La Trilogía Clásica, que habría de
revolucionar el cine como no podía nadie suponerlo cuando el GEORGE LUCAS del AMERICAN GRAFFITI iba por ahí vendiendo
desvaríos con el título de LA
GUERRA DE LAS GALAXIAS,
está fuertemente inspirada en el Mito Artúrico. Cualquiera puesto bastante en él
puede verificarlo. (O sólo ver EXCALIBUR.)
Señalará el paralelismo de LUKE con el
joven ARTURO (que ahonda más en la Trilogía Nueva —ignorad por completo lo más
reciente; no vale nada—, cuando descubrimos es hijo de una princesa y un “rey”
ensoberbecido destinado a ser gran defensor de la justicia, la cual impartiría
por toda la galaxia), que hereda de MERLIN-KENOBI la Excalibur láser del padre, ‘muerto’ por el Caballero Negro que es
DARTH VADER, y que está sentenciado a restituir la pax que su progenitor debía
imponer, ayudado por paladines más dispares que LANZAROTE o PERCEVAL. Léase:
HAN SOLO y CHEWBACCA.
Por supuesto, LEIA ORGANA es GINEBRA, el
primer amor que ofusca con fuerza a Luke, lanzándolo a una desesperada cruzada
temeraria que produce la destrucción de la Estrella de la Muerte. Aquí se desvían
del Mito; en algo debían diferenciarse.
Nuevos mundos ligados a nuevos y enigmáticos personajes. La galaxia creía, adquiría dimensiones de mayor épica. La imaginación se ponía de rictus erectus con todos estos elementos nuevos |
También ese romance muestra trazas
del Mito. Leia, idealizada por Luke, aspira a ser su esposa. La mitología Jedi
está muy tocada, es apenas residuo de una idea que se considera supersticiosa,
brujería para idiotas, ni siquiera ya el mal político que dibujan en LA VENGANZA DE LOS SITH. Empero Luke desarrolla
la enigmática Fuerza, en el pasado importantísima. Quién sabe hasta dónde puede
llegar controlando tal poder.
No se aprecian ambiciones de gobierno en
Luke, aun Leia, menos Han, porque estamos en un ensalmo medio mágico. Es la Nueva
Era de la Gran Aventura (revive los cánones de DOC SAVAGE, LA SOMBRA o JOHN
CARTER); un viaje empieza aquí y acaba tres mil años luz (no millas) más allá,
y combatir a un portentoso enemigo entre asombrosos lances cuenta más que
pensar en quién mandará la galaxia cuando caiga el Imperio.
Los personajes conocidos cambiaban de vestuario; la doblez de sus sentimientos o traiciones se refleja, a modo, en el color de sus indumentarias (menos CHEBACCA, que cambia menos de traje que TARZÁN) |
Confiamos en que Luke se enrollará con
Leia. Mas la Organa ya contempla a Solo más de lo debido. Atesora en su seno un
apasionamiento por el granuja espacial, que tiene poco de la presunta virtud de
Lanzarote, aunque sea insigne guerrero y avisado superviviente. El desarrollo
de ese romance en Bespin encaja con el adulterio de Ginebra al entregarse a
Lanzarote. Leia engaña a Luke, aunque no será lo peor que le pase.
El
Imperio Contraataca es una
cinta sombría, llamativa por sus colores intensos. Si en La guerra de las galaxias destacaba el candor del atuendo de Luke y
Leia, y el gris Grey de la Estrella de la Muerte, o los uniformes imperiales,
aquí hay algo distinto. Profundo. El pantano de Dagobah, laberinto de acertijos y
espinosas sutilezas, contrasta con las graves planicies heladas de Hott, como
ambos con la intensidad rojo-naranja de Bespin.
La importancia de las gamas cromáticas tiene su apoteosis en estas secuencias. Se preparan violentas emociones cuyo eco está en estas masas de negro, naranja y azul |
Esos tonos tienen importancia pues están
relacionados con la violencia de las dramáticas emociones que enmarcan. Su
apoteosis está en el duelo en la factoría, donde los rojos, azules y negros
(que parecen dimanar del ominoso DARTH VADER —DARK FATHER—, impregnándolo todo) resaltan mostrando cuán madura,
evolucionada, está esta cinta respecto a su precedente. La aventura sin
consecuencias ha terminado; la revelación de Vader destruye la niñez como Luke todavía afrontaba esta guerra de guerrillas.
Revelación e impacto. Otra analogía: se produce al borde de una sima; la que causa la noticia a LUKE en su interior |
Le abre un nuevo abismo
(¿terminaré como él; poseo su misma semilla de destrucción?) y le deja
suspendido de la Ciudad de las Nubes, comprendiendo qué tenebroso todo se ha
vuelto, más que allá, en la húmeda gruta de Dagobah, donde le vaticinan su
terrible parentesco.
El Imperio gana este asalto en varios
sentidos. La Alianza está más tocada que nunca. Su principal esperanza y
paladín podría, incluso, volverse su peor enemigo…