viernes, 12 de agosto de 2022

CRÓNICA NEGRA DE HOLLYWOOD — JUAN PANDO CONSTATA

 

(Sórdidas) interioridades de unos
famosos personajes públicos. El
título es algo engañoso; piensas
tratará de asesinatos perpetrados
por actores, en plan
L.A. 
CONFIDENCIAL, empero
escarba en sus miserias

Debido a las fechas estivales vacacionales, me apiadaré del caveat lector y no le torturaré con una densa reseña, sino con una ligera, empero muy estimulante. Reconozco que desprecio los cotilleos. Esos programas manifiestan un (ineludible) aspecto sórdido de la Humanidad que parece incapaz de erradicar de su corazón. Parafraseando a TOM HULCE en MOZART: ¿quién no prefiere escuchar los cotilleos de su barbero que a HÉRCULES, a personajes tan encumbrados que cagan mármol? Late esa mórbida-morbosa satisfacción de saber guarrerías ajenas para excitar nuestra bajeza íntima…

…de la que no estoy exento, pues ¡he sucumbido al cotorreo sobre algunas estrellas muy rutilantes de Tinseltown!, encontrando fragmentos jugosos que incitan reflexión.

Una de las aseveraciones de Pando es, grosso modo, que la cuestión homoX en la Industria del Cine no es por moral, sino económica. Si X actor embelesa a tooodas las quinceañeras del ancho mundo, que llenan la sala, si descubren que es tralará, ¡eso hunde su taquilla! Hollywood es un negociazo de mile$ de millone$, no una institución de caridad que revierte sus colo$ale$ ingre$o$ en necesitados norteamericanos.

Tiene un despiadado cariz (el capítulo sobre JOEL SILVER lo expone) que desnuda como nada el ansia de lucro del celebrado parásito real, el cine, carente de escrúpulos al arramblar o saquear lo que sea, donde sea, cuando sea. Luego eres tú el tonto el culo que ve el último disparate de LUC BESSON o ROLAND EMMERICH y deplora su bajísima calidad o coherencia argumental. Hollywood se ha limitado a servirlo en un colorido celofán seductor. Qué mierda envolvía es harina de otro costal; pueden excusarse de mil maneras; nadie te amenazó para verlo, ¿no? Empleaste tu libre albedrío, macho. Jódete.

La mejor foto que he encontrado del
autor. Tras la lectura, estos personajes
pierden todo su glamour. No les ve ya
tan estupendos en sus filmes

Otra deducción que sacas del libro (bastante ameno, resalto. —No sé si por conocer porquerías íntimas de esos actores, o porque, per se, es estupendo—) es qué baja calidad moral tienen nuestras admiradas estrellas del Paseo de la Fama. Uno tiene la impresión de que MEL GIBSON, CLINT EASTWOOD, JULIA ROBERTS o JODIE FOSTER, son personas de tal laya moral que consiguen acomplejarnos por destacar nuestras miserias particulares. Esforzándose por triunfar, interpretan a héroes o personajes inolvidables, legendarios iconos que instan a comportarnos de puta madre magistral en el trabajo, la vida, nuestros semejantes.

Y ¿qué resulta? Borrachos. Ninfómanas. Pervertidos. Tacaños. Hoscos. Drogadictos. Lo que somos/conocemos, ¡pero plasmado por nuestros ROCKY o DIRTY HARRY! Piensas que están ahí porque, tesón, suerte, sagacidad aparte, algo les hace especiales. La moral conducta irreprochable. De premio kármiko: el estatus. El Oscar. ¡Y qué decepción cuando explotan los escándalos (acaso los más repulsivos, los sexuales)! Hunden al tío. La mítica. El personaje, el que te inspiraba, te emocionó, ¡menoscabado! Tras leer este libro, no veo con su vieja simpatía ciertas películas y a sus protagonistas. La mezquindad y promiscuidad, sobre todo, consiguen teñir y emborronar esas leyendas. (Las drogas es un asociado habitual a todo el conjunto de basuras.)

Siempre he detestado a este actor;
mas no es en tan cotizada barriada
angelina donde EDDIE MURPHY
se busca sus flirteos homoX

Sin embargo, un caso que me ha llamado la atención es el de Jodie Foster. Es lesboX. Como su madre. Pando no obstante traslada la sospecha de que no es por un extravío genético (aceptado que el machihembrado es la ley natural universal), sino que emula una conducta que vio de niña y a la que se empeña en acoplarse por no conocer otro modelo de relación. Salta la pregunta: ¿cuántos casos parecidos, de “falsos” homoX, hay, al carecer de una sana comparativa heteroX, y ahora deben emular algo que, en el fondo, les insatisface, o tratan de ajustarse a una moda ‘atractiva’ que “levanta carreras”?

¿Será esta señora feliz con su elección? No tenemos forma de planteárselo, esperando acabe sincerándose. (Como EDDIE MURPHY debería hacer, a su vez.)