miércoles, 29 de diciembre de 2010

TRAICIÓN SIN LÍMITE – TEX-MEX HEAT

Afiche español de la película. Bueno, vale
ARMA LETAL habría de romper una cierta tónica cinematográfica sobre el cine “negro” y “de colegas”. Hegemónico estaba HARRY EL SUCIO alegrándose el día a base de cañonazos con su Magnum .44. Tras él, una pléyade, o cohorte, o simples imitadores, fueron saliendo de todos los rincones con mayor o menor éxito (desde el desagradable JACK PALANCE a JEAN PAUL BELMONDO, por citar dos). Casi a la par “caminaba” el cine de justicieros, donde imperaba, y sin proponérselo, EL EXTERMINADOR. Otras películas (inevitablemente, de CHARLES BRONSON) tratarían de vencer esta cinta de JAMES GLICKENHAUS, protagonizada por un vet de Vietnam, como el MAC BOLAN de los pulps de DON PENDLETON o THE PUNISHER de MARVEL. Pero Arma letal combinaba lo mejor de estos dos cines: los policías anárquicos que rompían las leyes en favor de la justicia y que sobrevivían a un abrasivo expediente merced a la grandeza de su proeza, y el desprecio a los tribunales, transformados en jueces, jurados y verdugos.
Cartel norteamericano, presidido por
la gélida mirada de JACK BENTEEN
(o NICK NOLTE)
En el arco que podemos tender entre Arma letal y DOS DUROS SOBRE RUEDAS (al margen de otros títulos, como DANKO, CALOR ROJO o EL ÚLTIMO BOY SCOUT) se estrenó Traición sin límite, filme de corte policíaco que mezcla el western, los soldados de elite tipo RAMBO, y el remake. Lo más sugerente del metraje sigue siendo el Ranger que encarna NICK NOLTE (por otra parte, única película que le soporto), una figura íntegra, de una pieza, un JUDGE DREDD (¡es clavado!) de frontera de rostro impasible y mirada de hielo fija en el objetivo hasta abatirlo. Porque la historia no puede ser más simple, de episodio de MIAMI VICE: dos viejos amigos se sitúan en lados opuestos de la ley y algo ocurre que les obliga a contender con fatal resultado. Que MARÍA CONCHITA ALONSO esté de por medio es mera casualidad, minutos que añadir a un argumento bastante sucinto.
Traición sin límite bruñe algunas de las características que puso “de moda” Arma letal: la velocidad, los tiroteos, los personajes de tebeo pero con cierto grado de humanidad que evitaba hacerles parecer acartonados (como a CHUCK NORRIS), algunos agudos diálogos, la liquidación de estructuras narrativas anquilosadas (y lideradas por JAMES STEWARD contra el mundo del hampa). Harry el Sucio ya había roto algunas, pero a lo largo de los 1980 se destruyeron las restantes. Había nacido el antihéroe y estaba decidido a quedarse largo tiempo entre nosotros (MAD MAX).
Mogollón de imágenes de la película
que más o menos te la cuentan
No siendo de las más grandiosas, y ni quizás uno de los mejores ejemplos que citar pudiéramos de “cierto cine”, Traición sin límite se defiende honestamente, aunque reconozco que puede considerarse más que uno de esos hits mencionados, una cinta “de culto”, como THE LAST MAN STANDING (también de WALTER HILL, un filme impresionante sobre todo por su fotografía, pero que no gozó de todo el éxito que merecía), y que arrastra algunos de los escenarios de esta EXTREME PREJUDICE.
Pero el gran objetivo que perseguía Traición sin límite era remozar GRUPO SALVAJE; si bien SERGIO LEONE había insuflado vida atómica al putrefacto western americano, que a duras penas sostenía JOHN WAYNE y algún título perdido, SAM PECKINPAH lo envolvió de una costra aún más densa y sucia donde los personajes miraban al futuro incapaces de verlo. Grupo salvaje, que trata de unos desperados en las últimas-últimas, muestra perfectamente esta apreciación. Sin que ellos lo comprendan, todos sus actos los encaminan a la condena, donde tienen el magro consuelo de elegir su fin. En ningún momento se les permite salir de esta senda, aunque finjan que van a conseguirlo una última vez. Encarnan una imagen crepuscular, a un mito histórico que llevaba años acotado. El mundo era mucho más veloz merced a los coches, aviones y el telégrafo, el gran enemigo del forajido de leyenda. En esta actualidad, ellos no tenían ya nicho, salvo la sepultura que su gesta final les brindara.
