La aparente atonía de 2019 ha enmascarado empero
una intensa productividad, así como la gestación de distintos proyectos que
habrán de irse concretando durante el bisiesto entrante y en, al menos, 2021.
He empezado una etapa de propuestas a largo plazo, lo cual puede inducir
sospecha de que no se avanza, o apenas.
No es así. Se trata de que lo que se cuece
merece macerar más tiempo, con detalle. Como RIDE!, la novela gráfica de BIANCA
BLAZE, cuya página cien acabé de entintar hace diez minutos y encaro la
ciento uno, inicio de otra ronda de explosivas aventuras que, quizás, abarquen
otro centenar largo de planchas.
Y, en cuento
a lo literario…
Bueno, ahí sí que las cosas simulan estancamiento. Simulan, debo recalcar. Un
pequeño gambito de la suerte puede brindarme anunciar no una, sino dos, quizás
tres, publicaciones, de forma muy espaciada, en 2020. Son cosas de aspecto
subterráneo que, como las raíces, empero se extienden por vasto territorio,
brotando de golpe, en alguna insospechada parte, la simiente de lo que,
posteriormente, será un robusto/lozano árbol.
No adelantaré empero acontecimientos; me
deleitaré con irlo anunciando a su debido tiempo. Creemos de momento expectación.
Como también, por ahora, relajémonos para afrontar las últimas horas de un bladerunnero
2019 que ha debido ser fatal para unos, espléndido para otros, indiferente para
la mayoría. Unos no desearán termine, por si se acaba la buena racha; otros lo
desean, para empezar una estación que agote las negativas perspectivas actuales;
los indiferentes confiarán en que todo apunte a mejor. Va tocando.
Es la recapitulación anual, que este 31 de
Diciembre de 2019 concluye aquí.
PD:
Acercándose los Magos, apresurándose
Correos con los Roscos de Reyes enviados a los hermanos germanos, recordar que,
en esa celebración de los regalos, los animales NO SON JUGUETES. Así que, antes
de regalarlos, pensar que el enternecedor cachorrito crece, se vuelve enojoso
para las vacaciones, se lo abandona en la cuneta y… No preciso seguir, ¿verdad?
Seamos, pues, responsables. No juguemos con esas vidas.