonterías, derelicto y nefandas actuaciones que dañan
la vista.
No obstante, un detalle notable que tanta mierda puesta en primer
plano casi oculta: es una ‘epopeya’ homoX de amores traicionados (porque, sí,
ajá, lo que el menda mandamás de los cutres de las hombreras tiene por el
cabrero del coche-con-ametralladoras es amor, puro, duro, defraudado por pelea
previa, amor que confirma su negativa a que maten al cabrero, pese a ser insistente
demanda de sus horteras lugartenientes, de flatosa ambición) en un escenario roñosorradiactivo
donde supones todo anda escaso/racionado-tienes que matar o morir por un tanque
de gasolina.
Este tío, yendo de sobrado prepotentes, te revienta los wevos |
Lo que es superlativa gloria épica en la cinta
de GEORGE MILLER, Castelliari lo reduce a basura motorizada llena de
estrafalarios personajes, cámara lenta y situaciones que, en otro contexto,
producirían interminables carcajadas. Pero lo filma todo con tal jactancia (o
pura desidia; ¿quién verá esta mierda, tomándosela medio en serio?, debió
preguntarse durante un momento de honradez) que acabas cabreado antes semejante
pérdida de tiempo.
La incompetencia, más que la falta de medios, nos deslumbra sin tegua. Los vehículos (chatarra toda) parecen troncomóviles tuneados
para maricas estrambóticos; la violencia se traduce en explosiones que ponen
extras a dar volteretas por los aires, varios tiros o las macarradas del prepotente
arquero negro.
Nuestro "héroe" del culo mancillado. Y el tío, tan tranquilo queda con la salvaje profanación. Le ponen esa coraza de plexiglas, ¡y a matar bujarrones! De premio: un chaval |
Falta el salvaje primitivismo de
matadestruyerraja y viola a gusto porque no existe la ley común a sujetos obstinados
en destruir toda vida humana del erial atómico, fanáticos de una absurda fe
“templaria” misógina que obliga vistan de forma tan extravagante. Buscan una guayaba
guapa al cabrero para… no sé. Porque la muchacha cuanto hace es quedarse al
margen, a verlas venir. Ni la permiten ser novia trofeo. Por similitudes, más trascendencia tenía MILA KUNIS en EL LIBRO DE ELI. Y venga oír diatribas
tontainas al líder maromo, chorradas dignas de un incompetente equipo de
guionistas. Es auténtico desperdicio, esta “película”. Si, al menos, sus
imbecilidades hicieran reír, podrías mostrarte más clemente al criticarla.
Ni eso consigue.