El prometedor afiche. Así, muy titánico y dispuesto a barrer la escoria criminal |
Queriendo ser original, diré algo "positivo" de la denostada película de FRED DEKKER: filma una parábola del
miedo al inversor extranjero, que pretende mancillar una castidad
norteamericana ingenua y maravillosa, y anima a la defensa de ciertos sagrados
principios acogidos bajo la insignia de las barras y estrellas.
Siempre se ha valorado, al alza, la saga
del cyborg que añora su pasado humano pero ha terminado aceptando su nueva
condición inhumana gracias a los excelentes legados de PAUL VERHOEVEN e IRVING
KERSHNER. No se (prefiere) recordar, para nada, el menos venturoso tránsito de
ALEX MURPHY (PETER WELLER) por el tebeo y la serie de animación.
Pero RoboCop
3 recoge cuanta deficiencia y absurdo esos productos exhibían, ‘edulcorado’
con algunos planteamientos de FRANK MILLER que ha rebajado, de notable forma,
la agresividad impostada a ROBOCOP 2.
A la agente LEWIS (NANCY ALLEN) el new look no va a venirla nada bien. En primer plano, la nueva mecánica de ROBOCOP |
…aunque aseguran que WALLON GREEN tuvo más
que ver con esa agresividad. Pero pudiera parecer que desearan adjudicársela al
autor de cómics por su auge en el medio por entonces, causa de un esnobismo de
querencia sobrevenida de las elites críticas y estéticas del ‘mundo cultural’,
siempre vano, superficial, insustancial, lamentablemente influyente, por la
historieta.
El tebeo estuvo siempre ahí, ofreciendo distinta
calidad en sus tramas e ilustraciones. Se estimaba juguete necio y pueril del
horrendo “consumo de masas”, y no merecía sino sofisticado desprecio. El Arte,
la Cultura, (de la que estas veleidosas cabezas huecas se han adueñado,
indicándonos caprichosamente qué consumir, adorar, denostar), es otra cosa. Elevada, radiante, acotada al
populacho bullicioso. Mas, de pronto, vieron cierta propiedad en el tebeo y
debían ¡aclamarlo!, quitárselo a la gente corriente al que “se destinaba”, para
transformarlo en otro cursi bibelot
de su idolatría.
Entendían que, para estar en la onda,
debía hablarse del tebeo (léase: novela gráfica) en sus fondas culturales. Sin
saber de qué conversaban. Sin citar autores, ilustradores, aun hojear un cómic.
Era… la postura. La moda. Lo IN de la
temporada.
Así que elegimos a Miller, que vive de las
viñetas, y parece así que la cosa adquiere un renombre capaz de imantar la
atención de esas elites, cuya crítica y presencia sacraliza la producción.
Así es: tan perdida estaba esta cinta como indica la cara de RIP TORN. Hace añorar intensamente a los perversos Ejecutivos de las pelis anteriores. En RoboCop 3, estaban todos de saldos y liquidaciones |
Por desgracia, RoboCop 3 defrauda toda expectativa. Es artefacto agotado y
aturdido que no convence y que, para justificar su descafeinado aliento, culpó
a la hiperviolencia de RoboCop 2,
productor de fuerte rechazo y tal. Para existir, RoboCop 3 debía ser más DISNEY
que nunca. Y helo ahí: blanco de malas reseñas y peores recomendaciones.
No obstante, alguien (tal vez Dekker, o
Miller, o ambos) decidió que RoboCop 3
debía alentar (con respiración asistida) los mismos aires que habían
popularizado al masivo representante de la Ley, y mantuvieron un (remedo) del enérgico
contenido social presente en las primeras entregas, presunta (y no lograda)
denuncia de unas conductas avasalladoras del Poder y el Dinero, nuevos amos
feudales que oprimen a la masa.
Por pelotas, guionizando FRANK MILLER, había que meter un rollo samurái en la trama... una evanescencia del "peligro amarillo" constatado ya en BUCK ROGERS o FLASH GORDON |
Que OCP pierda todo su poder frente a una
Corporación japonesa menoscaba toda la estructura de RoboCop 3. OCP era la faz, inhumana, del Poder y el Dinero que nos
están haciendo la puñeta. Enemigo cercano y que podíamos identificar, así
odiar, por tener reflejo en nuestro mundo real.
