La portada del recopilatorio; destaca LA CHICA INVISIBLE, santa |
Fiel a su tónica de abarrotar las viñetas con todo lo habido en la colección que trata, ALAN DAVIS (junto al excelente entintador MARK FARMER) desarrolla una trama, galáctica por los cuatro costados, en la que REED RICHARDS ha donado al mundo la Utopía Manifiesta. Por ella, la Tierra aspira a ser miembro del senado estelar. Pero para MR. FANTÁSTICO los grandes éxitos le han supuesto alto precio familiar y social: los 4 Fantásticos se han disuelto, su matrimonio roza el divorcio, vive como un misántropo en órbita terrestre, dentro de un meteoro. Y a sus espaldas, enemigos a ambos lados del Sistema Solar conspiran para malograr sus triunfos. Durante un tenebroso momento, se atisba el triunfo de estas serpientes que anidan en su Edén.
Y además de poblar las páginas, apreciamos otro “interés” de Davis en estas planchas: la sicalipsis, trazando idealizadas y tentadoras féminas ceñidas en apretados uniformes que rinden culto al látex y/o derivados. Pero hay más cosas en este supuesto fin del veterano grupo de MARVEL, que busca proporcionarle aun un happy end a lo teleserie pastelosa; destaca, más allá de su sinuosidad, el liderazgo de SUSAN RICHARDS (de soltera, STORM) en la trama. Hay un soterrado feminismo en las viñetas, donde la influencia de algunas protagonistas es destacable. (Pero, ¡atención!, por méritos propios, no por capricho ministerial.)
Splash-page que gesta la tragedia que separará a LOS 4 FANTÁSTICOS |
Tal el plan, se desdibuja aún más a RAYO NEGRO, transformado en borroso monarca de los INHUMANOS, especie de comparsa que vive un mal día, y donde la flamígera MEDUSA no pasa de ser su intérprete. Empero, ALICIA MASTERS, señora de BEN GRIMM, alias LA COSA, al parecer, curada de su invidencia pertinaz, posee un papel más destacado en la gran ópera estelar que dibuja Davis, donde el gentío que satura la trama hace inevitablemente que ciertos personajes de relevancia del UNIVERSO Marvel la pierdan casi toda (THOR, por caso), quedando a figurar de extraordinarios, pero ornamentales, convidados de piedra.
Davis, fiel al canon LESTER DENT, arranca con una tragedia: la muerte de FRANKLIN y VALERIA, hijos del cuarteto más que de su padre y madre, a manos de un DR. MUERTE parodia de sí mismo, completamente desquiciado, incapaz de asumir que ya no tiene nicho en el mundo. Preso de uno de sus histriónicos paroxismos, se autoinmola, o es víctima, también, de una explosión que aniquila a los niños.
Nuevos comienzos; allá abajo, entre las naves, se atisba la Utopía Manifiesta de REED RICHARDS |
Esto desune al grupo y cada cual medra como puede: JOHNNY ANTORCHA HUMANA STORM lidera LOS VENGADORES (¿¡puedes creerlo!?); Ben y familia (numerosa) ayudan a terraformar Marte; Susan INDIANA JONES Storm, busca por doquiera EL ORBE DE GNOMÓN (así Davis aprovecha y saca a NAMOR y al HOMBRE TOPO, amén de otros cánticos de la vieja Tierra); Richards, genio despistado, desde su atalaya en una órbita saturada de tráfico y estaciones espaciales, “vigila” su gloriosa aunque insípida utopía. (Es idea recurrente, en la ciencia ficción, ésta, por cierto. La utopía devenida en distopía incolora.) Lo tortura lo ocurrido a los niños (Richards debe ser un católico de tomo y lomo: por todo se siente culpable), y aún anhela poder rehabilitar, ganar para la Humanidad, a VON DOOM.
