Explosivo afiche de la ERA RAMBO. Las chicas son guerreras y todo eso |
Con tal pretexto (la misoginia) me ¡elogiaron!,
temporibus illis, esta película. La
comentó un señor con ramalazos ginofóbos que se ponía como una moto, consecuentemente,
con CONAN y demás forzudos en taparrabos tiesos por la mugre y sus espadas.
Bueno: no necesitamos a FREUD para explicarnos todo esto tan fálico, ¿eh?
Cherry
2000 es una cinta que
fracasa porque no termina, no de decidirse, sabe muy bien qué pretende y dónde
dirigirse, de cristalizar sus numerosas posibilidades. Desde un ambiente
vagamente distópico, con arcologías de saldo robadas a BLADE
RUNNER y una Sociedad SOYLENT
GREEN con restricciones de reconstrucción postbélica (siendo de Década
80, la matraca de la guerra nuclear que nos tenía a todos inquietos), a continuación
se transforma en road movie por esos
pagos australianos madmaxianos donde imperan los tribalpunk de 1997…
RESCATE EN NUEVA YORK, para regodearse en ciertas nostalgias western, como refleja el remoto pueblo
donde nuestro poco comunicativo protagonista (él sí es el robot, no la pava que
le calienta la cama al volver a casa) que, para más inri, busca a un cazador.
¡Ohh! La CHERRY 2000 se ha estropeado. Y es es su disco duro, repleto de información y (nula) personalidad |
Un tracker,
en realidad. Mas tradujeron “cazador” por darle, imagino, conexión con los
cazarrecompensas estilo LA MUERTE TENÍA
UN PRECIO. Y todo, con un vago toque de humor que, difícilmente, promueve
la sonrisa.
El filme, con una idea interesante y una
construcción singular, fue a parar a manos de un director poco competente. ‘Mediocre’
es un elogio. Pero también cómo define el resultado. El elenco, para colmo, tampoco
hace mucho por creerse sus papeles.
Se ve en los páramos aledaños a Las Vegas,
pasando calor y tragando polvo, mientras pilotan vapuleados coches (sólo vale
el de la aguerrida cazadora, una MELANIE GRIFFITH igual de refractaria que el
cliente que la contrata para llevarle hasta ese depósito de robots sexys donde
encontrar el repuesto a su Cherry 2000, averiada por cortocircuito) y entablan
tiroteos de cachondeo contra un desequilibrado, dueño de unas extensas parcelas
de secarrales, y que odia a los cazadores.
La amazona guerrera combatiendo secuaces desérticos en un malabarismo circense tan exagerado como estrafalario |
Lo rodean solícitos pero inútiles secuaces
que hacen de bulto y presentan el pecho para recibir las balas que vuelan en un
desesperado intento por convencernos que estamos ante pura raw action! Lo habitual en producciones similares, o aun de más
enjundia.
La falta de concreción como la historia
transcurre termina contaminando las ideas efectivas que contiene Cherry 2000. Te deja ese regusto amargo
de saber que pudo dar más. Pese a ser serie B, que tantas gratas sorpresas
solía dar. Lo perdonarías todo si los actores hubieran intentado transmitirnos más
fe en su hacer. Que eran unos mantas (no sé; estaba el veterano BEN JOHNSON), o
el director no supo estimularles, es cuestión a plantearse. La cosa: Cherry 2000 puede pasar a la Historia
por lo que casi fue, y no alcanzó.
Entre tanto tiroteo y desquiciada persecución... nace el romance; la genética se da otra oportunidad. Quizás las "auténticas" no estén tan mal, después de todo |
Lo de la misoginia (en el futuro, las
tías están más insoportables a la hora de coexistir romántica/sexualmente y los
tíos prefieren serviles máquinas sexys complacientes) es un pretexto propagandístico
huero para dar la calidad que la acción, per
se, no da a la cinta. ¿Llegaron a plantearse que, quizás, estuviéramos ante
una nueva forma de fetichismo; que se prefiera el sexo con sofisticadas máquinas
sumisas a mantener relaciones con personas y sus defectos? Así me lo planteé:
estamos ante un fetichismo, no ante el miedo, un poco también Complejo de PETER
PAN, a soportar a una mujer y sus manías y cambios de humor, etc. Ante un
deseo, además, de ganar toda discusión. ¿Iba a rebotarse el robot? No.
Todo el presunto glamour machista cayó. Quedó esta película de acción apoqueclíptica
de balcanización americana madmaxiana que apenas salva el rato. Pues vaya.
Lástima.