miércoles, 24 de febrero de 2016

400.000 VISITAS — AVALAN UNA HISTORIA DE LA FRONTERA

La captura de pantalla no miente. Y, lo mejor,
¡quedan menos para los quinientos mil!
Seis años casi de “emisión” se remarcan con la cantidad de casi medio millón (un número grande) de visitantes que han pasado por aquí por una u otra razón. La mayoría porque han visto algo interesante (¡aun culto!) en los disparates críticos que suelo escribir para regocijo de todos, y porque poseyendo el derecho, y habilidad para hacerlo, los estampo en la inmensa imprenta de internet.

Durante este periodo han sucedido cosas. Novelas publicadas. Autopublicadas. Novela fantasma publicada. Transformación laboral y estilística. En un plano personal, grandiosas novedades: ¡internacionalización! Aunque a veces me he descolgado con algunas cítricas opiniones personales distintas a lo que estimé principal objetivo de este blog (ventana promocional de mi trabajo, inicialmente el literario; luego el gráfico, a menor escala, compartido con su blog hermano), la mayoría de entradas expresan mi criterio, particular y quizás transferible, sobre textos, filmes y cómics, algo que continuaba la dilatada colaboración con TEBEOSFERA, donde me fogueara afortunadamente, pues conté con buenos maestros.

Por aquí vendrán novedades.
Importantes
Quizás, ya reseñé anteriormente, haya ralentizado algo la renovación de entradas. ¡Hay trabajo que hacer! Me ocupan ambiciosos proyectos con ramificaciones más extendidas de lo aparente. Y requieren tiempo. Lo reconozco: BIANCA BLAZE es exigente, pero lo compensa el altamente grato-y-satisfactorio resultado.

Me honra, sobre todo, que un decano espacio como SITIO DE CIENCIA FICCIÓN reproduzca algunos de los artículos aquí aparecidos. Eso indica que, ciertamente, tienen alguna chicha ‘nutritiva’. Así que, tan mal, ¡no debo estar haciéndolo!

Hay un aspecto negativo: mantener un blog tiene cierta tiranía. Debes estar por él. Y más si tienes un CV como el mío. Debes demostrar que hay algo que justifique tu reputación (literaria-gráfica). Se manifiesta este sometimiento en jornadas como las que estoy viviendo ahora. Falta el tiempo. Y las prisas, a veces, cometen fallos que no  debieron escribirse. Si dispusiera de otro momento para otra corrección…

Pero cuando contemplo esa cifra, cuatrocientos mil… Un leve escalofrrrío transita mi columna vertebral. Es indicativo de que, sí, muchacho, lo has hecho (o continúas) bien. Lo que ahora importa: mejorarlo.