martes, 18 de octubre de 2011

LA BALADA DE BILL RAYO BETA – THOR AMERICANO DE REPUESTO

Cubierta labor de WALT SIMONSON. En
realidad, la Balada agrupa una serie de
números de la colección regular; aquí,
por mor de la santificación de la "novela
gráfica", se vendió así 
Los confines del Universo gestan una catástrofe de tal magnitud que sus consecuencias implicarán al minusválido DON BLAKE, el médico cojo, alter ego del tonante Thor. El siniestro fascista NICK FURIA, so pretexto de la “seguridad nacional”, envía al DIOS DEL TRUENO a interceptar un destructor estelar en ruta de colisión con nuestro asediado planeta. A bordo, Thor lucha con su muy poderoso guardián, Bill Rayo Beta, cyborg alienígena superviviente de un costoso sacrificio, y quien en la refriega consigue apoderarse de MJOLNIR, el martillo mágico matagigantes.

ODÍN, que ese día miraba los Nueve Mundos con el ojo vaciado, convoca a B.R.B., ungido con los poderes de Thor, a ASGARD, tomándole por el buscabroncas de su hijo (¡vaya dios omnisciente!). Resuelta la confusión y recuperado del ostracismo biológico que supone ser Don Blake a tiempo completo, Odín dispone que sólo uno puede portar Mjolnir, imponiendo singular duelo a ambos candidatos.

Plancha a todo color en que THOR
acomete con su habitual bravura el
asunto; nótese lo dinámico del trazo
Al quedar en tablas, Odín regala a B.R.B. otro mazo matagigantes (evidenciando así su extensa ‘sabiduría’ y cómo esta solución lo hubiera simplificado todo; pero parece que el PADRE DE TODOS quería ver dos machotes machucándose) y les encomienda, como portadores del rayo, machacar a los feroces seres surgidos del profundo espacio, causa del éxodo de la raza criogenizada de B.R.B. (y tema recurrente de la serie de Thor: el mundo ido a hacer puñetas y su población errando por las estrellas) y alimento de tales criaturas. Esto desencadenará una orgía de palizas y sacrificios en que LADY SIF, la del ceño avinagrado, tomará parte muy activa, hallando el amor donde menos lo esperaba.
           
La Balada de Billy Rayo Beta procede de una época en que aun Thor corría también peligro de sucumbir, como otras colecciones, y se le encargó a WALT SIMONSON, viejo conocido del personaje, que, al menos, le diese un final honorable. A cambio, recibió un cheque creativo en blanco.

LOKI trajinando maldades; Simonson
le hizo más atemperado y siniestro
Tras un prolongado hito, el Dios del Trueno y su vasta cohorte languidecían hasta el extremo donde lo rescata Simonson, el dibujante con firma de dinosaurio. Éste, en vez de apuntillarle, le insufló nueva vida, vigor, poder y dimensión, escogiendo lo más granado de la mitología nórdica cuidadosamente y mezclándolo con sus paranoias favoritas. Su estilo, aprecian, posee más deficiencias que virtudes (tal vez), pero se ajusta magníficamente a la épica que tenía in mente, pues su grandilocuencia, efectos gráficos y cinéticos dinamizan en mucho sus figuras.

Hay que señalar que esta Balada constituye el prólogo a la gran saga de SURTUR, que hubiera de remontar la serie e hiciera de Thor la colección motor de MARVEL; la desbandada a DC COMICS de la plantilla de genios había empezado, y se maduraba la génesis de DARK HORSE o IMAGE.

A resaltar de estas páginas que el enfrentamiento por el derecho al Mjolnir se desarrolla en un mundo similar (si no calcado) al que OBI WAN KENOBI y ANAKIN SKYWALKER ‘solventan’ sus diferencias, dando origen a DARTH VADER. Parece  como si GEORGE LUCAS hubiera atemperado algunas secuencias del duelo a sus necesidades narrativas, que lustró con la iconografía de STAR WARS.

Leña por un tubo; esto no es un
muermo, sino un tebeo de ¡acción!
Y, siendo producto Marvel, el drama, el pesimismo, la angustia existencial que ROMEO resume clamando: “¿Acaso soy un juguete del destino?”, queda troquelado tanto en la conducta como las palabras del singular héroe, ser deforme cuyo aspecto no invalida la nobleza de su corazón. Este es un recurso habitual de la literatura: el héroe/monstruo que resulta más digno que aquél ajustado a la apolínea belleza de eugenesia nazi que, se supone, debe tener todo héroe.

Destacaremos la discreción como los secundarios desfilan por esta historia. Sif hace una aparición forzada (posiblemente por eso tenga esa cara de cabreo, no por parecerse a SIGURNEY WEAVER hastiada de aliens). VOLSTAGG va de alivio cómico (lo suyo) y el canoso BALDER EL BRAVO ejerce de fastidioso HAMLET. El Odín de Simonson sí parece auténticamente poderoso y seguro de sí y su autoridad. El funesto pillo, LOKI, apunta otras maneras y peligrosa madurez, lejos de su histérico histrionismo habitual.

Y, ¿por qué no? Un momento para la
ternura, Surge el amor entre SIF
y Bill Rayo Beta
Presentada como novela gráfica, esta Balada cuenta con atractivos y alicientes cuya viñeta final frustra. Iniciada con un gran bang, en su decurso la historia, pura y sincera evasión, aumenta, mas al terminar el tomo descubrimos cuán en ayunas acaban de dejarnos. Toda la obra conspira alertándonos de un Continuará, que la Balada es una gloriosa introducción a una saga fecunda en hechos de armas que, por fortuna, llegamos a leer. Pero, ¿y si no hubiera sido así? Estaríamos ante otra obra que se sabe existe pero alcanza grado de mitología en ciertos foros, nebulosa leyenda urbana hasta que la venia de un Editor visionario decidiera publicarla, sacándonos quizás del error de su ‘grandeza’. (Hubo un tiempo en que el tebeo en España funcionaba así.)

Simonson usa la Balada para contar, bárbaramente, una historia sin pretensiones argumentales de estilismos depurados fatuos, vengándose de todas las bobadas que otros fueron enquistando en la serie. Fue implacable borrándolas, empezando con eliminar lo del alter ego minusválido. Debió decirse: ¿Para qué recurrir a tonterías externas y caprichosas difíciles de argumentar por otros guionistas cuando la misma mitología proporciona aventuras mil? Con él, Sif recupera el barroco atuendo que le ideó JACK KIRBY, despojándola de esa ajustada cosa plateada, que parecía más colmar un fetiche erótico que otra cosa.

Ilustración publicitaria, imagino; ahí pone
"Simonson", pero esto parece un KEVIN O´NEILL

Y del prólogo/epílogo de PÉREZ NAVARRO rescato esta observación: “…pero que últimamente los nuevos apóstoles del comic-book suelen obviar cuando se habla de superhéroes, con la excusa de que estos personajes sólo buscan “divertir y entretener”: la ideología”. Por sus palabras, deduzco que veía en la Balada un peligroso alegato de afiliación fascista, cuando sólo hay tíos zurrándose la badana. ¿Por qué complicamos las cosas con estas veleidades? ¿Qué se gana? Al parecer, no es tebeo si éste no contiene las telegráficas paranoias argumentales actuales, con cierto sesgo ideológico afecto al voto del crítico, y en que una supina “profundidad argumental” suplanta las viejas estructuras de maravilla, evasión y acción que tan magníficos resultados ha dado.

Vuestro Scriptor.