RANGER JOAQUIN JACKSON, ¡al loro!, en el
que se inspiró Nolte para dar vida a su rural
Si bien Traición sin límite intenta desarrollar la confrontación “generacional” entre dos viejos amigos (con escaso interés), introduce a un pelotón de soldados fantasma (la “unidad zombi”) que tampoco llega a apreciar que su fin es inminente, al igual que el Grupo salvaje. El único que lo comprende es su jefe, interpretado por el siempre eficaz MICHAEL IRONSIDE, que emplea todo lo que sabe, y la fuerza de los hombres que comanda, para enriquecerse. Ya pasa de los grandes sueños amparados por la bandera, que oculta tejemanejes tortuosos de gerifaltes políticos o militares implacables tanto para con sus víctimas como sus propios soldados.
Ironside planea una acción que levanta ampollas a CLANCY BROWN (post-KURGAN), cada vez más descontento con sus misiones “fantasma”. En ese sentido, ambos están en sintonía, pero mientras que Ironside persigue un fin egoísta, íntimo, Brown muestra desencanto con las consignas (hueras, falsas) que le impulsaron a alistarse.
Helo ahí: primos hermanos: misma ropa, arsenal, placa
Todo el grupo está contagiado, en mayor o menor grado, de esa desilusión. De este modo, siguen la estela trazada por WILLIAM HOLDEN y ERNEST BORGNINE en Grupo salvaje. Pertenecen a una cierta casta que está empezando a ser innecesaria. Los cambios geopolíticos que están sucediéndose les impiden ver un objetivo nítido para sentirse más útiles que vivos. Como Rambo, son especialistas con difícil encaje en el mundo ordinario. En cierto modo, son vets aún sonados por la derrota en Vietnam.
Fotograma hacia el clímax de GRUPO SALVAJE...
Quien carece de esta cuita es el Ranger que interpreta Nolte: sabe cómo deben hacerse las cosas y se levanta a diario perfectamente sellado contra las zonas grises. En cambio, el personaje que encarna POWERS BOOTHE ha perdido todo Norte. Intenta reinventarse, desde confidente de la DEA a traficante vestido de blanco (como una grosera burla a la pureza) cosa que, sin embargo, no le impide degradarse a metraje visto. En esto, Traición sin límite cae en la política cinematomericana de derrotar las drogas y a los traficantes como sea. Pero Nolte no está en esa película, en concreto, para liderar la guerra propagandística interminable contra la cocaína, sino para acabar con el sufrimiento de un viejo amigo desquiciado completamente.
...copiado en este otro, también hacia el clímax, de
TRAICIÓN SIN LÍMITE
Puede haber una consideración, o dos, secundarias, de carácter intimista, pero no son de tanto relieve como lo que se persigue: superar el épico tiroteo final de Grupo salvaje. Rambo ya lo había conseguido. Tocaba hacerlo, de nuevo, en el escenario original: en algún lugar fronterizo entre los secarrales de Tejas y Méjico.
Por supuesto, el de Grupo salvaje es un tiroteo espectacular. Hill se quedó a medias con el de Traición sin límite, porque, parece ser, de pronto encontró más sugerente el duelo final entre Boothe y Nolte, enésima reedición del mítico lance entre AQUILES y HÉCTOR. Tal vez se sentía obligado a rendir este homenaje también.
Homérico momento de la película,
que irrita a MARÍA CONCHITA
ALONSO
THE EXPENDABLES volvió a trillar esta senda con desafortunado resultado (a mi entender). Esa película es una bufonada carente de épica. Traición sin límite, al menos, forjó un personaje para la posteridad, y supo sacrificar sus elementos para darle un relieve heroico al resultado final la historia.
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta: