Afiche, eficiente por su simple presentación. No pienso entrar a valorar carajotadas sobre la elección de los colores y tal |
Un excesivo AL PACINO protagoniza este
filme de BRIAN DE PALMA, basado en un filme de cuando DOC SAVAGE. Hace
elogio a la hyperviolencia estética que, a modo, SAM PECKINPAH “instaurara” en GRUPO SALVAJE. Los
80 estaban por romper techos de cristal, mojigatos prejuicios y señalar de
manera descarnada diversos problemas que, hasta entonces, los citados prejuicios habían
anublado/anulado por mor de un concepto del Comité HAYS sobre la moralidad en
el cine y el puritanismo luterano norteamericano en general. Y este filme fue
uno de tantos arietes al respecto.
Muestra: el escritor JOHN IRVING abandonó
la proyección durante la escena de la motosierra; ejemplifica lo “hipócrita”
que esa cultura, de “esto no pasa ni en pesadillas”, empero ocurre y en peor
dimensión de la supuesta (los asesinatos investigados de la Mafia consignan el
prolongado sadismo de algunas ejecuciones). Es una negación de una realidad que
palpita a nuestro lado, y no desaparece ignorándola. Es eso de “si no buscas
problemas, los problemas te eludirán”; es dudosa regla, pues si el problema
quiere ir a por ti, irá.
Y negar desertando de la sala según
masacran en pantalla a un tío con una motosierra no ayuda; ni decir que son desagradables
excesos de calenturientas mentes cocainómanas (la de OLIVER STONE, en este
caso) y que la vida real es como uno de esos patéticos westerns de los
Cincuenta, que con el único tiro podías abatir a un menda a cien metros y
prevalecía el impoluto cow-boy del sombrero bianco como
auténtico/único defensor de la justicia. Es de una aterradora ceguera, porque
el andoba de la motosierra te entra en casa cualquier día y con negarse a
admitir su existencia, no desaparece.
MICHELLE PFEIFER, antes de CATWOMAN, fue cocainómana novia de cocainómano a punto de perder la olla |
SCARFACE denuncia los graves problemas del abuso de las sustancias controladas; la coca, en boga durante los 80, la droga estilosa (casi constante denuncia que hacían en MIAMI VICE) que te situaba en la más alta órbita social, y cuyas secuelas no suponían fuesen tan dramáticas como la heroína, sucia por lo de inyectársela, era un espejismo del que podías despertar en la más trágica situación.
Mas era eso: lo social, en boga. Además, países
anticomunistas contaban con el beneplácito de la ADMINISTRACIÓN REAGAN mientras
zumbara a los rojos. Cuando el megalómano e incestuoso TONY MONTANA (cuan otro
RODERICK HUSER) desborda Miami con toneladas de coca y dinero de la coca que no
sabe dónde meter, o cómo gastar, sin llamar la atención de LOS INTOCABLES, advirtieron
que el problema era de incontrolable gravedad. Porque los consumidores ya no
eran los chics de las fiestas donde acudían SONNY CROCKETT y RICARDO
TUBBS; era tu hijo/a. Quedaban hechos harapos por el consumo. Hay que eliminar
esta mugre de nuestra bandera cuajada de estrellas… sin soliviantar a los
Gobiernos colaboracionistas, claro. Equilibrio complicado/imposible.
La película muestra que el crimen, pese a
todo, rinde. Sólo cuando Tony M esnifa sin parar (algo le advirtieron evitase),
paga sus culpas. Lo abandonan y condenan los mismos que nutrían con el infausto
tráfico los Gobiernos colaboracionistas que, con la anuencia reaganista,
complotan para matar al que denuncia la monstruosa dimensión del negocio. Tony
M no supo hacerse útil; por tanto, murió. Sus compinches perduraron en el
negocio.
La polémica sobre legalización/ilegalización de drogas está envenenada; apelan a que legalizar controlará el negocio (reportando, de paso, pingües réditos al Estado); ahora, ilegalizada, es un Miami Vice harto conocido por todos. Soslayan, sin embargo, el que una Sociedad drogada es sumisa, indolente. El Estado les someterá negándoles el vicio, y dóciles aceptarán cuanto legisle siempre que permitan sigan flipados. La salud del drogota les importa un carajo. Procuran destruir su raciocinio, mente, voluntad, albedrío. Rebeldía. Por eso debes oponerte a la legalización, pese a lo que sus sirenas afirmen. Porque persiguen imponer una dictadura cuasiperfecta e incruenta.