Pues ya tuvo presencia en los debidos lugares... y se admiró el contundente trazo curvilíneo, ¡hey hey! |
Cuan mínimo-nimio informe, sin auténtico
ánimo exhaustivo, efectúo este comentario sobre el evento en que patricipé la
jornada de ayer, impartiendo el taller de cómic; como era de esperar, se
duplicó la asistencia de alumnos, que pudieron salir contentos de la
experiencia, pues adquirieron nuevos conocimientos sobre la materia tratada.
Los participantes, en su mayoría warsies, exhibieron el rico plumaje de
los disfraces como homenajean a los personajes de su preferencia de STAR WARS. Había surtida variedad de cosplays, desde los que invirtieron
bastante en su adecuación, como los que, con más voluntariedad que medios, aun
así no vieron en esto freno para mostrar su aprecio por los fenómenos ideados
por la fantasía de GEORGE LUCAS.
Destaco la fuerte presencia de autores,
con los que pude trabar contacto (espero, amistad), y que, durante el receso
del almuerzo, y la más amena sobremesa, surtieron de numerosos datos sobre la
industria del cómic, sus propias experiencias profesionales y editoriales, y de
participación en eventos como el que nos reunía. Dos horas largas de intenso
debate didáctico donde se expusieron además cifras, que mostraban tanto la
robustez del Noveno Arte como la salvaje depredación que está realizando, de
las viñetas, el parásito real, el Séptimo Arte.
Quedó perfectamente claro: pese a su
potencia e infiltración, el cine es una sanguijuela. Nació estéril y, para
expresarse sin cesar, depende, absorbe, extrae, de medios artísticos (aun la
misma vida) elementos de subsistencia. No tan claro quedó cuánto devolvía el
cine después a los recursos de los que tanto traga. Al parecer, es bastante
ingrato.
BIANCA BLAZE fue captada por la TV local, me consta. Y está donde importa: en los papeles. |
En plano más personal (y agradecido por
el enriquecimiento que supuso hablar con estos autores, de los cuales pude
apreciar el amplio delta de calidad de su actividad), esta jornada fue la
puesta de largo, presentación social, de BIANCA
BLAZE y su continua batalla contra el estrambótico, pretencioso y
narcisista EMPERADOR CATACUMBA, otro egoísta de cojones. Una pequeña sorpresa
para estos hábiles lápices que ofrecían, en adecuados stands, la interesante oferta de su creación.
Debido, reconozco, a que mi función no
era la de presentar per se a Bianca,
su efecto no pudo ser tan amplio (en público) como, de entrada, quisiera. Pero
hay otros eventos similares donde, y más específicamente, haría acto de
presencia más “persuasivo”.
Importante: Bianca Blaze llegó a las manos adecuadas. Causó el impacto debido
en las personas que sabrían apreciar su potencial. Pequeño paso, pero dado en
la dirección correcta. Un tanteo satisfactorio.
Y, lo mejor: por mor de esto, me han
ofrecido nuevas direcciones radiales, señalándome qué caminos, más
prometedores, tomar para ampliar su potente colorido.