Afiche foráneo. Eso, prepárate. Lo que prometía, termina siendo filfa |
Recientemente estudiábamos
las limitaciones de un autor ante un argumento poderoso, y que un columnista
embaucador situaba, en el prólogo de la novela, por las nubes. Hoy toca
referirse a otro ‘invento’ que naufraga por ineptitudes parecidas. Si bien el
ejemplo literario poseía más dificultades para entresacar sustancia, merced a
la saturación que el subgénero padecía, no hay tanta excusa para este filme de GRAHAM
BAKER.
Partiendo de una idea muy prometedora
(que, por desgracia, restringen a las buddy
movies tan en boga durante mediados de Década 80), ROCKNE S. O´BANNON,
autor del libreto, pronto va podando las interesantes ramas que del tronco
principal de su idea florecen, buscando rápidamente la mediocridad para
refugiarse en ella, como atemorizado por poder exhibir su grandiosidad. Alien Nation degeneró en una teleserie donde todos esos cilios, sui géneris, se intentaron explorar,
desarrollar, explotar. (Me parece.) No recuerdo bien el balance. Supongo que
algún episodio haría diana.
Los protas: MATT SYKES (JAMES CANN) y SAM 'GEORGE' FRANCISCO (MANDI PATINKIN). En el fotograma de arriba, Sykes de guay; en el de abajo: No me toques los bemoles, negrata del espacio calvo con pintas |
El argumento de Alien Nation fue mucho mejor aprovechado, y explotado, por los
autores de DISTRITO
9; algunas de las carencias que arrastra Alien Nation pudieran también lastrar a Distrito 9, pero en ésta están mejor disimuladas. No destacan
tanto. Aun sugieren que, en hangares distintos, se ocupan del problema. No
precisamos verlo.
En Alien
Nation, sus faltas reclaman vistosas nuestro detalle, porque son inmensas.
Sus responsables, hay que anotar, buscaron un beneficio rápido ofreciendo una
decente Serie B, no obstante, mas soslayando las demás riquezas presentes en la
propuesta. Concentraron su esfuerzo en el tiroteo, cuando éste era consecuencia
de desenrollar un singular análisis sociológico y cultural fruto de la colisión
de dos culturas, caracterizada una de ellas por ser extraterrestre, y no el fin único y "deseable".
El malo, TERENCE STAMP, como un ESCORIA bien acogido en la jet set. De tapadillo: narco cósmico. Todo muy típico en un filme que debió ser muy poco tópico |
Se ofuscaron en filmar una ‘trepidante’
versión alien de ARMA LETAL antes que
un más sobrio “documento” donde analizasen la influencia del siempre temido
extranjero, que iría tiñendo la civilización-anfitrión, la cual presencia, con
creciente rechazo hostil, cómo algunas de sus normas intocables se mancillan,
deformando su propia identidad.
¿Veis? La propuesta, a priori, da para tela. Mas, no. Teníamos que sacar, en su lugar, a
un decadente JAMES CAAN (el fosco detective MATTHEW SYKES) procurando ajustarse
a dos cueros disímiles a la vez, el de MEL GIBSON y CLINT EASTWOOD.
Uno de los tantos detalles desaprovechados del filme: la bailarina ofrece a Sykes una relación sado-maso. ¿No existen leyes que regulen los contactos carnales entre especies disímiles? |
Intenta emular a MARTIN RIGGS con su
indumentaria “contracorriente” y “juvenil”, y a DIRTY HARRY con su mal carácter, moteado de racismo. Su
interpretación induce a pensar qué imagen el norteamericano pretende reflejar
cara al exterior, mediante la tarjeta de visita del cine. Caan encarna a un
policía que, sin ser declaradamente corrupto, lo compensa siendo violento,
borracho, grosero. Un estándar aprobado por algún Departamento de Imagen y
Propaganda del que no tenemos noticia. Combate al mundo con vehemencia
excesiva.
Pareciera como si Estados Unidos no
visitase el mundo tendiendo la mano con afable sonrisa, sino tomándolo
agresivamente por las solapas y aplastando sus genitales de un rodillazo. El
modo americano de hacer buena política. Vituperable en ADOLF HITLER,
recomendable en James Caan.
