Afiche foráneo. Aunque lo parezca, no es un cartel alternativo de ROLLERBALL |
A finales de Década 70 destaca un Bratt
Pack de directores; a saber: GEORGE MILLER, SAM RAIMI, JOHN CARPENTER y DON COSCARELLI. Eludo citar tanto a GEORGE LUCAS como $TEVEN
$PIELBERG pues ya estaban encarrilándose hacia la actual consagración. De esos
cuatro regidores, Miller logra despuntar más; porque, por mucho afecto que nos
conciten Raimi, Carpenter o Coscarelli, muestran una irregular trayectoria
curricular. (Pienso Raimi habrá escapado algo mejor.)
Aparece Coscarelli con una producción por
completo stephenkingiana, donde inserta una alusión a DUNE. Ahora
sospecho que Phantams, que mezcla el fantástico con la ciencia ficción (en especie de delirante
todo vale, ¡hagamos un cóctel explosivo!, que esta mezcla atraiga al mayor
número posible de espectadores), ha sido inspiración, directa o indirecta, de POSESIÓN
INFERNAL y PESADILLA EN ELMS STREET. Supera Posesión Infernal
a Phantams en un aspecto crucial: su adrenalítica puesta en escena. Su desatado
aire de dibujo animado de TEX AVERY o CHUCK JONES suple la carencia de recursos
que expone la cinta, que harían la producción de corte casero de Raimi más “ostentosa”.
Imputarle como defecto a Phantams la
incoherencia de ciertas reacciones en según qué situaciones. Coscarelli racanea
los gritos de terror y aspavientos defensivos de pánico, holgándose en esa…
monotonía que hace irritante al cine de terror; léase: el hacer cosas, o no
hacerlas, que el sentido común indica no deben, o sí deben, hacerse.
El trío que, sin saberlo, hará historia en el cine de culto freakie; la verdad es que COSCARELLI, por bien intencionado que esté, comete algunos errores de dirección que afean su propuesta |
Muestra: en un buga van el acojonado protagonista MIKE con dos atolondradas amigas. Descubren la volcada camioneta de REGGIE, el heladero (eso de un héroe-heladero es un irónico puntazo, como que ASH venda electrodomésticos). Entonces, empiezan a asediarles los encapuchados monstruos enanos. En vez de apretar el acelerador, o ponerse a pegar gritos histéricos, o impedir como sea entren los monstruos, ¡ahí se quedan, a verlas venir! Será un (d)efecto que el director persigue para darnos el sobresalto y que la temeraria chavala a la que hemos invitado al cine se nos pegue cuan lapa asustada, a ver el estropicio.
Empero las cosas discurren así: o el terror te hiela hasta los tuétanos, paralizándote, o el instinto primigenio que salva a CONAN en numerosas aventuras se pone en ON y te hace actuar bravamente, como sea.
El icónico TALL MAN, que parece habitar en el mundo onírico. ¿Un "antepasado" del excesivo FREDDIE KRUGER? Tal me parece... |
Coscarelli reitera esta incoherencia
demasiadas veces como para ser recurso fílmico. Voy a perdonárselo porque
pudiera haber pecado de impericia, teniendo aún que rodar para pulir sus
defectos. Aunque… semeja demasiado torpe incapacidad mediocre. Procura
disimularlo aduciendo que esto es en realidad una elaborada y realista
pesadilla de Mike, relatada a Reggie, aunque el final desmonta esa teoría. Muestra
hubo verdad en el onirismo, o bien Mike ha entrado en uno circular, soñando en
un bucle infinito.
Es relato a lo STEPHEN KING pues transcurre
la acción en una serena población rural norteamericana cualquiera. Pueblo del
que sólo vemos dos calles y muchos planos nocturnos del cementerio Morningside.
El larguirucho hermano de Mike también se las trae (¿abandonas a tu hermano en
una peculiar situación de peligro, para sentarte en tu sala de estar a tomarte
un botellín, poniendo cara de TELEÑECO estreñido, sin siquiera aparentar estar
harto preocupado?), repitiendo caer en esas feas situaciones ilógicas que perjudican
la cinta. El pretexto “el cine de terror es así; sus señas de identidad son el gore
y el sobresalto (poca sangre hay, por cierto) con un toque de erotismo soft”
convence hasta un punto. Más, no. Y esto le ocurre a Phantams. Traspasa
ese límite.
Para ser de terror, este es el único momento en que la sangre "desborda" la pantalla de plata |
Aun así, esto inicia una saga de culto (más/menos célebre) que me recuerda que, en la fábula de LA TORRE OSCURA, King, mitómano, en vez de apelar a la bola asesina voladora que arroja el Hombre Alto, evoca no sé qué mierda similar de HARRY POTTER. Mr. King: mejor servicio hubiese hecho citando al Hombre Alto y su artefacto homicida que al ODIOSO niño hechicero, que ahora dicen será bujarra. El repulsivo signo de los WOKEtiempos modernos...