viernes, 30 de junio de 2023

INVENCIBLE (TOMOS V y VI) — FATHER FIGURE?

 

Portada tomo V. Cañero, el tío
es cuando se pone a repartir estopa..
Problema: cuando decide hurgar en
su adolescente día-a-día, chungo.
Aunque debe marcar eso de tener
un padre genocida cósmico y una
madre alcohólica y eso los autores
quieren asimismo explorarlo

En estos dos tomos poco he visto que justifiquen la exacerbada notoriedad que diversas fuentes le han dado al serial. Esas opiniones me han inducido la sospecha que nuestra presente Zoociedad es como un producto Burger King o McDonnalds, alguna de esas comidas rápidas-hypercolesteradas televisivas: efímera, olvidadiza, aunque con una sazón de buen paladar. Empero básicamente: superflua-ignorante.

Yacen los únicos méritos de esta narración gráfica de ROBERT KIRKMAN y CORY WALKER (y lo que el ilustrador RYAN OTTLEY aportara, que esto quede claro: guionista y dibujante mantienen constante comunicación que perfecciona —o puede deprimir— la obra en la que trabajan; a ver si los iluminados Iluminati trotskistas de Tebeosfera se enteran de una vez por todas, que, para ellos, los TBOS se cultivan en un huerto almeriense, recolectándolos quince días después) en que Invencible es sólo un DRAGON BALL norteamericano.

Intuyo se reunieron, garlaron de lo lindo sobre el concepto, y alguien dijo: Puta hostia, ¿por qué TORIYAMA AKIRA puede destruir planetas con un tío pelopinchos que, en la esencia última, es SUPERMAN, y no nosotros? Superman o THOR andan siempre rompiendo alguna roca, atravesando algún (desocupado) edificio, dándose de galletas en Times Square, cascando el escaparate de una cafetería antipática, volcando coches. ¡Hostia puta! ¡Hagámoslo! ¡Destruyamos a LO GRANDE!

Y, en el Tomo V, destruyen pero bien, en serio, mas destrozan a lo SON GOKUH, porque la historia que relata el padre de Invencible es la de Gokuh: Mira, nuestra raza son conquistadores estelares; tenemos superpoderes, vamos sometiendo/arrasando, a mí me asignaron la Tierra, aunque, en vez de darme un cosqui colosal de bebé que me instaló los circuitos craneales en BENEFACTOR, me enamoré de la que es tu madre. Cambié.

Admitir si reparos la longevidad
del serial. Importante se ve la
importancia de la hoy denostada
figura paterna en esta saga

Si bien durante años ha estado presionándome Presionánd0me PRESIONÁNDOME el prurito de ¡CONQUISTA O MUERE!, que he conseguido aplacar cargándome a este tío, a lo bravo, y por desgracia ante ti, que así has descubierto mi auténtica naturaleza.

El chaval (Kirkman explota un recurso que parece eficiente al máximo: la adolescencia del héroe, sus contrastes sociales/hormonales, lo dificultoso que a alguien que puede doblar vigas de acero, ¡MÁS ACERO!, debe hacérsele soportar al matón carajote del instituto, o sea, el primer SPIDER-MAN —e imagino que el original SUPERBOY, el que no es bujarra—) sin embargo ha crecido en un entorno familiar burgués-venturoso y colapsa; se fuerza a enfrentarse a su padre, quien no le administra el viático de potra.

El Tomo VI recapitula todo eso, y mucha parla Parla PARLA sin parar. Aburrido, porque, todo trata del tránsito del instituto a la universidad, de la novieta (con superpoderes, ojo), el compi un poco capullo, blablablablá…, aliñado con el inquietante hecho de que Invencible no obra samaritanamente motu proprio, sino está integrado en un equipo secreto gubernamental que puede enviarle a invadir un país que Norteamérica considere enemigo... de $u$ intere$e$… y debe obedecer, sí o sí.

Y, sí, esos amores adolescentes.
Lo demás es una galería de ecos
de personajes Marvel o DC para
nutrir los episodios

Invencible sólo destaca, o lo pretende, por la crudeza hyperviolenta de diversas viñetas. Es de la “nueva ola” iconoclasta que, a voleo, impuso MARSHAL LAW a comienzos de Década 90 y que, a voleo también, perpetuó SAVAGE DRAGON. Ottley cumple sin más, al menos, en estas páginas que reseño. He visto otras en que se nota que un entintador ha “fusilado” sus lápices realzando su esquemática línea. Es buen dibujante, quiero decir, con recursos, soltura, línea a caballo de la caricatura-el naturalista, que aun así gana más todavía con el trabajo que el entintador le aplica a su trazo, insisto.

Desde esta honesta perspectiva, dejo a elección del caveat lector querer o no adquirir esta saga. Puede que, más adelante, esto mejore más… o lo contrario.