Arriba: contrastes culturales gastronómicos. Abajo: inmersión en un antro de los RECIÉN LLEGADOS, que pronto han copiado todas nuestras deficiencias. Sykes hace gala de estéril bravuconería aquí dentro |
Su compañero, SAMUEL ‘GEORGE’ FRANCISCO
(MANDI PATINKIN) es un extraterrestre mesurado y educado, por lo cual recibe
algún capón verbal despectivo de Sykes. Debes ir arreando hostias para ser
respetado, muchacho. A diestro y siniestro. No importa quién las recibe, sugiere
su prédica a Francisco. O´Bannon brinda numerosos pretextos a Caan para que su
Sykes tenga razón. Y, mediante ellos, hace tambalea y caer Alien Nation.
El interesante contraste entre culturas
se reduce a insignificantes episodios mundanos, o culinarios, alcohólicos.
Tuvimos suerte: aún pudieron ser escatológicos. Es como especie de
actualización de DANKO, CALOR ROJO, una
exhibición de lo que sea antes que permitir a la pura premisa de ciencia
ficción social, menos dinámica pero de mayor calado, expresarse.
Centrémonos: los RECIÉN LLEGADOS, como
llaman a estos NEXUS 6 alienígenas, o ESCORIA, según el populux, aterrizan en
Mojave en plena ERA REAGAN. Pudiera ser el Reagan que tendiera la diestra a GORBACHOV
en plan: Seremos buenos compis in saecula
saeculorum ahora, pero seguían en nómina los miembros más reaccionarios de
su Administración belicista.
Todo el lío: una droga que induce la producción laboral. Pensaba que esto era de ciencia ficción, no MIAMI VICE. Abajo, Stamp ingiere su dosis de detergente |
Y ¿qué reciben de anticipados Reyes
Magos? HI/TECH alienígena que, en
casi todos los campos, transformaría EE.UU. en líder mundial indiscutible
laaargas décadas. Su hegemonía, asegurada así por tiempo indefinido. De
inmediato, los sesos militares bullirían viéndole aplicaciones devastadoras a
lo más mínimo-nimio que encontrasen en la nave de los Recién Llegados. Y
pensarían en los creadores de estos aliens, en que no serían amistosos, y el
planeta entraría, entero, en una fase de desarrollo militarista so pretexto de
nuestra protección.
Todo eso forjaría el día-a-día de Sykes.
Esos avances mostrarían, ya en un plano local, y ante el resto del globo, qué
poderío dispone Norteamérica, y qué poco juicioso sería buscarle las cosquillas.
Los grandes preliminares que sugería este filme quedan aguados debido al interés por firmar copiosos tiroteos tipo ARMA LETAL |
Luego surge la pregunta de por qué los
aliens aterrizan en Estados Unidos. Eurasia, en conjunto, desde el espacio
exterior vista, ofrece la mayor masa continental y, bajo sus escáneres, notarían
una tecnología avanzada, que después pormenorizarían en un bagaje cultural e
histórico más antiguo y rico.
Aterrizar en California es concesión
nacional al productor del filme, mas no deja de ser cuestión con interés. Pues
¿cómo discurriría Alien Nation si los
Recién Llegados hubieran aterrizado en Siberia? O la Selva Negra. Los Campos
Elíseos. ¿Cómo la real politik
norteamericana habría encajado el asunto? Especulaciones, especulaciones...
Y cuanto más piensas en detalles similares,
más descubres cuán desaprovechada está la cinta. La ciñen a una investigación
criminal propia de un episodio de MIAMI
VICE poco lucido, que tiene el componente emotivo de la venganza de Sykes
por el asesinato de su compañero.
Igual que Arma Letal: polis de carácter opuesto se amigan para la eternidad. En fin |
Alien
Nation no mereció tal
destino. Lo más trágico es que, deliberadamente, buscaron esos mimbres para
confeccionar este cesto, desdeñando otros, de mayor calidad, y que habrían
destacado el filme de forma más conspicua, pese a que la falta de abultado
presupuesto lo perjudicara. Sería otro ejemplo de: Qué habría sido con más dinero…
Dos consonantes debían imperar, por
cojones, en el filme: el aparatoso revólver de .454 Casull empuñado por Caan y
ver a TERENCE STAMP mutar en suerte de HULK alien. Con aspiraciones tan pobres,
ni hacemos bien cine, ni menos, ciencia ficción de calidad.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/