El inesperado impacto que supuso PITCH BLACK, agregando a la CultuPop al último héroe
solar (ese que supera la enormidad de la adversidad, que hace escuela,
arquetipo, es la clase de hombre que desearíamos ser) tanto del siglo XX y lo
que llevamos del XXI (ahora son moñas acomplejados con su heteroX, suplicando
les perdonen sean varones, estando obligados a afiliarse a la bandera de los
colorines por los fachas-antifascistas, porque es lo IN, como apoyar los nefastos
delirios de las femirulas rodillaspelás-comecoños que persiguen vivir
principescamente sin dar golpe a costa de su neurótica doctrina y los erarios
públicos), promueve las ansias de secuela del protagonista, el antihéroe
Riddick, el misterioso recluso fugado con facultades asombrosas, que dice una
cosa para hacer la contraria, y constituye un eslabón importante de su
biografía esta animación de media hora dirigida por PETER CHUNG, el de AEON
FLUX, ese personaje distópico ten efímero como deja indiferente, como
constató su paso a la pantalla de plata. Flor de un día, sin aparentes
esperanzas de germinar en un futuro próximo.
Dark Fury continúa la saga donde concluyó Pitch Black; una
ostentosa nave llena de cazarrecompensas captura el esquife donde Riddick y los
otros supervivientes viajan y procuran hacerle pasar las de CAÍN al furyano. Ya
aquí revelan la procedencia planetaria del héroe, algo que considero
innecesario explicar, como lo de los midiclorianos. De Riddick lo potente era… su
enigma; hacerle semblanza vital deslucía sus misterios.
Para RIDDICK los problemas comienzan casi en seguida de ser abducido su esquife por la gigantesca nave de mercenarios. Y es que viajar entre los años luz exige muchos metros cúbicos |
La un tanto extravagante animación es
enérgica; dinamiza un guión que pudo pulirse algo más. Ciertas cosas se dan por
supuestas, sin tener un solo elemento previo de aclaración, o procedencia,
volcándose todo a agigantar la figura de Riddick, su letalidad y misántropo carácter
contradictorio, antiheroico, aparente impasibilidad.
Preconiza también Dark Fury el aparato
de necrófilo barroquismo de los NECRÓFEROS de la película próxima a estrenar
con las nuevas andanzas de Riddick. Elementos de refinada “siniestrez” pululan
por doquier, cosas que, repito, en la secuela veremos ampliadas hasta el
delirio de los juegos estilo WARHAMMER, con recargadas filigranas, estremecedores
rostros gimientes y demás truculentos aderezos que impregnan los decorados o
armaduras de los concurrentes.
Riddick ipso facto demuestra sus
habilidades como experto asesino; elimina con astucia a extraños alienígenas homicidas;
impone su voluntad y prepara el “abordaje” de la nave para dominarla y lanzarla
a las rutas espaciales que le interesan. Aunque:
Una aparente ambigüedad DUNE-STAR WARS, como un toque de atención al público sobre las referencias de que bebe el Riddickverso |
¿Cómo-en qué momento la sádica/estilizada
capitana de la nave quedó hecha ese guiñapo que, pletórica de rencor, quiere
hacer harapos de carne a Riddick? Precipitan el final; sugiere el dinero se
acababa y tenían que darle una resultona conclusión aún a costa de sacrificar
coherencia a la trama. Ciñen el clímax al cuerpo-a-cuerpo entre Riddick y el
lugarteniente de la capitana, cuyas trazas parecen copiadas de THE MATRIX. Tiene fuerte reminiscencia a uno de esos
fetichistas sujetos.
El reciente “ruinoso” estreno de FURIOSA evoca esta propuesta de animación. Urdida
con inteligencia, persiguió un medio relativamente económico de
promoción/difusión que GEORGE MILLER debió imitar. Con “pobre” resultado, no
obstante ha dispendiado millones en un personaje de discutible garra…
presionado (ahora lo veo MUY claro) por la AGENDA WOKE, que quería su MAD MAX
hembra. ¿Quieres seguir dirigiendo, George? Ríndete. Dánosla. Envuélvela en cuantas
espectaculares viñetas 2000AD quieras para disimular, mas danos nuestra
icónica hembra postapoqueclíptica definitiva.
Sus acompañantes no son inútiles, empero no están a la altura de las calamidades que Riddick sí puede exterminar visceralmente |
Chantajeado, Miller ha cedido a la extorsión, sin percatarse que has vendido el alma una vez te sometes al WOKE. Sus demandas son insaciables. Y acabará por anularte, sumiéndote en el marasmo de directores complacientes moñas en que el WOKE está convirtiendo el oficio ahora, y cuyos tóxicos tentáculos envenenan toda muestra del Arte.