viernes, 8 de marzo de 2024

REGRESO AL FUTURO III — EL ESPACIOTIEMPO ES DETERMINISTA

 

Afiche, DREW STRUZAN de nuevo;
el fin, al fin. La verdad, esta cinta es
bastante prescindible. El que sea la
que cierra la saga no tiene fuerza para
volverla a ver

En internet hay una maliciosa nueva sobre una cuarta entrega que ya no protagoniza la pareja que inmortalizó el proyecto durante Década 80. Confío nunca materialicen esta amenaza, porque apilarán otra inmundicia WOKE, sectaria “ideología” progre-censora que está logrando dejar en pañales al mccarthysmo. El miedo domina a la Cultura.

Política fuera, reseña dentro.

La única forma de tolerar esta accesoria parte de los Regresos es asumiendo que el Universo se guía por sólidas reglas deterministas inamovibles pese a la impresión de que podemos trastearlas cuando conducimos un DeLorean tuneado como máquina del tiempo y hacer que ciertos sucesos “que no iban a ocurrir” transcurran finalmente.

Toda esa insistencia de DOC BROWN porque MARTY MCFLY no meta la pata al tocar la guitarra de tal modo que anime a ‘encontrar’ a CHUCK BERRY el supersonido que andaba buscando, lo de Twin Pines que se vuelve One Pine, la matraca del almanaque deportivo… es farragoso palabreo que pergeñan para que haya una película que rodar, dinero que ganar, crear un mito cinematográfico, oportunidad para cebarme con la cinta en esta reseña... como en el Principio quedó establecido invariablemente.

Regreso al Futuro III es entero apéndice prescindible que, consideraciones filosóficas aparte, tiene débiles razones de ser. Mientras se mantuvieron en Década 50, la cosa tenía su aquél, motivación; empieza a racanear la imaginativa calidad durante la segunda parte, aunque de una forma digna se las apaña para mantener el tipo. Embromarnos. Sin embargo, esta tercera… ¿qué fin rinde?

El trío protagonista, porque los romances que los
dos buenos sostienen son asimismo accesorios,
bonitos bibelots para hacer más para parejitas el
proyecto

Sí, ya; Marty regresa a 1955 y deben sacarlo de allí y todo eso. Es el ánima de la saga. Mas, examinada con crudeza: ¿vale para algo más que para idearse varios chistes a costa de CLINT EASTWOOD y POR UN PUÑADO DE DÓLARES? Porque hay detalle capital y sucinto a la trama en que sus responsables parece no repararon. Eso es: las paradojas.

Siempre paradojas. Evitar crearlas, aunque se produzcan incesantes durante la saga. Un ejemplo mínimo-nimio, aunque llamativo: durante la segunda parte, Marty, para espiar a BIFF, adquiere una molona chupa de cuero y un sombrero estilo BLUES BROTHERS, ¿verdad? Vale. ¿Y si esa chaqueta la comprara otro sujeto? No tenerla, aunque se supone debería poseerla pues nunca Marty la adquirió, ¿no generará cierta cadena de acontecimientos que incrementan la distopía? Llegado el caso, ¡pudiera ser causa por la cual JFK jamás llegara a ser Presidente de los Estados Unidos!

Ahora, insignificancia de esa escala, con el hipotético colosal resultado sugerido… trasladémoslo un siglo atrás. ¡La paradoja puede ser tan monstruosa que hasta la misma integridad de Mary y Doc pudiera verse amenazada! Ya; ¿cómo entonces fabricarían el DeLorean y todo eso, si jamás nació Doc, pero está ahí? Un argumento que resuelven con lo de las líneas temporales paralelas… que no me convence.

El reloj que tanto protagonismo recibe en la primera
entrega se establece en este fotograma como alegoría
del Tiempo y a los dos que ha encadenado a sus
misterios y senderos. Todo está dispuesto para que
suceda como lo hace, lo quieras o no, DOC. Las
paradojas son comidilla para físicos teóricos y
relatos de ciencia ficción

Paradojas que empiezan a producirse un siglo antes. Línea Original del Tiempo, los polvorientos orígenes de Hill Valley: ¿hubo entonces un herrero llamado Brown? No. Sin embargo, ahí está nuestro extravagante inventor colocando herraduras que pondría algún otro, iniciando una cadena de paradojas similares a la que he propuesto con la chaqueta de cuero. Mas ¿preocupan a Doc las paradojas? No. Aburren ya al respetable y sus autores, que se concentran en desarrollar esta comedieta tonta en el Oeste.

La conclusión única/inevitable que debe extraer Doc es que el Tiempo es inalterable línea impresa desde el Big Bang, y que los acontecimientos que cuenta Regreso al Futuro para nuestro deleite forman parte del rígido esquema cósmico, y las paradojas son inocuas. Hipótesis sin auténtica sustancia para abrumar a los físicos sin necesidad, porque todo sucederá según lo dispuso Dios así (supongamos) un instante antes del Gran Principio.