viernes, 25 de febrero de 2011

UNA CUESTIÓN CRÍTICA

Más "visiones peligrosas" de la
secuela de LAS GRAVES PLANICIES
Siempre me asalta el mismo dilema ético al empezar una reseña, y a veces, encontrar el equilibrio entre extremos opuestos perjudica el comentario. Incluso cuando pasa la exigente criba de las correcciones, ese remanente de escrúpulos sigue presente. El problema es que, por un lado, respeto el trabajo, las ilusiones y el empeño puestos en la obra por su/s autor/es. Se une a mi sincero deseo de ser lo más imparcial y equitativo posible, tratando de sofocar las filias y fobias que atesoro y que contrastan con las que reflejan la obra a criticar.
Esa ardua lucha de evitar ser simplemente negativo y desprestigiar, que se acentúa cuando el material que tienes entre las manos de verdad estimula a sacar el látigo y azotar, Azotar, AZOTAR hasta dejar en los tuétanos el tebeo, y buscar más las virtudes y aciertos de la historia, acaba obligándome a apelar a la integridad personal y quedar en paz con mi conciencia.
Del mismo modo, también es facilísimo hacer lo contrario y con gran hipocresía decir que todo está de vicio, la guinda que lo corona refulge como un sol, y apelar a algún truco que justifique la prostitución a la que has sometido tu honradez.
Vale, DIANA, este es para ti como te
prometí, pero...
El secreto de mi fracaso está en que yo no paso por ese aro, y los tontos íntegros no gustan. Porque ¿qué gano? Si al final hubiera dólares, chicas y cervezas, vale. Todos tenemos un precio. Pero llevo siete años escribiendo reseñas de los tebeos más diversos. Por supuesto, no espero que GARTH ENNIS me mande un e-mail agradeciéndome mis laudatorios términos, o maldiciendo mi casta por criticarle. Y nunca he confiado que NORMA EDITORIAL, PLANETA DEAGOSTINI, o PANINI CÓMICS, uno de esos responsables tan guays y enrollados que contestan el correo o algo parecido, agradezca o deteste mi labor. Ellos son la e*l*i*t*e, vecinos del Parnaso, y los miserables terrígenos como yo sólo merecen su desdén. Bastante recompensado debo sentirme con poder (comprar) leer sus cómics y que me permiten reseñarlos.
Pero hay otras editoriales más próximas y una elemental cortesía como agradecer ese esfuerzo (porque, a veces, es una ordalía  terminar su material), con un simple e-mail, haría sentirte que no estás voceando en el desierto como uno de esos famélicos bíblicos que advertían sobre la llegada de JESÚS o el Juicio Final, según les diera el día. Jamás he recibido de DOLMEN una sencilla nota de agradecimiento, pudiendo remitírmela.
...el que se te ve trinfando sobre
HERIDA DE MUERTE, ¡para mí!
¿Por qué iban a hacerlo? Son Dolmen. Parecen ‘ignorar’ que, si hablo aprobadoramente de uno de sus tebeos, les hago un trabajo promocional que, de otro modo, les cuesta una pasta. Ellos (todos, en realidad) lo saben. Lo que les reclamo, ya estáis leyéndolo, es que, alguna vez, reconozcan el trabajo. Y, por correspondencia, ¿por qué no publicitan este blog (o las webs que desarrollan reseñas) en un espacio ex profeso que incluyan en alguna página de propaganda, correo del lector, etc.? No les cuesta nada.
Un sapo tremendo me sirvieron la última vez que me tocó comentar material de Dolmen, una empresa española que apuesta activamente por los autores patrios, y cuya reseña ha aparecido en TEBEOSFERA esta semana. La lucha entre el descrédito y la búsqueda de aciertos fue encarnizada esta vez. Al final, dejé a mi sentido de la integridad prevaler.
LA LOGIA DE LOS SOÑADORES, de JOSÉ FIDEU y VICENTE CIFUENTES (cuyo currículum me ha dejado pasmado… porque este tebeo parece dibujado por un prometedor principiante, no ese autor consagrado), es una aventura presentada en un formato de lujo, prestigio por todos lados, llena de desafío, posibilidades e interés, un audaz alarde de intenciones que defraudan por todo cuanto pudo contar excepcional y al final no hizo.
Su trama se pega a lo más básico posible, cuando pudo desarrollar algunas de estas otras historias, que se me iban ocurriendo conforme leía sus viñetas:
A ver si, usando esta imagen como
cebo, encuentro un editor enrollado
que quiera publicar este material
FAUST (el malo), que es como SATANÁS, se harta de ser el que “castiga” oníricamente a los malvados, por, digamos, encargo de Dios, y desea el poder (en lo publicado se limita a ser un purrioso psicho-killer ingresado en un geriátrico). A su disposición tiene apneas y efialtes, íncubos y súcubos, aterradoras pesadillas, y el resto de la logia (unos que pueden influir mediante los sueños en los humanos, atribuyéndose cada cual un alias conforme a su poder) o se le opone o empieza a decantarse a su favor, viéndole ganador. Y se encona la lucha (porque hay rencillas). Esa era una opción.
¿Qué tal esta otra? Un sujeto, X, algún MISTERIOSO EXTRAÑO, pretende apoderarse de los sueños del mundo entero porque es un lotófago de onirismos y la logia trata de impedirlo, enquistándose en una lucha desesperada (Faust sería como JUDAS).
Otra más: X, el caníbal de sueños, mantiene como en coma al mundo, igual que en THE MATRIX, y la logia intenta rescatarlos para el mundo real. (Tampoco me mola.)
A ver esta otra: los reinos oníricos que gestionan los Soñadores son atacados dañando su esplendor, y se descubre que todo es un plan de Faust para reinar supremo.
Potente portada de VICENTE CIFUENTES,
¿verdad? Pues quedaros aquí. No hay más
Veamos esta: el mundo es una Utopía Manifiesta merced a la sabia gestión de la logia de los Soñadores, pero algo ha empezado a ir mal. Han de descubrir la causa (Faust).
De este parco abanico de opciones, empero Fideu (y Cifuentes, que entre guionista y dibujante hay garla) presentan una historieta de gentecilla mezquina, sin pretensiones, atribulada con la grandeza, y minusválidos que golpean a un rudo policía negro y tuerto dentro de una trama insulsa.
¿Qué hago? ¿Aplaudirles; decir ¡ACLAMAD A LOS AUTORES!,. si no lo merecen? Apuntaron alto, sin duda, pero luego se amedrentaron y no hicieron nada notable. No han estado a la altura de sus reputaciones, y eso debe decirse, como cuando sucede lo contrario y sería una canallada no alabar sus méritos. Es mi honesto, y al parecer para muchos molesto, criterio.
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta: