Afiche no falto de cierta èrversidad: a modo, ¿la SAGRADA FAMILIA? |
Su barata factura ofusca las interesantes
ideas subyacentes en la historia. Su primera particularidad es que se trata de
una re-versión de EL PLANETA DE LOS SIMIOS. Mencionan a CHARLTON HESTON en carácter
testimonial, por ser quien lo comenzó todo. Vemos cómo ZIRA, AURELIO y el hasta
ahora desconocido DR. MILO, emprenden viaje por el espacio que, además, hace
surquen el tiempo hasta la Tierra prelanzamiento de los astronautas originales,
anacronismo cometido con desparpajo. Parece que los responsables del metraje
estaban convencidos de que los espectadores ni lo apreciarían.
Impregna un claro aire de chapuza una
producción que perseguía ser televisión de cierto lujo. Si RETORNO AL PLANETA DE LOS SIMIOS anunciaba algo al respecto, Huida las
profundiza; la franquicia ha empezado a coger velocidad por la pendiente hacia
lo trivial, a la habitual irreverencia que se tiene a la ciencia ficción por
ser ci-fi. De paso, eso sugiere determinado aire a lo ROGER CORMAN: si a esto le
vemos unas perras, aun siendo barato, ¡hagámoslo! El objetivo es ese: sacarle
beneficio empero invertido lo mínimo-nimio. Los flipaos de los macacos
igual van a rentabilizarlo, los ejecutivos consideraron en sus despachos.
Lo peculiar de este fotograma está en el DR. ,MILO, interpretado por SAL MINEO... del cual se dice estuvo sentimentalmente liado con un gran masoquista de Hollywood: JAMES DEAN |
Para explicar la asombrosa singularidad que
trae a los simios andantes-parlantes de su Tierra futura a nuestra Tierra de
Década 70, apelan a la regresión infinita, que CARL SAGAN explicó de modo más
convincente. Un aspaviento de culta pretenciosidad.
Se plantea: ¿a dónde pensaban aterrizar los
simios? Su terraplanista cultura condenaba como en nuestra Edad Media todo
acceso a elevadas ciencias más audaces, desafiantes con los dogmas
establecidos. El DR. ZAIUS, guardián de todos los secretos, operaba también de
Gran Inquisidor (hasta eso la zoociedad simia nos imitó, pese a repudiarnos por
entero); guillotinaba todo proceso evolucionista del que tuviera noticias, ya
vimos.
Mas aquí tenemos al trío de simios que
surca el espaciotiempo sin puerto definido. Más aún: ¿cómo el Dr. Milo pudo
reflotar la nave de TAYLOR? ¿Solo él, sin equipo; con algún miembro chivato que
fuese con el cuento a Zaius? La de BRENT estaba disponible en la Zona
Prohibida, en mejores condiciones. ¡Fabuloso Milo, que supo entender la
mecánica y computación de la nave, cuando ellos ni tenían telégrafo!
De tener a los humano en jaulas, a verse dentro de una; desde luego, la pobreza del planteamiento ya avisa de las limitaciones intelectuales de la cinta |
No importa: traslademos a los simpáticos
macacos al pasado para establecer un origen de su mundo y, a modo, un
paralelismo entre lo sucedido a Taylor y ellos, que acaban mal en una sociedad
donde son una exótica anomalía… acechada por siniestros poderes estatales que,
en seguida, les ven germen de la extinción humana, cuando una catarata de
acontecimientos subsiguientes puede abortar la amenaza que les imputan.
Lo afirma YODA: el futuro en movimiento
está. Sabiendo que la Humanidad retornaría a las cavernas y los simios imperarían
por morir las mascotas y la evolución sui generis de los monos, estaban
dándoles claves para impedir una cosa y otra. O torcerla de forma que, aunque
los simios se volvieran aceptables mascotas/mano de obra esclava, evitaran su
rebelión y el eclipse de la Humanidad. Literal, el sanguinario funcionario
catastrofista decide cargarse a los simios.
AURELIO en hortera bata harto de televisión. Bien pronto se acomodaron a nuestros ritos, los singulares astrocrononaurtas hirsutos... |
Destaco el ombliguismo imperialista propio del espíritu norteamericano. Novedad de tal calibre, simios del futuro andante-parlantes, ¡quedan fuera del contacto de la Comunidad Internacional! Exhiben a Zira y Aurelio por cócteles, bares y boutiques, sin ocultarlos, son portada de la prensa… ¡y no es clamor del resto del mundo querer interviuvar a tan singulares personajes! Agasajarlos en distintos países. Refocilarse en su singularidad la ONU. ¡La que liaría la URSS, que estábamos aún en plena Guerra Fría! Todo queda en casa… en platós de COLUMBO o EL COCHE FANTÁSTICO de años después.
Otra vez descubrimos una historia mucho más interesante por lo que deja de contar, que no cuenta, que por lo que exhibe. Esta historia, en manos más competentes, ¡lo que daría de sí!