viernes, 6 de octubre de 2023

ESTACIÓN DE TRÁNSITO — UNO HABLA (MUCHO) EN UN SOFÁ (III)

 

La prestigiosa revista honró más
relatos de CLIFFORD D. SIMAK
al publicárselos. Sospecho, que del
mismo presuntuoso tenor tedioso que
ESTACIÓN DE TRÁNSITO. Porque
Dios los cría...

[Caveat Lector: aquí acabamos. Gracias por tu paciencia.]

Pese a todo, Estación de Tránsito me ha sugerido que eso de que las Civilizaciones Extraterranas no quieren rollo con nosotros debido a nuestro presunto atraso, más que tecnológico, filosófico-moral, es un pretexto de mierda para negarse admitir que no hay vida en otras estrellas, los OVNIS son mentira, o no están más avanzados que nosotros. Que en realidad son un puñado de pestilentes coles desarrolladas en Titán que no pueden moverse de su parterre ni idear medios de comunicación porque son letárgicos vegetales inconscientes. Y así, paradigmas iguales por toda la Galaxia. Sí, en efecto, hay vida ahí afuera, FOX MULDER, empero ¿de qué tipo? Los camarones de los supuestos océanos de Io, ¿pueden enviarnos señales de radio para informar de su existencia? No. Por tanto, si el canon para aceptar vida cósmica es: tienen HITECH-radiodesplazamiento, si no cumplen con ese apartado, la Galaxia está vacía. Estamos aquí solos.

[Por otra parte, a ver qué entienden por filosófico y moral esas Civilizaciones. A ver si encuentran óptimo hacer como los espartanos, arrojando escuálidos al fondo del barranco, mientras les escandaliza nuestra solidaridad con los desvalidos…]

Escojo ésta entre otras tantas
al azar; Simak jamás podría
ni imaginar la ambiciosa
imaginación que contienen
estos párrafos

Porque, razonemos, a una Civilización como la del Imperio nuestro presunto atraso le importa tres carajos (la palabra política de moda). Su poderío técnico y militar es tal que no temerían mostrarse. No van acomplejados por ahí, en platillos volantes zigzagueantes, para flipar a pilotos de 747 o cazas norteamericanos. ¡Se revelarían en toda su magnificencia! Lo mismo nos hacen hasta un favor; la Tierra cobraría nueva consciencia de su situación cósmica y empezaríamos a hacer las cosas bien, en unidad. Puede, claro, que eso provoque un militarismo rampante al temer que no todos esos aliens sean los bienhechores trekkies que quieren incluirnos en sus ágoras espaciales. Piensa mal…

Mas SIMAK insiste en lo de: somos los purriosos del Cosmos, los belicistas de la Galaxia; para que nos acojan los otros, debemos mejorar éticamente lo que no pedían en EL MUNDO DEL RÍO. Progrepayasadas de liberal de limousina, vaya.

Repito que ODIO profundamente este tipo de obras que, POR DESGRACIA, son las que vanaglorian un amplio sector de los “expertos” de un género que así vuelven clasista y discriminatorio, por razón de ideología encima. No todo debe ser TROPAS DEL ESPACIO, por supuesto. Lo irritante es que desprecian obras como esa o UN FANTASMA RECORRE TEXAS para imponernos relatos amariconados, de feble carácter e interés, como Estación de Tránsito, para venderlas como excelencias absolutas del género.

No: no creo existan ETs, menos,
OVNIS. Que son buen motivo de
plática, sí; empero ¿verdad? No.
Estamos muy solos en la Galaxia.
Seamos realistas

Llevo una espantosa racha con lo que, a priori, debería ser “mi género” favorito; MUNDOS, CAMPO DE BATALLA: LA TIERRA/2, LOS JUGADORES DE NO-A, Estación de Tránsito… una cadena de basuras que están empujándome a otros géneros literarios (policíaco, pulp) desencantado con algo por lo que siempre mostré tanto interés. Porque insisito: la ciencia ficción es el género despreciado por sistema. Prefieren ignorar que otros géneros (romántico, policíaco, político…) también tienen retumbantes truños, mas se les condona beatíficamente para descarnar sin embargo el género de las naves espaciales y los viajes espaciotemporales. Ahí, a hierro, jodeos, freakies de las convenciones llenas de disfraces raros. La ciencia ficción no sólo debe trabajar más: no puede cometer errores. Y esta obras son mayúsculos defectos… ¡ensalzados!

Títulos como los citados, y extremistas posturas intolerantes intransigentes, de lectores autonominados jueces y verdugos del género, perjudican su salubridad y difusión. Lo encierran en un guetto endogámico donde sólo iniciados (ríanse ustedes de masones e Iluminatis) tienen derecho a opinar, encumbrar, censurar, instalados en una ciudadela de “superior” autoridad y presuntuoso conocimiento que ni Asgard o el Olimpo podrían rivalizar en esplendor, altura… o mezquindad.