Afiche, DREW STRUZAN de nuevo; el fin, al fin. La verdad, esta cinta es bastante prescindible. El que sea la que cierra la saga no tiene fuerza para volverla a ver |
En internet hay una maliciosa nueva sobre
una cuarta entrega que ya no protagoniza la pareja que inmortalizó el proyecto
durante Década 80. Confío nunca materialicen esta amenaza, porque apilarán otra
inmundicia WOKE, sectaria “ideología” progre-censora que está logrando dejar
en pañales al mccarthysmo. El miedo domina a la Cultura.
Política fuera, reseña dentro.
La única forma de tolerar esta accesoria
parte de los Regresos es asumiendo que el Universo se guía por
sólidas reglas deterministas inamovibles pese a la impresión de que podemos
trastearlas cuando conducimos un DeLorean tuneado como máquina del
tiempo y hacer que ciertos sucesos “que no iban a ocurrir” transcurran
finalmente.
Toda esa insistencia de DOC BROWN porque
MARTY MCFLY no meta la pata al tocar la guitarra de tal modo que anime a ‘encontrar’
a CHUCK BERRY el supersonido que andaba buscando, lo de Twin Pines que
se vuelve One Pine, la matraca del almanaque deportivo… es farragoso
palabreo que pergeñan para que haya una película que rodar, dinero que ganar,
crear un mito cinematográfico, oportunidad para cebarme con la cinta en esta
reseña... como en el Principio quedó establecido invariablemente.
Regreso al Futuro III es entero apéndice prescindible que,
consideraciones filosóficas aparte, tiene débiles razones de ser. Mientras se
mantuvieron en Década 50, la cosa tenía su aquél, motivación; empieza a
racanear la imaginativa calidad durante la segunda parte, aunque de una forma
digna se las apaña para mantener el tipo. Embromarnos. Sin embargo, esta
tercera… ¿qué fin rinde?
El trío protagonista, porque los romances que los dos buenos sostienen son asimismo accesorios, bonitos bibelots para hacer más para parejitas el proyecto |
Sí, ya; Marty regresa a 1955 y deben sacarlo de allí y todo eso. Es el ánima de la saga. Mas, examinada con crudeza: ¿vale para algo más que para idearse varios chistes a costa de CLINT EASTWOOD y POR UN PUÑADO DE DÓLARES? Porque hay detalle capital y sucinto a la trama en que sus responsables parece no repararon. Eso es: las paradojas.
Siempre paradojas. Evitar crearlas, aunque se
produzcan incesantes durante la saga. Un ejemplo mínimo-nimio, aunque llamativo:
durante la segunda parte, Marty, para espiar a BIFF, adquiere una molona chupa
de cuero y un sombrero estilo BLUES BROTHERS, ¿verdad? Vale. ¿Y si esa chaqueta la
comprara otro sujeto? No tenerla, aunque se supone debería poseerla pues nunca
Marty la adquirió, ¿no generará cierta cadena de acontecimientos que
incrementan la distopía? Llegado el caso, ¡pudiera ser causa por la cual JFK
jamás llegara a ser Presidente de los Estados Unidos!
Ahora, insignificancia de esa escala, con el
hipotético colosal resultado sugerido… trasladémoslo un siglo atrás. ¡La
paradoja puede ser tan monstruosa que hasta la misma integridad de Mary y Doc
pudiera verse amenazada! Ya; ¿cómo entonces fabricarían el DeLorean y
todo eso, si jamás nació Doc, pero está ahí? Un argumento que resuelven con lo
de las líneas temporales paralelas… que no me convence.
Paradojas que empiezan a producirse un
siglo antes. Línea Original del Tiempo, los polvorientos orígenes de Hill
Valley: ¿hubo entonces un herrero llamado Brown? No. Sin embargo, ahí está
nuestro extravagante inventor colocando herraduras que pondría algún otro,
iniciando una cadena de paradojas similares a la que he propuesto con la
chaqueta de cuero. Mas ¿preocupan a Doc las paradojas? No. Aburren ya al
respetable y sus autores, que se concentran en desarrollar esta comedieta tonta
en el Oeste.
La conclusión única/inevitable que debe extraer Doc es que el Tiempo es inalterable línea impresa desde el Big Bang, y que los acontecimientos que cuenta Regreso al Futuro para nuestro deleite forman parte del rígido esquema cósmico, y las paradojas son inocuas. Hipótesis sin auténtica sustancia para abrumar a los físicos sin necesidad, porque todo sucederá según lo dispuso Dios así (supongamos) un instante antes del Gran Principio.