Afiche. Turbulencias y miserias en el Siglo de Oro. No importan los ditirambos que PÉREZ- REVERTE vierta o vertiera sobre la película (para eso los cobra): por muy poco no hay por dónde cogerla |
En justicia, imposible decir sea mala
película. Empero tampoco buena. De una forma u otra, elementos positivos y
negativos se contrarrestan y oponen hasta crear una suerte de Nirvana que
impide inclinar la balanza a diestra o siniestra. No obstante, con cierta
maldad, puedes añadir más peso al platillo de lo negativo. De esta manera, por
ejemplo:
La cinta posee un enfoque equivocado. Las novelas se escriben desde un punto de vista quasipaternalista. El narrador, ÍÑIGO BALBOA, conoce al aguerrido y
taciturno DIEGO DE ALATRISTE que acopia diversos atractivos (héroe de guerra,
encomiable espadachín, hombre honorable, cabal maestro…) así como orea un
Reverso Tenebroso en el cual el muchacho pretende no ahondar mucho, o el mito
se le derrumba. No puede sin embargo obviarlo, y lo resuelve refiriéndose a
fases de introspección del veterano, quien repasa sus malos momentos, su labor
de sicario, y aquellos fantasmas que lo acosan, que intenta exorcizar con
aguardiente o intimidades con CARIDAD LA LEBRIJANA.
Todo eso el regidor-guionista soslaya. Aborda
las cuatro novelas con un grandilocuente alarde Paramount Pictures propio de CECIL B. DE MILLE o WILLIAM WYLER,
cuando debió fiar más en MEL GIBSON y BRAVEHEART. O al patrio CURRO JIMÉNEZ. Que han echado euro$ al espectáculo lo manifiesta su
cuidado vestuario, la ambientación del Siglo de Oro y el retablo de excelsos personajes
históricos a quienes se alude, aunque éstos suelan pasar más por la galería que
ganando protagonismo en la trama.
Correrías sangrientas en las oscuras calles de la Corte. Un grave error de esta cinta radica en haber comprimido las novelas en un sólo metraje. De por sí, cada una basta para filme |
Trama, repito, erróneamente enfocada al condensar las novelas en una sola cinta cuando sólo las dos primeras ya tenían traca para más de noventa minutos. Este afán de resumirlo TODO en el actual metraje, ¿qué hace? Crea incómoda sensación de apresuramiento, de despreciar detalles importantes, y que el espectador se las apañe como pueda. Pues el director considera que el público va avisado de los libros empezando a discriminar, sui géneris, si esto o aquello pertenece a tal novela o momento específico.
Fracaso. Su impresionante vestuario y
ambientación, no lo niego (son esos ramalazos del cine europeo capaz de
competir con el estadounidense en brío, calidad y detalle, mas desdeña
arrogante seguir “comercializándose” por mor de alguna estúpida idiosincrasia “artística”
que pienso tildar de comunista-antinorteamericana): al garete.
La película debió plantearse como BAZ
LURHMANN rueda AUSTRALIA, o como THE
ROAD WARRIOR. La
visión grandiosa, desde ingenua juventud, de un avezado hombre que puede hacer
la diferencia en una ampulosa Corte, atenazada de Inquisición, que recibe las riquezas
de las Indias y se solaza en sedas, satenes y flirtea con actrices de la época,
que comparten lecho ora con nobles, ora con monarcas. Íñigo viene de una aldea
vascuence perdida en los montes, y contemplar las maravillas de palacios,
iglesias y demás monumentales cuadros debe dejarlo anonadado. Todo despide a
sus jóvenes ojos grandeza, glamour,
calor, color, mármoles luminosos. Contempla esos parajes siguiendo obnubilado al
mentor de la parca palabra. Compartiendo pláticas con DE QUEVEDO o VELÁZQUEZ. ¿Ves
eso, que grosso modo PÉREZ-REVERTE traslada en los libros? No.
Es mucho más preferible sacar al actor
guapetón del momento que encarna ya adulto a Íñigo por esta maldita cortedad de
vista que domina a nuestros cineastas, entregados serviles a la progresía antes
que a su propio oficio, el cual deben perfeccionar.
VIGGO MORTENSEN da magnífico la talla del
veterano Alatriste, que parece suerte del PISTOLERO SIN NOMBRE interpretado por
CLINT EASTWOOD en sus western-spaguetti.
Mas apenas abre la boca, deshace la magia. ¿No pudieron doblarle? Porque mira
que habla poco; pero consigue convencernos de que no es español todas las veces.
Apena que tal generosa inversión se deshaga por complejos. Es la enésima producción europea, aun española, que apunta a Hollywood quedando, apenas, en cine de verano.