Al transformar a OCP en víctima, perdió
la gracia. Ahora, ¿a quién vamos a aborrecer? ¿A esa Corporación nipona llena
de caras desconocidas? ¿Carentes del elegante y comedido empaque de EL VIEJO
(DANIEL O´HERLIHY), o del extrañamente ingenuo y afortunado JOHNSON (FELTON
PERRY), que sobrevive toda la serie, pese a las titánicas debacles, debido a su
secundaria y anodina estampa?
La inútil canallada: ¿a qué matar a Lewis? Su sintonía con MURPHY era magnífica. Otro despropósito de la película |
El enemigo del país del Sol Naciente no
tiene garra. Es un capricho oportunista de Miller (creo), que quería consagrar,
en la Robomitología, sus propias
preferencias. El tal robot OTOMO (no hace falta explicar por qué ese nombre,
¿eh?) no da la talla; su aparente superior sofisticación, frente al corpulento
RoboCop/Murphy, no consigue vencerle. Aunque sí establecen esta imagen: RoboCop
es sólido y resistente, como América. El elegante robot extranjero es también débil.
Creo que conviene señalar qué oscura
intención “patriótica” encierra esta cinta, rodada como un reprise del primer RoboCop
(imperdonable la muerte —innecesaria— de ANN LEWIS —NANCY ALLEN—) y finiquitar
la saga (táctica incomprensible que esboza casi desde el primer fotograma; ¿van
a matar a la productiva gallina de los huevos de oro?). Por esa época, grandes
Corporaciones japonesas estaban adquiriendo señaladas empresas norteamericanas.
Pues así de quebradas iban quedando nuestras ilusiones sobre el filme, conforme transcurría el metraje... |
“Advertían” de una invasión foránea que
iba apoderándose de lo más rico del país: podían, cara al estadounidense y el
resto del globo, seguir teniendo fachada americana, pero sus jefes estaban
domiciliados en Tokio.
Mediante estas “denuncias” parecían
intentar criminalizar al inversor extranjero, en vez de admitir que quizás el
fallo estuviera en la propia industria nacional, que dejó de ser eficiente, o
competitiva. No por pereza o ineptitud. Se durmió en los laureles. Se prefiere
culpar al forastero a admitir taras indígenas.
Conflicto entre supermáquinas. KATO tumba la (sólida) versión mecanizada de JOHN WAYNE |
Pero pasma la comparación: los mejores RoboCop los filmaron extranjeros
(Verhoeven, Kershner), y el peor, un norteamericano. ¿Cómo de lúcido queda el “mensaje”
que se pretendía transmitir, que el made
in USA, hecho por personal USA, supera al foráneo?
América es también muy nacionalista. Proclive
al aislacionismo, no mira tan bien como afirma su Propaganda al mundo. Es un
robusto gigante convencido de perdurar para siempre, mas su imperio muestra ya
decadencia. Por un lado, invita a venir y civilizar a todos con su contagiosa
CultuPop. Por otro, rechaza, criminaliza, discrimina. Se siente por encima del mundo,
a duras penas queriendo admitir que su poderío procede de inmigrantes, llámense
o no EINSTEIN o VON BRAUN.
Postal de final feliz. América jamás será tumbada por unos energúmenos de ojos rasgados. A destacar la presencia del SGT. REED (ROBERT DOQUI), que aguanta las tres entregas también |
Concluyendo: RoboCop 3 decepciona. No es RoboCop.
Está siempre roto, averiado, como en los dibujos animados o el tebeo. Soportó
violentos castigos en pasadas entregas, pero aquí lo tumba un resbalón. Gana de
pura chamba, no a consecuencia del heroico esfuerzo. Y lo santifican como
imagen del honesto pueblo trabajador americano, que se opone, desde el aire,
cuan ciberarcángel de piel de titanio y kevlar, al fascista capital extranjero
que ha corrompido a varios compatriotas y pretenden violar la ingenua castidad
de COLUMBIA.
Como digáis. Pero este no es RoboCop. Es ROBERT BURKE vestido de RoboCop.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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