Extracto que contiene la polémica suscitada |
La insolencia que refleja el comentario escaneado adjunto procede de alguien que sabe que quedará impune tras decirlo, rentabilizándolo encima en votos. Mucho exigir respeto, pero nada de concedérselo a los demás. Nadie (institucionalmente) emitirá una nota de protesta o hará valoración adversa; caso de hacerlo, su tibieza es aún más insultante que el comentario en sí.
¿Por qué pasa esto; por qué Don ARTURO MAS (nombre grande de rey para un tipejo miserable), Sagrada Persona del Norte del Arco Mediterráneo, puede declarar que “no entiende a los niños andaluces” merced a su acento, y no suceder nada? (Y bien que se ha cuidado de no nombrar de otras regiones; ha sido selectivamente discriminador.) Porque nosotros lo hemos tolerado, lo toleramos y se les tolerará.
Que la autora del artículo siga pensando así y por Navidad la visitará Santa Claus. ¿No comprende que quienes le han votado piensan así? |
Con el beneplácito de instituciones que no deberían consentirlo, somos ese espectáculo zafio y analfabeto que LOS MORANCOS han inmortalizado en la TV, los cachondos, vagos, inútiles, estúpidos y sirvientes (¿recordáis MÉDICO DE FAMILIA?) de una población al Norte de Despeñaperros que su propia Propaganda (sin ser así) presenta casi como los blancos protestantes de Georgia o Alabama de los 1950. Andalucía es una perpetua Feria, trufada de Semanas Santas y romerías. ¿Currantes, aquí? Ni uno. ¡Si estamos en las tascas contando chistes!
El artículo íntegro |
Declaraciones como la del eminentísimo tampoco suscita la censura de los siempre políticamente correctos. CARLOS HERRERA o ISABEL GEMIO, cuando algo como esto sale a la luz, lo esquivan a la velocidad de la luz, superándola cinco puntos. ¿Por qué? ¿Es a consecuencia de un rasgo automático de servilismo, cuya naturaleza puede ser un atavismo crónico social?
Y ¿qué muestra la TV de nosotros… con nuestro permiso? Gente que se rompe el alma por su Beti, por su Seviya, por su Cai, gente satisfecha de no haber leído un libro en su vida. ¿Cultura aquí? ¡Er flamenquito bueno a toa potensia, que se joigan bien los quejíos quejumbrosoh! ¡Óoole l´arte, miarma!
Sí, es fácil culpar a un tic xenófobo, pero de esta situación sólo hay dos claros culpables: nosotros, por no hacernos valer, y la JUNTA DE ANDALUCÍA (lo “hecho en Andalucía”, fue una campaña promocional encargada a ¡empresas catalanas! ¿Acaso no hay publicistas aquí? ¿Veis? Ya de origen la cosa está viciada. Si la Junta no tiene fe en nosotros, ¿cómo piensa defendernos?). Conozco gente a la que le agrada verse reflejada en esos estereotipos. Presentarnos como emprendedores que rompen con los tópicos y que tienen una extensa gama de propuestas innovadoras que presentar en absoluto relacionadas con cofradías y faralaes parece prohibido. Se nos “admira” por nuestro “alegre y vital sentido de la vida”, pero en cuanto demuestras que eres serio, estás a la altura de los demás, o incluso puedes superarlos, surgen los problemas.
Esto es un ejemplo de lo que el Presidente del Gobierno considera "arrimar el hombro", cosa a la que acusó a la oposición de no hacer |
Atrévete a hacer un chiste sobre la tacañería catalana: arde Troya. Pero se puede despreciar nuestro acento, hacernos estereotipos, haraganes chistosos. No pasa nada. Cuando protestas que eso es un tópico hiriente, te tildan inmediatamente de desagradable y se ofenden contigo. Nuestro acento es el sedante “Sí, bwana” que algunos esperan oír. Y, cuando no suena…
Vuestro Scriptor.
Y la guinda de hoy:
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