Plancha que nos permite apreciar el trabajo de MARK FARMER, a la zaga del propio ALAN DAVIS |
Por si fuera poco, la demora del debate si la Tierra merece, o no, escaño parlamentario en el gran consejo estelar que representa a toda la patulea galáctica Marvel, permite a SKRULLS y KREES tramar un complot genocida contra la Humanidad, causando tal lucha, inevitable por ende, que obliga a GALACTUS, nada menos, a imponer paz.
Esto cuenta Davis. Al margen de su loable labor gráfica, acaso un poco mellada por el frío color, que pretendiera inducir atmósfera de última hazaña al relato (carente de épica, sin embargo), abunda su relato con pinceladas de thriller y aparente suspense. La historia ni decepciona, ni aburre, pero tampoco es meritoria ni aspira a la leyenda.
También ha desdibujado numerosos caracteres, causando chirridos. ¿Es creíble hacer jefe de Los Vengadores a la Antorcha? ¿Qué pintan, pues, Thor, o IRON MAN? (¡TONY STARK reducido a armadura andante-parlante! Con su ego, ¿lo aceptaría?) ESTELA PLATEADA recibe órdenes de Storm, ¡tal como le obedecen los otros dos! Pero ¿quién le puso al mando? Galactus semeja (como nunca) una presencia hierática y lejana, inerte como un TELEÑECO en paro, que “cumple” con cuatro frases crípticas (que el calvorota UATU, el VIGILANTE, le imita). Y, como es una saga de acción, se recurre a una plétora de villanos plana y manida para dar ‘vida’. (Aunque se hurta con habilidad, en esta historia los buenos lo son a ultranza y los malos pérfidos al máximo.)
A todo color: hieráticos alienìgenas "supervisan" el curso de extraordinarios sucesos destinados al caos total |
Pero ¿cómo de viles son? Reduce a EL PENSADOR LOCO a la figurilla esa que caga en el portal. El brujo alquimista DIABLO, quizás el más flatulento supervillano, ¿tiene entidad? Esa pléyade de skrulls y krees, vencidos una vez y otra, sin discurso ni iniciativa, sólo frases hechas, ¿aterran? El SUPERSKRULL, o ANNIHILUS, en este relato son peligrosos sólo porque Davis lo dice. No por sí.
Y ¡qué detalle el de NICK FURY! Aunque Richards logra una suerte de inmortalidad para todos, no puede regenerar el ojo del líder de SHIELD, donde ya cobra decenios; ni siquiera le instala una canica computarizada que reemplace la órbita perdida. ¿Creíble?
Como estamos en el siglo XXI, el papel de la mujer es mucho más capital que en las décadas de la concepción de la activa SUSAN RICHARDS, como aquí la vemos, sin miedo a las profundidades abisales |
Davis induce sospecha de que su historia es pretexto para demostrar su dominio de la figura femenina y los bíceps hinchados de La Cosa. Persigue un objetivo meramente estético, visual, moteado de algunas ideas brillantes que ahoga la superpoblación de personajes por viñeta cuadrada (insisto en esto pues es lo que más resalta). Para darle apariencia discursiva, recurre al DR. EXTRAÑO, trocado falsa piedra angular del relato, pero no es más que una momia mohosa que repatea por su aparente suficiencia superior intelectual. Para eso, ya está Richards.
No obstante, y pese a estas nega-consideraciones, recomiendo este tomo recopilatorio, del que voy a llamar la atención al lector sobre la portada, donde la CHICA INVISIBLE aparece aureolada de virginal santidad del PVC, cúspide de una pirámide con los hombres “sometidos” (nótese la carita de agobio de Reed), en inversión a la clásica composición de FRAZETTA, sino de CONAN, sí del macho bárbaro triunfante.
Vuestro Scriptor.
Otro trabajo notable de Alan Davis:
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/2011/08/killraven-mundos-en-guerra.html
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/2011/08/killraven-mundos-en-guerra.html