Unos espléndidos diez años cumple esta satisfactoria novela que tantas extensiones está engendrando, como... |
Siendo el año que acaba hoy muy especial en
nuestras vidas (jamás esperé verme en una situación de peste negra de las que
lees, o ves), golpeadas por la pandemia, no creo oportuno hacer como en pasadas
estaciones, comentando cómo fue el año, qué bueno contuvo, sus tropiezos, las
esperanzas para el periodo solar en ciernes, etc. Miro, y creo que como la
mayoría, con prevención 2021. Desalentado para hacer cábalas de cosas
estupendas por venir, pues parece que 2021 va a ser, al menos en sus primeros
meses, secuela de lo que, ahora, vivimos.
Distancia, encierro, embustes
gubernamentales, manipulación de cifras, mascarillas… viendo con esperanza de
endebles cimientos la Vacuna, el milagro médico, que esperan nos saque de este
atolladero pronto.
Ya he confesado qué pesimismo esta plaga me
ha producido. No me siento, insisto, con ánimo de levantarle la moral a nadie
mediante edulcoradas palabras o expresiones de (infundadas) esperanzas. ¿Qué ha
sido 2020? Año nefasto. De ver multitud de proyectos, si no cercenados,
hibernados sine die, porque los
dineros no fluyen, el maná europeo no será lo que, entusiásticamente, prometen febriles
políticos descerebrados oportunistas. Vas por la calle, descubriendo cada vez
más Más MÁS comercios cerrados que, al menos, antes sobrevivían. Sin tejido
empresarial, no hay prosperidad.
¿Cómo decirle a esa gente: ¡Adelante,
celebremos un 2021 que irrumpe vacunado y va a reactivar el planeta en un
plisplás!, cuando la más tenebrosa incertidumbre acecha?
Lo único positivo que se me ocurre es que,
en 2011, LAS GRAVES PLANICIES vio la
luz; venía bien avalada como Finalista del Premio
Minotauro (del año en que el monumental escándalo fue imposible de tapar,
matando al certamen al final) y esperaba mucho de ella. Hablo no sólo de su
secuela publicada. Del interés de una productora por adaptarla a la pantalla.
...esta primicia, por la cual algunos, que presumen de grandes autores, darían un Potosí. Palabra |
Sí. Ajá. Hace una década que las planicies se extendieron, creciendo cada vez más, por el Prisma Universo, procurando hacerse su modesto aunque respetable hueco en la ciencia ficción-pulp-space opera. Aún deposito gran fe en Marsoon. Lo demuestra las historietas de BIANCA BLAZE en Marsoon. Por no citar las secuelas de la primera novela.
Marsoon es mi gran GRAN patio de recreo
(que, por cuernos, quisieron robarme; al fin los tribunales sentenciaron. El
cornudo felón lo pagó, caro.) Comparte trascendencia con el pesimista panorama
sociopolítico de SOGUETTO. Aunque
Marsoon, por ser grandes espacios abiertos fantásticos, luminosos, hace sentir
más libre. ¡Cuántas cosas ocurren en esos páramos rojizos! Espero que una de
esas editoriales foráneas con las que he contactado decida apostar por Bianca y
Marsoon, y podáis comprobar “en visual” lo que aquí constato con palabras.
Cojamos aliento y saludemos 2021, empero con precaución.