Hagamos memoria: cae el Muro de Berlín. El
comunismo se va al carajo (mucho duró). Una militancia fanática esparcida por
todo el ancho mundo debe ahora concentrar sus esfuerzos en obtener nuevas
fuentes de ingresos, eso sí, sin tener que doblarla, porque lo contrario, es de
capitalista y opuesto a sus principios, y eso que representan a la clase de los
trabajadores, a quienes sin embargo exigen todo tipo de onerosos sacrificios.
Encuentran, husmeando astutamente en la
facilidad para acomplejar a Occidente y culpabilizarla de todo (siempre habrá
atontados entre ellos que acepten sus premisas sin meditarlas), fuentes de
dinero explotando el feminismo y la ecología. Se convierten en sus sagradas
(nunca santas, cuestión de laicismo) causas. Invierten raudales de gritos,
pancartas y fanatismo en las Sagradas Causas… en las que tampoco creen.
Esta renovada oleada de fundamentalismo
ecológico, con preocupantes rasgos totalitarios, obedece a sucias causas políticas antes que a un interés legítimo por
el daño a la Naturaleza. Han encontrado paladines entre los científicos menos
escrupulosos y saben que la volubilidad política les beneficia. Subirse al
carro ecolo-jeta reporta votos, nada más cuenta. ¿Por qué no íbamos a
prostituir nuestros principios? Para un político de Izquierdas no entraña
problema. Lo lleva en el ADN. Se suma a los compañeros aprisa, convirtiéndose
en su abanderado.
Más literatura para hacer pensar. CARL SAGAN, de los primeros en denunciar el calentamiento, empieza aquí, empero, a dudar de ciertos aspectos de la cuestión |
Vomitivo. Más, quizás, sea la fable velocidad
de los Conservadores para bajarse los pantalones ante el ecolojetismo y seguir
subvencionándolo sin cuento, sin ver en tanto derroche de dinero público (que
sale de nuestras costillas como impuestos, te recuerdo) un producto final físico.
Si das dinero a una ONG (que son muy
sospechosas) para paliar el hambre en África, al menos ves el estremecedor spot del niñito negro comiendo esa pasta
esperando que el hambre no le mate mañana mismo. Empero, los fondos de la “lucha”
‘contra’ el Cambio Cli… ¿a dónde van; en qué se traducen; dónde están sus
resultados, positivos o negativos? Te diré dónde están: costeándole las
vacaciones y los viajes a los apalancados y subvencionados de Izquierdas, “guerreros”
contra el Cambio Cli. Nada más.
Han convertido en una herejía dudar del
Cambio Cli. Hazlo, y verás qué represalia. No se admite la duda, la
controversia, el “me parece que…”. ¡Hay que CREER! Y punto. Porque una cosa es la
contaminación tangible del plástico o el humo de las ciudades, y otra algo que,
mañana, podría revertirse de forma drástica. Me refiero tanto al Año Sin Verano
como al Pequeño Glacial Medieval. (Éste último está apresuradamente
escondiéndose entre los talibanes climáticos porque desmonta mucho de su
apoqueclipse medioambiental.)
Mañana podemos sufrir un Pequeño Glacial
Medieval. Estallar el volcán de Yellowstone y arrojar tal cantidad de ceniza
que oscurezca el alto cielo perfilado por todos los vientos y sumir parte del
planeta en un Invierno Nuclear. El clima es IMPREDECIBLE, por ende. Todo esto
es FACTIBLE mañana mismo. Incluso pasar (lo de Yellowstone) mientras lees este
artículo. Entonces veremos qué pasa con el calentamiento. Dónde quedarán los
argumentos catastrofistas. Mutarán, supongo. La capacidad de adaptación de la
Izquierda es viral y darán la vuelta a los eslóganes, pidiendo más calor atmosférico.
Y ¡ay del disidente que recuerde que querían el planeta enfriado!
En Miles
de millones, CARL SAGAN dedica un extenso capítulo al tema (ya tratado en Cosmos). Y lo interesante, descubrí, era que Sagan empezaba a mostrarse suspicaz con respecto a los Paneles esos que les
sueltan resumidos a los políticos (siempre tirando al apoqueclipse) pues
sospechaba que algunos datos estaban manipulados o no eran tan objetivas las
mediciones como deberían esperarse de profesionales competentes, serios. Algo
estaba adulterándose. No tomaban la temperatura donde debían, sino donde a ellos
les convenía, insinuaba.
La ciencia ficción, por supuesto, ha
tratado el tema con dilatada asiduidad. Tanto ¡Hagan Sitio! ¡Hagan Sitio! como El rebaño ciego (por citar sólo
dos) tienen descripciones de un futuro (próximo) desolador debido al clima. Saco
esto a colación porque, escuchando las SANDECES que están profiriendo estos
días, lo del Cambio Cli y su perjuicio parece cosa descubierta el 1º de Enero
de 2019. ¡Y de una urgencia a remediar de INMEDIATO!
Hay que recordar que los humanos también expulsan CO2. Imaginemos una Tierra hyperpoblada. Qué calentamiento... más que por los pedos de las vacas, gran preocupación de la Izquierda, acabado FRANCO |
Que hay que tomar medidas sobre alarmantes
aspectos del tema (el plástico, la contaminación, los incendios forestales
—apenas les digas: Aquí no se urbaniza, ¡verás qué drásticamente descienden! Mas
siempre habrá una corruptela política que lo autorice—, invertir el dinero en
programas contra la desertización reales, y no en pagarse vacaciones a nuestra
costa…) es obvio. La Tierra perdurará, como hizo tras la extinción de los
dinosaurios. Nosotros, como los dinosaurios, no. Así debe entenderse la
cuestión.
Por último: considero ESCANDALOSAMENTE OBSCENO que la acción
al respecto deba depender de los desvaríos chillones de una adolescente, en
plan JUANA DE ARCO mediática, porque los medios “progresistas” estén encumbrándola,
y no de gente como Sagan. Ya se atisban sin embargo comentarios sutiles de
desconfianza, recelo. Hartazgo. Y la llamo Juana
de Arco porque puede terminar igual.
Recuerdo un antecedente: la MADRE DE LA
GUERRA DE IRAK, creo la llamaban. Una señora en Washington protestaba contra
GEORGE BUSH, JR y esa guerra pues su hijo murió allá. Cuando el eximio OBAMA
llegó al poder, la Señora desapareció de todos los porculeros medios de
comunicación anti-Bush. Mientras les fue útil, la explotaron. Presidente “uno
de los suyos”, que continuó la línea bélica trazada, desapareció. Podía ser
hasta enojosa.
Esto te va a pasar, Juanita del Arco. Hoy,
te adoran. Mañana, ni querrán verte los que ahora se pelean por fotografiarse
contigo. Apenas pase algo que los progres fundamentalistas climáticos estimen amenazas
sus intereses. Descubrirás una verdad fundamental: se pasa pronto del ¡Hosanna!
al ¡Crucifícale!
Entre tanto… estemos en guardia contra el
fundamentalismo climático y defendamos, si las tenemos, nuestras dudas; porque
aún gozamos de ese derecho, ¿no?