jueves, 23 de junio de 2016

CHERRY 2000 — Y EL CAMELO DE LA MISOGINIA

Explosivo afiche de la ERA RAMBO. Las
chicas son guerreras y todo eso
Con tal pretexto (la misoginia) me ¡elogiaron!, temporibus illis, esta película. La comentó un señor con ramalazos ginofóbos que se ponía como una moto, consecuentemente, con CONAN y demás forzudos en taparrabos tiesos por la mugre y sus espadas. Bueno: no necesitamos a FREUD para explicarnos todo esto tan fálico, ¿eh?

Cherry 2000 es una cinta que fracasa porque no termina, no de decidirse, sabe muy bien qué pretende y dónde dirigirse, de cristalizar sus numerosas posibilidades. Desde un ambiente vagamente distópico, con arcologías de saldo robadas a BLADE RUNNER y una Sociedad SOYLENT GREEN con restricciones de reconstrucción postbélica (siendo de Década 80, la matraca de la guerra nuclear que nos tenía a todos inquietos), a continuación se transforma en road movie por esos pagos australianos madmaxianos donde imperan los tribalpunk de 1997… RESCATE EN NUEVA YORK, para regodearse en ciertas nostalgias western, como refleja el remoto pueblo donde nuestro poco comunicativo protagonista (él sí es el robot, no la pava que le calienta la cama al volver a casa) que, para más inri, busca a un cazador.

¡Ohh! La CHERRY 2000 se ha estropeado. Y es es su disco
duro, repleto de información y (nula) personalidad
Un tracker, en realidad. Mas tradujeron “cazador” por darle, imagino, conexión con los cazarrecompensas estilo LA MUERTE TENÍA UN PRECIO. Y todo, con un vago toque de humor que, difícilmente, promueve la sonrisa.

El filme, con una idea interesante y una construcción singular, fue a parar a manos de un director poco competente. ‘Mediocre’ es un elogio. Pero también cómo define el resultado. El elenco, para colmo, tampoco hace mucho por creerse sus papeles.

Se ve en los páramos aledaños a Las Vegas, pasando calor y tragando polvo, mientras pilotan vapuleados coches (sólo vale el de la aguerrida cazadora, una MELANIE GRIFFITH igual de refractaria que el cliente que la contrata para llevarle hasta ese depósito de robots sexys donde encontrar el repuesto a su Cherry 2000, averiada por cortocircuito) y entablan tiroteos de cachondeo contra un desequilibrado, dueño de unas extensas parcelas de secarrales, y que odia a los cazadores.

La amazona guerrera combatiendo secuaces desérticos en
un malabarismo circense tan exagerado como estrafalario
Lo rodean solícitos pero inútiles secuaces que hacen de bulto y presentan el pecho para recibir las balas que vuelan en un desesperado intento por convencernos que estamos ante pura raw action! Lo habitual en producciones similares, o aun de más enjundia.

La falta de concreción como la historia transcurre termina contaminando las ideas efectivas que contiene Cherry 2000. Te deja ese regusto amargo de saber que pudo dar más. Pese a ser serie B, que tantas gratas sorpresas solía dar. Lo perdonarías todo si los actores hubieran intentado transmitirnos más fe en su hacer. Que eran unos mantas (no sé; estaba el veterano BEN JOHNSON), o el director no supo estimularles, es cuestión a plantearse. La cosa: Cherry 2000 puede pasar a la Historia por lo que casi fue, y no alcanzó.

Entre tanto tiroteo y desquiciada persecución... nace el
romance; la genética se da otra oportunidad. Quizás las
"auténticas" no estén tan  mal, después de todo
Lo de la misoginia (en el futuro, las tías están más insoportables a la hora de coexistir romántica/sexualmente y los tíos prefieren serviles máquinas sexys complacientes) es un pretexto propagandístico huero para dar la calidad que la acción, per se, no da a la cinta. ¿Llegaron a plantearse que, quizás, estuviéramos ante una nueva forma de fetichismo; que se prefiera el sexo con sofisticadas máquinas sumisas a mantener relaciones con personas y sus defectos? Así me lo planteé: estamos ante un fetichismo, no ante el miedo, un poco también Complejo de PETER PAN, a soportar a una mujer y sus manías y cambios de humor, etc. Ante un deseo, además, de ganar toda discusión. ¿Iba a rebotarse el robot? No.

Todo el presunto glamour machista cayó. Quedó esta película de acción apoqueclíptica de balcanización americana madmaxiana que apenas salva el rato. Pues vaya. Lástima.