En estos dos tomos poco he visto que
justifiquen la exacerbada notoriedad que diversas fuentes le han dado al serial.
Esas opiniones me han inducido la sospecha que nuestra presente Zoociedad es
como un producto Burger King o McDonnalds, alguna de esas comidas
rápidas-hypercolesteradas televisivas: efímera, olvidadiza, aunque con una
sazón de buen paladar. Empero básicamente: superflua-ignorante.
Yacen los únicos méritos de esta narración
gráfica de ROBERT KIRKMAN y CORY WALKER (y lo que el ilustrador RYAN OTTLEY
aportara, que esto quede claro: guionista y dibujante mantienen constante
comunicación que perfecciona —o puede deprimir— la obra en la que trabajan; a
ver si los iluminados Iluminati trotskistas de Tebeosfera se
enteran de una vez por todas, que, para ellos, los TBOS se cultivan en un
huerto almeriense, recolectándolos quince días después) en que Invencible
es sólo un DRAGON BALL norteamericano.
Intuyo se reunieron, garlaron de lo lindo
sobre el concepto, y alguien dijo: Puta hostia, ¿por qué TORIYAMA AKIRA puede
destruir planetas con un tío pelopinchos que, en la esencia última, es SUPERMAN,
y no nosotros? Superman o THOR andan siempre rompiendo alguna roca,
atravesando algún (desocupado) edificio, dándose de galletas en Times Square, cascando
el escaparate de una cafetería antipática, volcando coches. ¡Hostia puta!
¡Hagámoslo! ¡Destruyamos a LO GRANDE!
Y, en el Tomo V, destruyen pero bien, en
serio, mas destrozan a lo SON GOKUH, porque la historia que relata el padre de
Invencible es la de Gokuh: Mira, nuestra raza son conquistadores estelares;
tenemos superpoderes, vamos sometiendo/arrasando, a mí me asignaron la Tierra, aunque,
en vez de darme un cosqui colosal de bebé que me instaló los circuitos
craneales en BENEFACTOR, me enamoré de la que es tu madre. Cambié.
Admitir si reparos la longevidad del serial. Importante se ve la importancia de la hoy denostada figura paterna en esta saga |
Si bien durante años ha estado presionándome Presionánd0me PRESIONÁNDOME el prurito de ¡CONQUISTA O MUERE!, que he conseguido aplacar cargándome a este tío, a lo bravo, y por desgracia ante ti, que así has descubierto mi auténtica naturaleza.
El chaval (Kirkman explota un recurso que
parece eficiente al máximo: la adolescencia del héroe, sus contrastes
sociales/hormonales, lo dificultoso que a alguien que puede doblar vigas de
acero, ¡MÁS ACERO!, debe hacérsele soportar al matón carajote del instituto, o
sea, el primer SPIDER-MAN —e imagino que el original SUPERBOY, el
que no es bujarra—) sin embargo ha crecido en un entorno familiar burgués-venturoso
y colapsa; se fuerza a enfrentarse a su padre, quien no le administra el
viático de potra.
El Tomo VI recapitula todo eso, y mucha
parla Parla PARLA sin parar. Aburrido, porque, todo trata del tránsito del
instituto a la universidad, de la novieta (con superpoderes, ojo), el compi un
poco capullo, blablablablá…, aliñado con el inquietante hecho de que Invencible
no obra samaritanamente motu proprio, sino está integrado en un equipo secreto
gubernamental que puede enviarle a invadir un país que Norteamérica considere
enemigo... de $u$ intere$e$… y debe obedecer, sí o sí.
Y, sí, esos amores adolescentes. Lo demás es una galería de ecos de personajes Marvel o DC para nutrir los episodios |
Invencible sólo destaca, o lo pretende, por la
crudeza hyperviolenta de diversas viñetas. Es de la “nueva ola” iconoclasta
que, a voleo, impuso MARSHAL LAW a comienzos de Década 90 y que, a voleo
también, perpetuó SAVAGE DRAGON. Ottley cumple sin más, al menos, en estas
páginas que reseño. He visto otras en que se nota que un entintador ha
“fusilado” sus lápices realzando su esquemática línea. Es buen dibujante,
quiero decir, con recursos, soltura, línea a caballo de la caricatura-el naturalista,
que aun así gana más todavía con el trabajo que el entintador le aplica a su
trazo, insisto.
Desde esta honesta perspectiva, dejo a elección del caveat lector querer o no adquirir esta saga. Puede que, más adelante, esto mejore más… o lo contrario.