martes, 4 de octubre de 2011

CONAN EL GUERRERO – ESCOMBRERAS DE LOVECRAFT

Cubierta de la obra reseñada, por
PABLO MARCOS, edición de los 80
El sexto tomo que Fórum dedicó al bárbaro oriundo de los montañosos reinos de la ERA HYBÓREA contiene tres cuentos de distinta extensión. El primero es CLAVOS ROJOS, donde Conan aparece de guest star con algún momento capital que justificase su leyenda urbana. La protagonista es VALERIA, seguida por la ciudad fantasma y, finalmente, el ambiente, una recreación de la ILÍADA que atrapa los relentes de brujería restantes en el mundo que el CIMMERIO, ¡oh, príncipe!, pisotea con sandalias polvorientas, evocación de los prodigios de la mitología griega descrita por HOMERO.
Valeria induce reflexión. Por lo común, las heroínas de la fantasía épica oscilan entre la candidez impoluta, la mala perra carnicera (BELIT) y la elfo/hada/lo-que-sea virginal y frígida belleza inalcanzable. Les confieren atributos estimulantes, pero, y ROBERT E. HOWARD lo evidencia, carecen de sensualidad. Aun sicalipsis. Valeria acopia cantidad de vicios hombrunos encajados en medidas de modelo de web warra. Conan la ronda, y Valeria le rechaza. ¡Por supuesto! ¿Acaso no lo ve como un igual sexual? Le repugna.
Carilleno ROBERT E. HOWARD con mirada
desafiante; un bosquejo de los personajes
abruptos en los que querría convertirse
Por otra parte, y pese a la hermosura como se la describe, Valeria, como las demás féminas hybóreas, no despide el morbo de las DEJAH THORIS o THUVIAS de EDGAR R. BORROUGHS. Esas alienígenas concitan deseo, idealizaciones sexuales, disparan la imaginación. Valeria, no. RED SONJA, menos. Son golfas procaces capaces de tumbarte de un derechazo si las fastidias mientras beben como cosacos en compañía de la peor calaña hybórea. No desarrollan autoidentidades: copian las fuertes de aquellos con quienes se codean. Y sus defectos. En un hit de las más deseables de toda la fantasía, ¿ambas aparecerían?
Clavos rojos, Ilíada con tónica precolombina, no la disputan grandes nombres aqueos, ni ante murallas inconquistables, sino dentro de los vastos salones de una ciudad-castillo enclavada en lo más hondo del África hybórea. XUCHOTL es otra escombrera de los tiempos arcaicos que criaturas semihumanas y “dioses” cósmicos fecundaron con una opulencia próxima a la de los DIOSES DEL CAOS de MICHAEL MOORCOCK y que preconizara H.P. LOVECRAFT. Conan, turista de aquella grandeza, contempla cómo se derruye de puro viejo. Y constata que los poderosos gobernantes hybóreos ni apenas la replican. Su fastuosidad actual es oropel mate comparado con esas obras “legadas”.
H.P. LOVECRAFT con avinagrado mohín. El
"urbanista" que proyectó el mundo que
CONAN saquea con distinta suerte
Clavos rojos puede verse también como una analogía de la Era Hybórea, una época de carcoma incapaz de evolucionar y que agota sus días en matanzas intestinas. Xuchotl, salpicada de jade y joyas de fulgor espectral, y sus catacumbas pobladas de vengativos fantasmas, compendia el mundo de Conan: los grandes palacios descritos, a oriente o poniente, los entes fantásticos resto de VALUSIA, o la era previa, los monstruos abotagados por la ingesta de incautos, aparecen en este microcosmos urbano, y por cuyos reinos-salones Conan pasa como hosco sicario al compás que le marca Valeria.
LAS JOYAS DE GWAHLUR es, sin duda, el relato más destinado a la evasión que se pueda recomendar. Su valor reposa en su dinámico curso y que transcurre en otra ruina donde la rapacidad de Conan (protagonista, esta vez) destaca sobre una trama que combina, de nuevo, las fantasías de Howard y Lovecraft. Las joyas son los refulgentes colmillos de un dios abatido, etc., etc., que concitan la codicia del cimmerio. No tienen poder, no hacen emperador, o cosa parecida, pero como otras tantas cosas, derraman sangre por su intrínseco valor económico.
