viernes, 4 de febrero de 2022

MINORITY REPORT — Y SUS GUIÑOS A STAR WARS: EPISODIO II

 

Afiche. De implacable cazador a
acelerado fugitivo de su propio
equipo. El hombre que rompe la
infalibilidad del sistema

Destaca la fotografía de este filme de $TEVEN $PIELBERG basado en un cuento de PHILIP K. DICK. Los escenarios “utópicos”, matizados por los apilados detritos de los callejones, tienen el interés de ser intrigantes, empero como se esperan de una película de este corte, relativizas su importancia. Nos centramos en la fotografía, pues: fría, azul-verdosa, el proscenio al fondo neblinoso por mor de los puntos de luz que abundan en segmentos del éste. Lo siguiente es la trama, que, pese a ser “un PKD”, por esta vez no va de que el protagonista descubre que no es quien cree, y debe luchar por confirmar su identidad o admitir que vive una pantomima montada para según qué objetivo.

Sí va de drogas y sus fatales secuelas. Escritor “tan versado” en la materia no podía eludirlas. El yonqui JOHN ANDERTON combate el traumático secuestro de su hijo, SEAN, con combinaciones de duras jornadas laborales en la innovadora brigada PreCrimen, y dosis de neuroína, que le noquean unas horas. No sé cuánto de esto es dato biográfico de PKD, pues parece lo estigmatizó la muerte de su hermana melliza. Puede establecerse el puente entre el secuestro del chaval con el arrebato que la Parca hizo de su hermana. Y la droga es manera “elástica” tanto de huir de la realidad como de encontrar posibles respuestas a los Grandes Enigmas Universales que nos acomplejan.

La chica de "soñaba" el futuro. ¿Hasta qué punto
se justifica tratarla como un valioso objeto sin
consciencia o vida propia en nombre del bien
común? Otro punto reflexivo de la cinta

Minority Report explora la complejidad del avatar, si todo es como SARAH CONNOR afirma (no hay futuro; sólo el que creas), o hay una aterradora cadena de inmutables acontecimientos cuyos eslabones debemos recorrer inexorablemente. Estaba establecido escribiera esta reseña hoy, 02/02/22, al instante después del Big Bang, y no había forma humana (¿acaso divina, sí?) de impedirlo.

O una suerte caótica de factores me impulsa a teclearla ahora mismo para que tú, lector, sigas la misma locura aleatoria de circunstancias que te hacen leerla. O, al revés: estabas predestinado, desde aquél remoto momento, a hacerlo. ¿Determinismo, o Caos; qué es?

Llegan problemas para la división PreCrimen.
El FBI quiere apoderarse de él. Avanzando la
trama, el aparente enemigo puede ser un amigo

Otro hito es la deshumanización del Sistema, cómo puede violar sin escrúpulos la individualidad o libertad de los sujetos (los PRECOGS, en este caso) si esto brinda diversas ventajas. No es caso excepcional. Cada día sucede, con nuestro conocimiento o ignorancia. Pero estimula el debate: ¿puede el Estado apresar en ese estado de fotónica “semilucidez” a los PreCogs, desposeyéndoles de albedrío y aspiraciones, su propio futuro, en nombre de la seguridad colectiva? Repito: a diario, de un modo u otro, sucede. Sin embargo, aunque inquietante, algo nos obliga a eludir la cuestión. Huimos del debate por perturbador, por podernos suceder, imagino.

Vira entonces nuestra atención a lo de: predestinado-azar fortuito. Ponen dos ejemplos de que podemos torcer el destino siempre que lo conozcamos de antemano. Anderton no mata al falso secuestrador pederasta de su hijo; LAMAR BURGUESS comete asesinato, mas no contra la víctima prevista. Hacen errar a los aparentemente infalibles PreCogs. Imaginemos ahora esto: un mundo en que, estando avisados, podemos eliminar nuestros errores. ¿En qué derivaría? ¿Sería mejor? ¿Peor? ¿Crearía un caos colosal matar a ADOLF HITLER en 1929? ¿O en qué inspiradora prosperidad viviría Europa?

Mochilas voladoras, naves como la SLAVE I,
un vertiginoso duelo en una fábrica robotizada...
elementos presentes en EPISODIO II que sin
empaño $PIELBERG incorporó a su película

Supongamos que, sí, Hitler DEBE desencadenar la Segunda Guerra Mundial porque sirve a ignoto (y siniestro) oscuro designio divino. Mas un crononauta lo asesina en 1925 y, de vuelta a su época, descubre devastación incalculable, porque en 1950 HEINRICH HIMMLER, caudillo de una frustrada Alemania, disparó armas nucleares por todo el planeta. O si evitar el magnicidio de JFK iniciaría en 1970 una guerra atómica para controlar el petróleo mundial… Ucronías así: a pares, pues podemos componer.

¿Existe un factor corrector del Tiempo-Historia, o ésta puede ser amoldable a nuestras necesidades? ¿Y cuáles serían sus secuelas? Otro interesante punto del filme está en cómo “ubican” al sujeto mediante los anuncios, escaneando nuestras retinas “traidoras”.