viernes, 2 de agosto de 2019

EL MUNDO DEL RÍO – Y OTRAS HISTORIAS — FARMER DESHINIBIDO

Viajada cubierta del volumen citado.
Junto a una fértil imaginación, se añade
un desenfadado modo de enfocar las
diversas narraciones

El recopilatorio flaquea en dos cuentos, pero el resto permite ver la extensión de la creatividad e ingenio de PHILIP JOSÉ Farmer cuando se sentaba ante la máquina de escribir. Cada relato contiene un pequeño prólogo que explica qué mecanismos lo pusieron en marcha. Es anotación interesante pues permite atisbar los engranajes de la creación del autor. Los de Farmer, de excelente calidad (claro, no era un tedioso gótico arrogante), son toda una lección de temerario talento tenaz.

El plato fuerte es la novela corta El Mundo del Río, apéndice de importancia relativa dentro del caudal principal de la saga. Es interesante, no porque forme parte de esa extensa serie, e incluya a uno de sus posteriores coprotagonistas, sino porque Farmer pone a YESHUA (JESUCRISTO) en una situación de depresión y amargura que creo se ajustaría mucho a la que estaría un Jesús resucitado entre nosotros.

La liturgia enseña que Dios Padre mandó a Su Hijo entre nosotros para predicar un mensaje de pax, amor, tolerancia. Al parecer, el Canalla de las Alturas estaba ya un poco harto del fuego y el azufre sodomorreano y diluvios y pretendía ensayar con otra cosa: mediante un discurso amable, pacífico.

Muerto empero Jesús, el Mensaje quedó irremediablemente adulterado, confundido, explotado a gusto de distintas facciones teológicas o de opinión que ha dado el presente desastre en que vivimos. Se han entendido aquellas parábolas de Jesús de manera que enriquecieran a determinados sectores de la Iglesia, que se comportan como mafias o de manera tan necia, ciega y sectaria que engendran la Inquisición a la que convierten en un arma de represión de la cual los protestantes abusan, tanto que la Inquisición alemana es la más cruel de todas.

PHLIP JOSÉ FARMER. Un escritor habitual de este espacio.
Y del cual todavía tendremos mucho más que decir (si el
tiempo lo permite)
Jesús llegó, predicó, padeció, murió. Resucita. Y ¿qué ve? Que su Mensaje está siendo usado por fanáticos o tarados para causar lo contrario de lo que explicó desde las cumbres o las atrasadas aldeas de su Palestina natal. ¿Cómo encaja esto el Hijo de Dios? En la narración, Farmer explica que de forma introspectiva, de rechazo al mismo populux que pretendía salvar. Lo irrita sobremanera que algo destinado a generar un bien común universal sea eso: un arma de exclusión, persecución y martirio, como el que termina proporcionándole uno de esos obcecados de la Biblia que tanto abundan, fundando sectas para que los débiles de entendimiento y espíritu tengan algo a lo que afianzarse.

Es un relato audaz y que no pretende ofender los sentimientos religiosos de nadie, sino mostrar como algo cargado de buenas intenciones puede ser destruido. Aparece en una época donde la ciencia ficción era, al menos la estadounidense, patrimonio de SAN ISAAC ASIMOV y “los suyos”. Publicaban historias hoy día designadas “conservadoras” (cada vez tengo menos claro qué significa eso). Y, por otra parte, no veo a San Isaac escribiendo el ‘irreverente’ cuento que sigue a esa novela de El Mundo del Río. Pudiera haberlo hecho, aunque pienso chocaba frontal con sus creencias morales.

Otro de sus libros. (No sé de qué va,)
Con portada de RICHARD CORBEN
(y recomendado a adultos. Así será)
Esto me lleva a considerar la ideología política (o moral) de la ciencia ficción. Si en esos entonces se consideraba en poder de los “conservadores”, ahora padece en manos del otro extremo. La ciencia ficción española, al menos, es baluarte y apéndice de la Xtrema Ixquierda, intolerante, fanática, que desde sus murallas prohíbe, cohíbe, amenaza, insulta, a quienes no sigan sus consignas progrerrepublicaministas.

¿Dónde está ahora el conservadurismo? Pues en el bando que lo censura y critica más. Pero no debería extrañarme, pues obedecen la máxima “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. En su caso: de altura de miras, tolerancia, respeto. No les ha bastado con robarnos el Arte, sino que también están adueñándose de todos los estilos literarios. Empezando por subyugar al más libre de todos. Detesto acabar esta reseña así, pero considero que esto debe destacarse.