Afiche. En éste, sí aparece el nombre de SEAN CONNERY. En aquél grande promocional, no |
…y tampoco comento sobre dicha serie de
1961, sino de su adaptación a la gran pantalla (1998), cuyo primer contacto fue
aquél gran cartelón publicitario donde aparecían los nombres de RALPH FINNES y
UMA THURMAN empero no el de SEAN CONNERY, cosa pasmosa considerando la larga
carrera del actor y su vinculación con un personaje “hermano” a los protagonistas
de este filme: BOND, JAMES BOND.
[Infiero,
tras lo visto, igual solicitó le desvincularan de los créditos (y ojalá de la
cinta, cosa ya imposible) como forma de no querer promocionar un filme del cual
contento no estaba precisamente. (También pudo haberse borrado de LOS
INMORTALES 2.)]
Y no sería tampoco de extrañar, por lo
visto plus. No sé qué impulsaría, en su momento, a hacerle interpretar al SIR
AUGUST Meteorólogo Megalómano (ca$h,
claro), mas una vez plasmada su estrafalaria interpretación cargada de
histrionismo en el celuloide, prefirió desvincularse de tan extraño hijo
bastardo.
La cinta de JEREMIAH CHECHIK imagino respetaba
la estela de aquellos episodios del 61, extravagancia hippie que pretendiera abordar desde ese ángulo el submundo de los
espías y las conjuras de peculiares tecnócratas ensoberbecidos que pretendían dominar
el ancho mundo mediante artefactos espectaculares dignos de las viñetas más
expansivas de los TBOs Marvel. Esa mezcla de chulería ‘humorística’, de soft-psicodelia y superbellacos empastillados,
situada en un duro 1998, plagado de iconos como MAD MAX, ROBOCOP o TERMINATOR, provocarían
desconcierto al espectador. El público no estaba por buscar la broma,
procedente de la Guerra Fría-Era del Flower
Power (al menos, en su embrionaria fase), acostumbrado ya a ARMAS LETALES o
JUNGLAS DE CRISTAL, menos rebuscadas, de singular “cercanía” con el mundo
actual.
La explosiva pareja protagonista en las antípodas de las modas. Del conservador sibaritismo inglés al sensual ajustado atavío fetish |
El elenco se limita a hacer lo ordenado,
con su mejor hacer (pienso). Fiennes emplea el paraguas para abatir patillosos sesenteros;
Thurman encarna a la fetish de glacial
mirada y certeza de superioridad en casi todo tema; Connery se las da de DR.
DOOM harto de anfetas. El resto del reparto apuntala animoso una película que
concluyó siendo un fracaso de taquilla y público. No sé cuánto de culto pueden ser estos Los Vengadores de 1998, mas no he
detectado un entusiasmo especial concreto.
¿Qué hace fallar una película cuyas
características debería, cuando menos, suscitar nuestro nostálgico interés freakie, evocados sus orígenes? ¿Chechik
se pasó de listo, o el libreto carecía de suficiente entidad? ¿O se trata en
realidad de que ya no tenía espacio en el actual espectáculo? Si la cinta contenía
una presunta carga de broma, o ironía, debió pasar del todo/completamente
desapercibida para casi todos. Parecían chistes de un pijo. Cuesta sintonizar
con los presupuestos que quisiera transmitirnos esta distracción.
Instalado en la butaca para caderas cómodas, empiezas a buscarle cosas positivas para vencer la sensación de: a) estafa; b) pérdida de tiempo (a emplear en algo más constructivo). Autoargumentas: que si es de los 60, que busca mofarse de esos asesinos de los ojos negros y las patillas tipo CURRO JIMÉNEZ, de las estrafalarias armas y demandas de unos psicópatas engreídos, de unos mandos con los nombres cambiados con respecto a sus sexos, así como que, al contrario del implacable M de Bond, James Bond, son minusválidos…
¡Sólo puede quedar uno!, y no será un petimetre con paraguas, en vez de espadón kurgan, promete el exagerado METEREÓLOGO LOCO |
Todo eso, aun realzado por los catsuits de EMMA PEEL, no logra vencer la inflexible sensación de
que, oye, macho, podrías estar viendo, o haciendo, algo mejor que estar aquí
plantado esforzándote por encontrarle posibles
a una cinta de elaborados SFX y acción de contraespionaje que, al menos, toca
un tema interesante: emplear el clima como arma de devastación masiva, cosa que
espero tarde en ser posible.
Pues, ya de por sí, el planeta está haciendo lo suyo por exterminarnos. Encima, le estamos ayudando, consciente o subconscientemente, a acelerar el proceso.