viernes, 29 de septiembre de 2023

AMAZONAS EN LA LUNA — BULLSHIT OR NOT? [YES]

 

Desabrido afiche que resume el
disloque de la cinta en sí, por
muy impregnada de cameos de
actores hoy famosos (u otros que
fracasaron) que esté

Voy a sumarme al vapuleo que recibiera esta cinta en su estreno y prevengo al lector contra este disparate que contiene una divertida idea por entero desaprovechada (lo que duele), y es, precisamente, el corto que titula a un filme que es un puñado de disparatados sketch, de un humor a lo ATERRIZA COMO PUEDAS, empero dislocado y con estúpidos fragmentos aburridos, que no comprendes cómo los incluyeron en el metraje final, si no fuese porque esto tiene toda la pinta de haber sido urdido entre amigotes directores que persuadieron a no sé quién de Universal para financiarles la penosa ocurrencia.

Una sensación de ser superado material trasnochado, zombificado, impregna la mayoría del proyecto, donde embuten los ingeniosos pedazos del citado corto amazónico que parodia a PLANETA PROHIBIDO. Lo poco que ruedan excita interés y hasta algunas buenas risas. El espectador que no esté atento pensará que ésta es una cinta de ciencia ficción barata cincuentera donde hallaremos todos los divertidos dislates característicos del género de entonces, tanto en la literatura, las viñetas como el cine.

Nombres absurdos para aparatos simples (una esfera de reloj), años-gamma, cohetes-pepino, misandria de lycra, uniformes que terminan degradándose en los chándales que atavían a los de STAR TREK, plastificados personajes chulescos y un prepotente capitán que salva el día gracias a su garbo, labia, y sex-appeal. Vaya, cuanto exponía LESLIE NIELSEN en Planeta Prohibido. Una perversión del tono de gallardía y arrojo que FLASH GORDON caracterizara en sus tiras dominicales, vaya.

Esto, esto y más cómicas ironías sobre películas
cincuenteras de ciencia ficción espera ver. Y ¿qué
me encuentro? Un puñado de desabridos cortos de
cuestionable buen gusto/humor dilapidando lo
divertida que hubiese sido esta parodia de 
PLANETA PROHIBIDO

Uno piensa encontrará eso, como este Scriptor, cuando, de pronto, le insertan una cadena de cortos de escaso o ningún humor. Contiene no obstante cierta irreverente mala leche que, hoy día, convierte en un artículo tabú total a esta cinta de JOHN LANDIS (creo que un cineasta de fantasía y comedia que prometía por Década 70, y vete a saber dónde, o cómo, acabó). Ejemplo: el segundo corte, el de Pethouse, donde la espléndida modelo se pasea por completo desnuda todo su metraje.

Hoy empiezan a berrear desquiciadas las irracionales femirulas y sus vocingleros esclavos-pelele eunucos, y se acabó la diversión. Irracionalidades que van transformando las normales (recalco: normales) relaciones adultas consentidas en una gymkana de miedos al borde de la histeria. Mientras, las violaciones grupales de adolescentes se duplican, y aquí no pasa nada. Hacia allí, el femirulismo no mira. Menos, su caterva de esclavos-eunucos peleles.

Igual de peculiar es el corto de los “negros desalmados”. Varios actores negros se exhiben mostrando una chulería de Negrolandia Rica que exige encima al espectador donaciones para pagarles un tratamiento que les libre de ser prepotentes y arrogantes. Otra cosa tan políticamente incorrecta que censurarían al instante hoy. Debíamos tener la sensibilidad más recia entonces, o era mucho más amplio el sentido de la autocrítica y la reflexión sobre los vicios de una etnia supuestamente impoluta y victimizada.

Hay diversas críticas (bien urdidas, eso sí) que
hoy día serían condenadísimos anatemas que
enviarían a la hoguera al instante esta cinta, tan
pobre en lo que fuesen sus expectativas previas

Y acabé la reseña. Bueno, cuando crees que la película terminó (lamentando que no sea, en realidad, Amazonas en la Luna, ese espectáculo “sexista” de tías potentes y bravos terranos que salvan in extremis una situación caótica con monstruos —iguanas tuneadas— y regresan invictos a la Tierra, muestra del imperialismo habitual en aquellos años, y hoy es un espantoso anatema), te encajan un desenfadado corto protagonizado por CARRIE FISHER, cuya actuación de ingenua vestal pueblerina disoluta, muy distinta de la antianira de Alderaán de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, hace delicioso el corte. Para los amantísimos de los cameos: sale ANDREW DICE CLAY, con lo cual ya remato la reseña. Si es pobre… es porque la materia prima original es peor, pese a sus agudas críticas a la cultura de consumo de la industria audiovisual de vídeo.