Autorretrato de FRANK FRAZETTA, lo adecuado, como con DREW STRUZAN |
RICK BERRY, en el prólogo del fantástico
libro editado por ARNIE y CATHY FENNER sobre Frazetta, consigna la frase-guía
indispensable para entender la Cultura; mejor: a sus “gestores”: “Lo que para algunos es reprochable es el
éxito comercial en la cultura de masas”. Para estos ‘gestores’, la CultuPop
es una grasa indigerible e insufrible; no debería existir.
Lo entiendo. Como autor de “cultura de
masas”, llevo vistas muchas miradas engreídas de quienes estiman el “Arte” (o
Cultura) como cosa arcangélica que sólo pueden unos pocos tocar, o transformar.
Importa un ardite si el resultado final (en lienzo, pongamos) es un absurdo
conjunto de rayas. Es un Arte sublime para restringido solaz de los paladares
más selectos… y vanidosos. El resto, excluidos.
La influencia de REMBRANDT quizás sea más destacable aquí que en otras pinturas suyas |
Las peores miradas han provenido, sin
embargo, no de autores, o críticos, sino de “editorzuelos” con ventosidades en
vez de ideas. Lo conseguido, empero, fue aumentar mi calidad. Siendo cada vez
mejor, provocaría al flatulento engreído tal ataque de celos que le causaría un
enfisema pulmonar.
Y si destaco a estos “entendidos” fatuos es
porque son la piedra angular sobre la que se encumbran los “expertos” que, con
criterio de PROCUSTO, ensalzan o denuestan a capricho, con mohín elitista en
rostros paralizados por la vacuidad existencial.
Residen en la cúspide de una alta torre
de marfil, y, poseyendo un “refinamiento” y una “escuela”, les estiman
autoridades. Abajo, en los legamosos cimientos, moran sus imitadores. Con
rudimentos culturales, se dedican a lapidar obras (acción resultado de su
impotencia creadora, que los impulsa a “matar” al que trabaja) para granjearse
la condescendencia de los ‘elevados’ gestores. Gente con muchos humos,
marquesitos veleidosos, pero que a esta hueste de improductivos tienen deslumbrados.
CONAN contra los GIGANTES. Ahora, porque está "muy visto", pero en el momento de su aparición, esta pintura supuso un shock "generacional" |
Esta digresión sirve para señalar que
Frazetta pudo quedar totalmente marginado merced a la aversión por otras formas
de expresión artística y la manía de etiquetar de estas ‘sublimes’ gentes y sus
sacamantecas.
Destacan de Frazetta el vigor constante
de sus imágenes, llenas de poderosa vitalidad, causa de una ligera exageración.
El Arte se divide entre quienes ejecutan briosamente, por instinto,
pretendiendo atrapar al espectador, y los planificadores. Estos no logran, pese
a la soberbia imponencia del resultado, transmitir la sensación de vida de los
primeros. Y es decisión difícil elegir entre “copiar” con impresionante
verismo, o “transmitir”. Esto exige un sacrificio que no a todos agrada.
Desobedece cánones, reglas, gustos… Escuelas. Lo segundo es… menos perfecto
pero eficaz. Si logras, como Frazetta, granjearte la admiración colectiva, wunderbar! (De ahí lo arriesgado de la
fórmula.) Mas, si ocurre lo contrario…
Ni la parodia le vino "grande" a Frazetta. La modelo, por cierto, era ELLIE, su señora |
Lo que hace grande a Frazetta, sus
enormes dotes como artista, provienen del querer hacer que sus pinturas
“respiren”, “se muevan”, impacten. No pintó fotogramas de un pavoroso verismo
(que aturde por su impecable acabado), sino instantáneas rodadas con cámara de
alta velocidad del momento más impresionante de la escena.
