Admirable novela gráfica al hilo del comentario. También versa contra los mesianismos y los populismos |
Obviemos por ahora las desapacibles
imágenes de los vertidos químicos en los ríos y las dunas de plásticos en las costas,
como los detritos que flotan en el profundo mar, o las nieblas de contaminación
urbana. Eso está ahí. Tangible. Innegable.
Algo llama empero mi atención de esta moribunda
Semana del Clima, que tanto bombo está teniendo… y escaso éxito. Porque se ve sólo
vale para que el famoseo aproveche para aparecer en los medios (los más
mediáticos de inmediato resplandecieron, quedando como únicos apóstoles del ‘compromiso’
—con su fama, esto es—) sin llegar a ninguna conclusión o avance de facto. Mi inquietud es: cuánto DINERO
produce el catastrofismo climático… y quién lo aprovecha, o se beneficia de él.
Los apalancados y subvencionados,
recelo.
¿Cuánto cuesta montar el show anti-calentamiento?
¿Cuánto cobran los ponentes de esas conferencias, tan aparatosas y
apoqueclípticas? A JUANA DEL ARCO (renuncio a darla promo nombrándola): ¿quién
la paga las estancias en hoteles (de lujo), así como los viajes (de lujo), o todo
lo anejo (de lujo) a esto? ¿Cuánto percibe, por montar el espectáculo, so
pretexto de concienciarnos, o denunciar?
Aquí hay un negocio oculto que la Izquierda
(cómo no) ha monopolizado. Hablan de “luchar contra el calentamiento”, pero
salvo diversas medidas nebulosas, no sabes en qué consiste “la lucha”... o si
será eficaz. Hablan de científicos. Sin embargo, ¿quiénes son? Pongamos un
ejemplo: CARL SAGAN (de continuar vivo.) RICHARD TURKO. No. Usted no oye hablar
de una autoridad científica específica. Oye de “los científicos”, que semejan
una grey de brujos hybóreos expertos en una arcana hechicería hermética a la
que muy pocos pueden acceder. Comentan: “los científicos”, y pasan al punto al
famoso de turno.
La cuestión crematística debe exigir toda nuestra
atención. Poderosamente. Esto vale una pa$ta. La ONU siempre anda pordioseando.
¿Paga la broma? ¿En serio? Veo esto cada vez más oscuro. Porque pienso que,
teniendo presente que lo del apoqueclipse climático exacerbado es un invento de
la Izquierda Más Progre, la que nunca trabaja salvo para cargar megáfonos en
manifestaciones, sospecho que el dinero destinado a “la lucha” se desvía, de un
modo u otro, a “la causa”. Cualquier día se descubre.
Ese dinero es una materia nebulosa
absoluta. Porque no creo se destine íntegro a “la lucha”, una “lucha” que, del
anuncio del recicle usted los plásticos, no pasa. Y el buga eléctrico, lo
olvidaba. El buga eléctrico tiene truco: ¿de dónde sale la electricidad para
recargarlo? Pues si no del carbón o la energía nuclear, contaminantes, no es de
ninguna otra parte. Por arte de magia no se crean jigowatios. Porque la energía solar no da para tanto (cuando da
para tanto) y la eólica es un tanto inconsistente (a ver quién mueve esas aspas
un día de calma chicha).
¿De dónde sale, pues, tu electricidad,
coche eléctrico? De los átomos del SR. BURNS. Uranio. Plutonio. Chernobil, capisci? ¿No estábamos por Nucleares, no gracias?
Estoy seguro que, en alguna parte, ingenieros
genéticos han diseñado algún tipo de planta capaz de absorber CO2 a
gran velocidad, purificar las aguas, la reforestación acelerada, cosas así;
sólo necesitan dinero para materializarlo. Sin embargo, ¿dónde está el parné? Pues
gastándose en pagar dietas y hoteles para famosos… cuando no se desvía a “la
causa” progresista. Todo en B y más oscuro que un agujero negro.
¿A dónde va el dinero de la “lucha” contra
el apoqueclipse climático? ¿Lo sabe alguien?