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| De entrada parece una novela steampunk; empero tributan a JETBOY, ese cameo de BILL BARNES o el fílmico SKY CAPTAIN |
Este compendio surge en 1986; lo editan en
España en 2013. Aloja un nutrido grupo de relatos con idéntica meta. El
coordinador, y creador imagino, es el ¡ensalzado! GEORGE R. R. MARTIN (el de JUEGO
DE TRONOS, de la cual ni he leído aún una línea ni visto un episodio —autor
de otras obras, más/menos resonantes [no le perdono lo de los zombies; no
porque fuese idea sugerente en su momento, sino por su pútrida explotación posterior],
empero por las cuales jamás le citan), quien supongo se puso en contacto con un
buen número de autores (más/menos importantes, o que empezaban a descollar,
como WALTER JON WILLIAMS —a la sazón, quizás autor del mejor relato—) y, conjuntados,
unificando incluso estilos, engendran este voluminoso tocho, cuentos que
abarcan “vivencias estadounidenses” desde 1946 hasta principios de Década 80.
Tengo la sensación de que, por encima de lo
puramente crematístico, Romero y Cía. perseguían divertirse. Ni tampoco un tour
de force para ver quién escribía el mejor relato, o con mejor estilo,
porque la misma homogenización de las historias sugiere que alguien (¿Romero?)
usó la lijadora para quitar eso característico de un autor que es por lo
que lo amas u ODIAS, eliminando indeseadas críticas o competencias.
Aun así, existen diferencias dentro de la
colección. El cuento del proxeneta FORTUNATO sobra, así de simple. No hay
motivo práctico que justifique incluirlo, salvo perseguir una “diversidad” que retratara
al más variado grupo de la Sociedad infectada por el virus de origen
extraterrano Wild Cards, que genera un insospechado surtido de secuelas
y superpoderes entre los afectados.
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| El afamado GEORGE R. R. MARTIN, posando con apariencia de tramar desde su sosiego más macarradas de zombies |
Otro relato estresante es el de la mendiga
que puede contactar con los animales y desarrolla su historia en los
subterráneos anexos al metro neoyorkino. Ese relato se parece a uno de PHILIP
JOSÉ FARMER, donde unos técnicos de sanidad descubren que cierto “espectro” de
las cloacas ea real y voraz. Tres cuartos de lo mismo, aunque con un insufrible
personaje que, ojo, tienta a hacer que te saltes el relato, o dejes de leer el
libro.
Mas este Wild Cards es una extensa
cadena de personajes que tienen su protagonismo y en otro relato se hacen
referentes. Copia escrupulosa la técnica de las editoriales de tebeos (más Marvel
que DC) de realizar crossovers entre personajes de mayor/menor relevancia.
Por tanto, si pasas de ese relato, puedes encontrarte con otro en que ese
insoportable personaje tiene trascendencia y… debes volver atrás y leerlo por
cojones.
Wild Cards es puro Marvel. Copia bastante de
sus personajes, pero maqueándolos lo justo para que al inefable STAN LEE no le
diese el avenate y demandara exigiendo derechos de autor a Romero y Cía. Para
los aficionados a las viñetas, la simbiosis es obvia. Pues, años después, ALEX
ROSS y JIM KRUEGER adaptarán la idea del virus extraterrano como arma biológica
de indescriptibles secuelas en TIERRA-X. MÁXIMUS de LOS INHUMANOS libera
las Nieblas Terrígenas y la Humanidad, que porta un gen sensible a la mutación
de las Nieblas, queda alterada en inesperadas formas.
Al esparcirse como aerosol, el virus
TAKISIANO hace lo mismo en 1946, tras épico combate aéreo sobre Manhattan que sugiere
ser epitafio del pulp, porque sus protagonistas son plenos personajes pulp.
Empieza otra época, la de JOKERS, SOTAS y ASES, muchos auténticos
superhombres/supermujeres.
Aparte del de la GRAN Y PODEROSA TORTUGA
(relato de Romero), mi predilecto es el de Williams. A modo, Wild Cards
reconstruye la Historia moderna USA desde un aspecto excepcional, superheroico,
cómo eso influye en el puritanismo anticomunista imperante en la época, retrato
hecho en extenso por JAMES
ELLROY en sus novelas.
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| Estos sí que han sabido explotar desde las viñetas la idea de Martin, que a su vez bebe de los tebeos |
Williams cuenta la Caza de Brujas y cómo
uno de sus más laureados héroes traiciona. Delata. Manda a prisión a compañeros
por delaciones fraudulentas del Comité, grupo de codiciosos personajillos
(RICHARD M. NIXON incluido) que veían cosas donde no las había, neuróticos empeñados
en proteger unos vestales Estados Unidos y una pecosa infancia adorable a lo
NORMAN ROCKWELL que sólo existía en esas pinturas.
El detalle de que esos Ases viajen a la
España de FRANCO, y le persuadan para que deje el poder… demuestra qué poco
conocen nuestra Postguerra o que originó la Guerra Civil. O tienen
nociones adulteradas que nadie ha querido aclararles.
Aunque EL CASTIGADOR (a modo) cierre el libro con un avinagrado relato, la idea de seguir leyendo las continuaciones se afianza en el interés del lector.



