martes, 6 de diciembre de 2011

EL AMULETO DEL DIOS LOCO – EL BASTÓN RÚNICO # 2

Impresionante cubierta extranjera
sobre EL AMULETO DEL DIOS LOCO
En conjunto, muy poco hay que (o se puede) resaltar de una historia que evidencia su aspecto de continuación dentro de un serial. A destacar la introducción de HUILLAM D´AVERC, el refinado noble galo pasado al IMPERIO OSCURO de GRANBRETAN y cuya lealtad a éste tampoco es excesiva.
D´Averc representa acaso al superviviente oportunista que sufre una sacudida de moralidad y termina decantado al lado correcto de la balanza. No faltarán ocasiones en el futuro en que lamente este ataque de conciencia, pero lo otro, regresar a la senda que abandonó porque en el fondo le era ofensiva, conlleva una doble condenación que en absoluto piensa padecer.
Acaso sea mejor desaparecer en un holocausto flamígero y hendido por mil espadas pero conservando ese grano de respeto a malvivir en un reino sádico y que no garantice tampoco su existencia. Las condiciones de importancia y mérito en Granbretan oscilan con caprichosa rapidez, y los gloriosos nombres asociados a los importantes señores de la guerra que ensancharon las fronteras del tenebroso imperio a base de expolios y genocidios, invitados al salón del trono del Emperador HUÓN, mañana podrían ser los de vituperados reos cargados de cadenas y suciedad, a cuya miseria física sumen la degradación moral, vidas respetadas sólo para ser víctimas de selectas perversiones.
Se hace comentario de la novela
contenida en el recopilatorio de
MARTÍNEZ ROCA. Ilustración de
BARCLAY SHAW/THOMAS SCHLÜCK
Sobre el papel, ese alarde de integridad siempre queda estupendamente y moraliza; es como un espejo que nos reta a comportarnos ante la adversidad así. Mas cuando asoman las herramientas del martirio por el inmediato horizonte futuro, la carne, débil, vende la entereza del alma esperando así ahorrarse cualquier instante de sufrimiento. Todos cuantos os digan lo de “mejor morir de pie a vivir de rodillas” predican desde púlpitos donde jamás tendrán que hacer frente a tamaña elección; y, llegado el caso, lamerán muchas botas para evitar disfrutar del privilegio de ‘morir de pie’.
El DUQUE DE COLONIA DORIAN HANKMOON, protagonista de esta saga de MICHAEL MOORCOCK, enésima encarnación del CAMPEÓN ETERNO, morirá antes que plegarse, y con abundantes hechos de armas lo demuestra. Aunque en primera instancia aceptó la peligrosa JOYA NEGRA incrustada en su frente, plantada por los siniestros científicos de Grabrentan al servicio del vengativo BARÓN MELIADUS, pues constituía la posibilidad de vivir antes de morir con honor. Y más una oportunidad que comportaba sacrificar al CONDE BRASS y toda CAMARGA, el único foco de “libertad” (¿puede haberla, tal como la entendemos, en un futuro feudal?) que parecía quedar en la Europa Occidental tras el MILENIO TRÁGICO.
DORIAN HANKMOON en plan
barbárico; hasta aquí llegan los
malos; ni un palmo más, promete
Aunque es una apreciación que he entresacado y desarrollado, Moorcock en absoluto la delinea en El amuleto del dios Loco; estampó en papel una vistosa secuela (algo menos vigorosa que LA JOYA EN LA FRENTE) que trata del Bien contra el Mal en un pintoresco escenario. D´Averc resulta sugerente porque aporta color, matiz, a un casi monocromático Hankmoon, más cliché que personaje.
Moorcock lo adorna de las virtudes y apariencia del caro caballero listo a desfacer entuertos doquiera éstos aparezcan, ajá, sí, ¡BIEN!, pero luego tiene muy poco discurso interno. Es un poderoso juguete atrapado en los engranajes del misterioso Bastón Rúnico (suerte de Dios, de enigmática omnipotencia) y pasa por los campos enmarcado por los dones del heroísmo más puro y abnegado, frito por algunas cuitas internas que intentan mostrarlo como algo más que una gloriosa armadura con arrebatos coléricos.