Y Frazetta fue quien retrató
definitivamente a Conan. Admitió que sentía
“sintonía” con los cuentos que le pidieron ilustrara. Su exotismo bárbaro le
atraía más que en otros relatos. Mostró su cara, la forma, la imagen que
después una pléyade de autores ha copiado, empezando por el sacralizado JOHN
BUSCEMA. Mas no sólo retrató al cimmerio (¿o cimmeriano?); dio una sustancia de
la que carecían otros personajes que, tras su recreación, se han hecho
icónicos.
EL MENSAJERO DE LA MUERTE, obra pintada en una noche... Pasmoso |
Frazetta, con su arte, consiguió que
modestas editoriales superaran un grave trance económico, efectuando portadas
impensables para la época, una zumbada e incapaz de definirse (artísticamente)
entre lo clásico y la contracultura abstracta que ganaba terreno en las
galerías de arte y la querencia de los entendidos por esnobismo. El de
Brooklyn, al margen de todo eso, tiró por el camino del medio. Hizo lo que
mejor sabía. Tomó cuando de impresionante y eficaz tenía REMBRANDT y lo enmarcó
en un panorama fantabuloso nunca
antes concebido.
Por desgracia, un genio de su magnitud no
puede evitar (aun sin proponérselo) hacerse enemigos. La opinión adversa más
cretina vertida sobre su trabajo procede de SPRAGUE DE CAMP y LYNN CARTER (esos
cegadores faros del fantástico —sanguijuelas que medraron de “reconstruir” los
relatos de ROBERT E. HOWARD sobre Conan—),
que hallaban su imagen del cimmeriano (¿o cimmerio?) como “poco atractivo y necesitado de un corte de pelo”.
Afiche no utilizado de ABIERTO HASTA El AMANECER. Frazetta produjo gran cantidad de carteles de cine |
Helo ahí: la estupidez incrustada en el
corazón de la Cultura, drenando memeces bebidas por ciertos colectivos como
néctar inspirador. ¿Qué esperaban de Conan, saqueador del Remoto Pasado, época
sucia e ignorante, donde la fuerza y la violencia daban la razón, siendo medida
de todas las cosas? Seguro que preferían la estampa de algún atildado señorito
que, en ocasiones, se desmadraba algo, reflejo de esos irreales galanes del
cine de entonces que, pese al más brutal ajetreo, ni se despeinaban.
Podría verter un (merecido) Nilo de
elogios sobre la influyente y vasta obra de Frazetta. Tiene el inconveniente
que un gran número de admirativos hace la exaltación viscoso peloteo, y he preferido
resaltar su grandeza citando ejemplos que podrán ilustrar mejor al lector de
dónde procede la grandeza de Frazetta.
Qué capacidad para resaltar los contrastes |
Esas opiniones adversas proceden de
personas conscientes de que jamás tendrían una fracción de su talento. Y, por
tanto, debían masacrar el de Frazetta.
Frazetta logró agotar, con una
ilustración en portada, toda la tirada de la prestigiosa revista American Artist. ¿Puede haber mayor y
elogioso reconocimiento a su trabajo? Debió ser un trago amarguísimo para las
elites culturales el que un tío que ilustraba (ajá, sí) sobre monstruos y
fantasías seminudistas (o fetish,
como la saga de Barsoom), tuviera ese colosal impacto global.
La enfermedad del tiroides que aquejó a Frazetta lo forzó a aprender a dibujar con la zurda. Esta pintura fue realizada con la mano izquierda |
La CultuPop, gestando y legando como las
góticas ‘majestades’ ni pueden ni podrán. Frazetta dudo que en ningún instante
de su vida reflexionara sobre esto, ni pretendiera hermanar lo más sibarita de
la pintura con lo más desenfrenado de la CultuPop. Creó porque era su instinto.
Ilustró pues era su trabajo, que alimentaba a su familia.
Parafraseando al gran STEPHEN KING (otro
proveedor de CultuPop): el Arte sale del
estómago. De deber llenarlo. El resto son flatulentas telarañas de Manderley, que ayudan a poner una pose
relamida, pero estéril.
Gracias, Frank, por las innumerables
lecciones dadas.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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