viernes, 1 de septiembre de 2023

3:10 TO YUMA — HASTA LOS MALOS QUIEREN A SUS MADRES

 

Afiche. El hombre que disparaba
"la mano de Dios" y el granjero
que espera mejor vida a su costa

Remarcable western semicrepuscular dirigido por JAMES MANGOLD (ese que se ha WOKEcargado a INDIANA JONES) que en mucho supera a su primera versión, no sólo por su más impecable factura visual, a la vez desmitificadora, sino porque está mucho más logrado, detallado, el trazo psicológico de sus participantes, de las motivaciones que les impulsan hasta el cénit, el duelo final esperado en estas producciones.

El BEN WADE de RUSSELL CROWE muestra más hondos matices que el de GLENN FORD; es quizás la influencia en el cine de MICHAEL MOORCOCK: la ambigüedad de unos u otros. En el pasado, salvo excepciones, obligaban presentar en dos planos antagónicos a los concursantes en una balada de este tipo: el bueno lo era a ultranza (el granjero metido a superhéroe y que encarnaba a unos Estados Unidos casi irreales, íntegro hombre de familia, incansable trabajador calvinista, con el coco relleno de tonterías predicadas por su anglicano pastor, al que todo domingo escuchaba con temor reverente, pese a saber que, para los herejes protestantes, Dios ya te ha elegido, o descartado, según seas rico, o pobre, enemigo del papista conspirador, y que de soslayo desconfiado mira al judío) y el malo, aún más plano y falto de complicaciones. Un villano despreciable que anda por ahí baladroneando con las manos en las culatas de revólveres Colt anacrónicos (esos Peacemaker aparecieron al final del Oeste; tiraron de los empleados durante la Guerra de Secesión años) o cometiendo abusos execrables motu proprio o mercenario del ranchero sin escrúpulos que, curiosamente, es otra encarnación del triunfador elegido por el Altísimo para ingresar en el Cielo. Acaso le desvirtuaba la codicia sin mesura, enajenándole para querer más Más MÁS cada vez.

Lo ignoran aún, mas llegarán a un entendimiento
mayor al que se supone debe haber en hombres de
aparente posición tan antagónica. Su camaradería
será al final auténtica

La efigie del malo del Oeste era la angulosa de LEE VAN CLEEF y punto.

Empero realizadores como SERGIO LEONE o SAM PECKINPAH rompen el atavismo; desdibujan mucho la barrera entre unos y otros. Casi desprecian al granjero temeroso de Dios y las sequías y a su esposa a lo LA CASA DE LA PRADERA (tostón moralizante que impostaba la idea de la familia ejemplar USA, que en la vida real apenas cumplen; su cine asimismo lo muestra. —Los norteamericanos están obsesionados con parecer una familia católica mas fracasan por culpa de su anglicanismo—) para presentar rufos que tienen demasiados ángulos como para condenarlos de la manera absoluta que hacían antes. Cierto destacan Un Villano Capital y su patulea de brutales matasietes, merecedores de ese balazo en el corazón. Mas ceden el protagonismo a un antihéroe que no desecha un mordisco de codicia ni le asquea ejecutar por venganza.

Sin este previo tratamiento, este Ben Wade carecería de su embaucador carisma, como no se reivindicaría al final, aniquilando enfurecido a su banda cuando abaten a su tenaz custodio agrícola. Esta espontánea decisión moral la toma sobre la marcha, porque al adolescente hijo del granjero se lo deja claro en el hotel: si no fuese peor que ellos, no duraría cinco segundos en esa banda. Sin embargo… en ese gesto…

CHARLIE PRINCE. ¿Es por
lealtad al líder o algo más profundo,
romántico, es lo que te mueve, socio?

Mangold satisface lo que demanda la vista del público actual (acción, tiroteos, crueldad). Presenta a ese CHARLIE PRINCE (o PRINCESS, porque la obstinación por rescatar a Wade es clara pasión homoX, nada de lealtad entre camaradas de oficio; algo que pudieran haber esbozado de manera titubeante —y objetivo de la censura— en su previa versión) también dando más relieve a la narración, que explora campos como el coraje, la desesperación, la negación o la codicia, cómo los poderosos saben apretarnos las clavijas para hacer cosas temerarias a cambio de cuatro perras, miserable propina que, no obstante, salva nuestro día, aunque apenas a ellos les supone gasto.

Grata sorpresa, se suma digna a la lista de westerns que rompen esa ‘pura’ iconografía a lo JOHN WAYNE del valeroso cowboy del sombrero bianco (pese a tener algunas oscuras interpretaciones) y donde CLINT EASTWOOD supo pescar con gran éxito.