Tras abandonar la ciudad de HAMADÁN, donde fue librado de la amenaza que constituía la Joya Negra de su frente, Hankmoon y OLADAHN, aparente COMPAÑERO del Campeón Eterno, reciben noticia de que han sucedido multitud de desafortunados sucesos, temiéndose la extinción de la Camarga. En SORYANDUM, antigua y fastuosa ciudad ruinosa, donde D´Averc se da a conocer tratando de capturarles, topan con un pueblo fantasma que está constituido por esas razas tan sapientísimas que lo han sacrificado todo (en el caso de la gente de RINAL, hasta la carne, depósito de pecado y distracción) para acceder a un plano superior de ética y moralidad, que luego resulta tan amargo como poco útil. (Esto es recurrente en la ciencia ficción: las sabias culturas macrobióticas que perdieron todo gusto e interés por las cosas, consolados empero en elaborar abrumadoras abstracciones estériles.)
El aclamado autor, MICHAEL MOORCOCK, en apariencia
rodeado de la familia y otros pelotas; los pasa con un
trago de vino
Ligados a las piedras de Soryandum, esta especie fantasmal teme que las obras que proyecta hacer allí el Imperio Oscuro los extermine. Por tanto, convencen a Hankmoon (a quien no le queda otra) para que les recupere un aparato que trasladará Soryandum a otro plano. Distante de la ciudad, con ellos confinados a sus lindes, sólo alguien con cuerpo y pasión, léase Hankmoon, puede brindarles socorro.
En recompensa, Rinal entrega un duplicado de esta máquina al Duque, alarmado por las aterradoras nuevas de que el vigoroso Conde Brass ha muerto, Camarga es historia y su gran amor, la casta YISSELDA, fue secuestrada, terminando el Bastón Rúnico sabrá dónde, y cómo.
Pues resulta que esta novela de
BARRINGTON J. BAYLEY y esta
saga están emparentadas. Suceden
ambas tras el MILENIO TRÁGICO
Con las entrañas ácidas por estos males y angustias varias, Hankmoon emprende raudo regreso a Camarga, pero el GUERRERO DE NEGRO Y ORO (arcángel del Bastón Rúnico) le obliga a apoderarse del amuleto del dios Loco, cosa que hará tras vivir un torrente de aventuras en parajes exóticos, cuyos habitantes están aterrados con la avasalladora inminencia del Imperio Oscuro.
Esa gema enloquece a quien no sea designado su dueño (y el Bastón Rúnico le eligió a él –no podía ser menos; no habría novela- esta vez), pero proporciona extraordinario vigor a su propietario (infunde a Hankmoon una suerte de ESPASMO DE FURIA que inclina a su favor la suerte de la batalla), amén de otro dones.
Yisselda, demente esclava del dios Loco (decadente, sucio, desequilibrado, dueño de un siniestro palacio, caudillo de un ejército de enloquecidas féminas que, merced a su belleza, hundían sus espadas en el obnubilado enemigo) queda sana merced al poder del amor de Hankmoon y, todos juntos, con D`Averc (siempre sospechoso de ser traidor) incorporado al grupo, tratan de salvar Camarga del último y titánico asedio que lidera Meliadus.
SLÁINE, por PAT MILLS y SIMON BISLEY.
En EL AMULETO DEL DIOS LOCO hay
cosas que nutren esta saga en concreto
Brass y Meliadus obtienen una victoria pírrica, pues si bien el Barón no logra conquistar la capital, el Conde se ve obligado a desplazarla a otro plano. Y sobre tan incómoda tregua pesa la amenaza de que la ciencia de Grabretan acabe localizándolos. Pero eso será en otra novela.
Vuestro Scriptor.

Documentación adjunta: