viernes, 9 de agosto de 2019

SPLIT SECOND — LLUVIOSA DISTOPÍA CON MONSTRUO INCLUIDO

Afiche. Película bastante ineficable que
busca sus méritos en
ALIEN y BLADE
RUNNER. Aun PREDATOR

Esta película es un petardo. No importa quién la interpreta. (Ahora voy a eso.) Esboza un par de interesantes apuntes sobre el Cambio Cli. Muestra Londres inundada, víctima de una lluvia de duración bíblica, y la negativa norteamericana a intentar menguar o paliar esos catastróficos efectos del clima, de alcance global. Noticia ésta de hoy día, vaya.

SEGUNDO SANGRIENTO, según traducción local, no sé bien si se trata de una comedia de acción con elementos fantásticos (o weird, creo es el término), con monstruo antropófago estilo ALIEN perdido por el vasto dédalo de cloacas londinenses (‘patria’ de JACK EL DESTRIPADOR, ¿un esfuerzo “imaginativo” del ofuscado guionista por establecer paralelismos y casquerías?), o todo va en serio, quiero decir: Esta es una cinta formal del fanta-weird con tiroteos, suspense a medida de la trama, e interpretaciones de OSCAR diseñadas para dejar electrizado al público en su butaca.

No creo que sea eso, pues le cuesta dar la talla. Roza más la Serie Z (burda y pretenciosa) que la ¡aclamada! Serie B (que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar, y espero siga haciéndolo). Y eso que se nota invirtieron dinero en la producción para darla “empaque”.

Este fotograma explica y reduce toda la actuación del finado
RUTGER HAUER, Poli quemado, grosero, violento, un
estereotipo del fracasado que a golpes enmienda errores
La interpretación del finado RUTGER HAUER muerde. Me explico: Vea, Sr. Director: yo he asaltado naves en llamas más allá de Orión; he atacado castillos medievales en España. He sido oficial de mi reina. Turbulento psicópata autoestopista. Santo bebedor. Flipante espadachín invidente. Me han dejado tuerto en un polvoriento torneo por el cráneo de un perro. Y ¿me ofrecéis este papel, ahora?

¿De vehemente/grosero policía alucinado/obsesionado que va dando empellones a la gente por doquier, blandiendo un estrafalario/aparatoso revólver por calles anegadas de agua sucia en un plató lleno de ratas, alimentado a base de chocolate, café y nicotina, y jodiendo con mi tosquedad al tontolava de mi compañero, el típico licenciado cum laude de gafas pulcramente vestido y modales finolis al que debo espabilar, por mor de las atrocidades que comete el asesino que persigo, dándole unas hostias, si se tercia?

Y le encaloman a este hombre (el bien maqueado) para que
le ayude a resolver un caso estrambótico que hace dudar de
la cordura de STONE, Y, aun así, sigue en activo. Otra
extraña pareja de estereotipo hollywoodiense
¿Un cliché, estereotipo estadounidense del pasma acabado/fracasado ALIEN NATION, impetuoso hipnotizado por su propia decadencia, que vive como un trapero, haciéndose de paso el DIÓGENES guay? ¡Que he asaltado naves en llamas más allá de Orión, tío!

Pues es su papel, caro Sr. Hauer. Y me deja perplejo, confuso. Porque, BUFFY aparte, el rodaje, el carisma, la talla de Hauer, exigían algo mejor en una cinta que, a duras penas, llega a mediocre. Y él ayuda a consolidarla actuando de matón flipado con unas visiones imbéciles que le proyecta un ente que parece supervillano de DRAGON BALL (múltiples ADN que toma a sus víctimas, con ignoro qué pretensión), agarrando por las solapas al primero que se le cruza, o piensa está tocándole los aguacates.

Describo a un personaje que, cuando ¡por fin! se digna orientar a su vapuleado camarada, detalla: “[El asesino] ataca los meses en que hay luna llena.” Ya saben ustedes: hay meses con R, y otros, sin R. Así que los meses sin R, no hay luna. ¡Y se queda tan pancho, el tío! Espero fuese un error de la traducción, que quiso decir: En plenilunio, ataca el asesino. No que hiberna en su húmeda covacha aguardando que SELENE le ilumine las jugosas víctimas cuyos corazones engulle.

Stone termina teniendo razón. Acaban liquidando al traje de
hombre-rana musculoso y finalizamos una
buddy movie con
escenarios ingleses semisumergidos. Queden con Dios,
compadres
Segundo Sangriento, para ir rematando el desaliño, se basa en parte en un cuento de PHILIP JOSÉ FARMER. En el relato, un monstruo-leyenda urbana “aterroriza” a los poceros de San Francisco. (El de la narración tenía más enjundia que este musculoso traje de hombre-rana.) Acaba descubriéndose que, cohorte de ratas aparte, el (sodomita) ser era real.

…tanto como el descalabro que pudo sufrir una importante, o interesante, carrera como la de Hauer, por interpretar tamaño bodrio. ¿Qué lleva a las reputadas estrellas a cometer semejante desmán? ¿No advierten cuánto se juegan actuando así?