L. SPRAGUE DE CAMP, con pinta de
intelectual. Un vivo que se proyectó
a la fama con la obra de un muerto
En esta aventura Conan tiene más suerte y logra su esparcimiento con MURIELA, a la que trasuntan de diosa YASELA, oráculo en reposo-parlante que, con malas artes urdidas por los enemigos del norteño, pretenden engañar a incautos y leales sacerdotes para que despellejen a Conan y les entreguen, a astutos conspiradores, las joyas título del relato.
Merced a su inteligencia, fuerza y maldad, engendros caníbales de por medio, Conan se desembaraza de sus rivales, obtiene las joyas, se queda con la chavala y resuelve el enigma que rodea el fastuoso panteón, tan perdido en la jungla como Xuchotl. En sus entrañas moran unos siervos antropófagos de traza velluda y gris que recuerdan a los MORLOCKS. Conan, fiel a su básico carácter (“mato cuanto respira; quemo lo inmóvil”), los masacra, pero en la lucha, ante la elección de si salvar el cofre con las joyas o a Muriela, elige a la mujer. La riqueza de las joyas le permitiría comprar más, mejores incluso, pero, pese a todo, Conan es héroe y, como tal, procede. El auténtico y predador cimmerio, ¿habría actuado así?
Portada "de época" donde, bueno, se aprecian
"cosas" que dan que pensar, ¿verdad?
Dentro de un conjunto de apreciaciones especulativas más amplio, la Era Hybórea refleja la idiosincrasia del autor, que anhelaba aquellos tiempos al juzgarlos más simples (ergo, más honestos), y que le permitían, además, ser un salvaje siempre listo a dirimir disputas a mandobles, traslación de su educación tejana; en su tiempo, aún se revolvían “asuntos” a tiros. El duelo de honor, o por honor, le parecía normal. Las circunstancias sobre el “heroico” JOHN WESLEY HARDIN seguirían circulando en su época, como las historias sobre rancheros que lo ganaban y perdían todo en un instante, como sucede a Conan en Las joyas de Gwahlur. Es ejemplo de cómo influye en la concepción y desarrollo de un relato el ambiente y vivencias del escritor.
Plancha de BARRY W. SMITH para
CLAVOS ROJOS (guión, ROY THOMAS,
el Sprague de Camp de MARVEL). Este
relato es el "plato fuerte" del volumen
MÁS ALLÁ DEL RÍO NEGRO devuelve a Conan al coprotagonismo. BALTHUS, el aquilonio, lidera la historia, aprovechando la sombra de las anchas espaldas de un cimmerio ampliamente retocado por SPRAGUE DE CAMP, (se nota, sutil, su tacto) y que actúa de batidor de lo que pudiera ser una traslación de la época romana en la Galia, Germania o Inglaterra. El enemigo, los pictos, pretenden arrasar las colonias aquilonias (con sospechosa nomenclatura itálica) agrupados por ZOGAR SAG, hechicero con cierto poder sobre las bestias (como los LORES DRUNES de SLÁINE) que le permite convertirlas en armas contra los invasores.
Balthus se inmortaliza con un valeroso sacrificio y Conan, tras el inevitable encuentro con Lo Sobrenatural (que ha irritado sobremanera al practicar, ¡él!, magia prohibida), sobrevive para luchar otro día cerrando, con un homenaje a Balthus, un relato de acusado tinte crepuscular que esboza el interés de Howard por la novela histórica que, con el tiempo, quizás hubiera cultivado. La pregunta es: ¿le hubiera popularizado tanto como Conan?
Ilustración de BENITO GALLEGO que
homenajea a Conan y a VALERIA al trazo
JOHN BUSCEMA-TONY DE ZÚÑIGA.
Apréciese qué masculina aparece Valeria
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta: