Afiche foráneo de EL REY ESCORPIÓN. Divirtámosno haciéndola, parecía su consigna |
Además, su elenco posee una pátina de virtudes, belleza o simpatía que se granjea pronto nuestro aprecio. No hay tantas producciones que puedan acaparar semejantes valores en su haber. Por supuesto, por su mundanidad (El Rey Escorpión son ochenta minutos de forzudos medio en cueros, atractivas beldades con igual fetichismo en el vestir, vibrantes duelos a espadas y algún fenómeno sobrenatural para dar relieve al relato), la película puede haberse visto degradada lo suficiente como para no contar de sitial en los Excelsos Salones del Cine Puro de marras.
Pero conviene precisar que quienes la minusvaloraran rara vez encuentra algo bueno. Siempre buscan la Película Perfecta, esa combinación de aburrimiento y estilismos nórdicos que defienden con palabras gigantescas cuya resonancia nos deja sonados. Bueno, es su opción. Se les agradecería que nos dejaran a los demás gozar de la nuestra.
Un malo poco convencional en la iconografía barbárica: MEMNON (STEVEN BRAND), departiendo con su estado mayor cómo conquistar el mundo |
Y una maravillosa belleza para enriquecer el metraje: KELLY HU como LA HECHICERA. En u capacidad para ver el futuro centra Memnon sus conquistas |
Así que vamos a entender El Rey Escorpión de ese modo, ¿OK? Imaginemos que se trata de un proyecto de Conan que sus autores tenían in mente pero que debido a las concatenaciones habituales de Hollywood al respecto (otros tenían los derechos; éstos eran muy caros; fue viernes…) transformaron el guión, y donde ponía ‘Conan’ ahora decía MATHAYUS (DWAYNE JOHNSON). Así, sus autores establecieron una venganza indirecta sobre el personaje que pretendían escribir y homenajear.
Y un traidor, que no nos falte: PETER FACINELLI como TAKRMET. Simplemente, la oferta de Memnon era irresistible, muchachos. Así que calmaos todos |
Vaya, qué aspecto más interesante toma ahora el libreto, pudieron decirse. Desenfocándolo ligeramente, el bizarro cimmerio pasa de ser un oportunista trepa con leves escrúpulos a déspota brillante y guerrero, que resiste la molicie corruptora de los esplendores palatinos, pero todavía tirano con un apetito insaciable por adueñarse del ancho mundo y los brillantes mares.
En El Rey Escorpión los machotes dirimen sus asuntos por las bravas, como evidencia este fotograma que reúne a MATHAYUS (DWAYNE JOHNSON) y BALTAZHAR (MICHAEL CLARKE DUNCAN) |
Tal vez Memnon, de haber dispuesto de tiempo, habría acabado así, no obstante. Pero el metraje que nos lo exhibe no parece confirmar semejante sospecha.
No hay héroe sin sidekick con ganas de cachondeo, ARPID (GRANT HESLOV) y sabio despistado (PHILOS -BERNARD HILL) cuya ciencia allanA las dificultades. Entre medio, la REINA ISIS (SHERRI HOWARD) |
Es cierto que ARPID (GRANT HESLOV) es ligeramente más soportable que el menda que encalomaron a ARNOLD SCHWARZENEGGER en CONAN EL DESTRUCTOR (¡brrrr! Escalofríiios), pero en cierto momento, su incompetencia fastidia. Pero luego empiezas a considerar que El Rey Escorpión tiene esa peculiar aura paródica (que la lleva a copiar escenas de RAMBO III o INDIANA JONES Y EL TEMPLO MALDITO) que tal vez hasta encaje de manera afortunada. Aun así, Arpid merece clasificarse de “A Prueba”, junto a JAR JAR BINKS.
Mathayus y Memnon enfrentados al fin. Sólo puede quedar uno y que lo disfrute todo, absolutamente |
Y gana, por supuesto, el más bárbaro, que coincide esta vez con que es el mejor, o más bueno. Hasta la luna llena confirma la trascendencia de esta victoria, avalada por el augurio de la Hechicera |
El filme concentró sus esfuerzos en desarrollar su propio ser y existencia dentro de la constelación de los machotes en taparrabos apelmazados por la mugre prehistórica sin querer deberles nada (o algo apenas) a todos ellos. Tenía ciertas manchas en su pelaje y por ellas quería distinguirse. Pues objetivo alcanzado. Por eso, El Rey Escorpión merece nuestra ovación y aprecio. Ojalá el suyo fuera un ejemplo que cundiera más, el de ‘Yo, a mi rollo’.
Vuestro Scriptor.