Para vuestro deleite guerrero, todas las cubiertas de la miniserie |
Es éste, entre otras cosas, tebeo de
fuerte aroma nihilista, profuso en detalles y cameos. Resbalan a lo largo de
sus seis números, obligándonos al juego de reconocimientos. Esto, como posible menoscabo,
pudiera quizás mermar nuestra atención sobre el hilo del relato, perjudicando
su asimilación, avance.
Wanted, de MARK MILLAR (escritor de contrastada
calidad, en mi opinión, como constata su SUPERMAN
RED SON), también se aferra a la corriente del tebeo “adulto” que, en
realidad, es más bien destructivo; picotea y barrena una sucesión de estándares
del cómic de superhéroes perpetuados desde casi su origen. Aunque, parándonos un
instante a meditarlo, esta zambullida en las historietas de corte hard también persigue imitar WATCHMEN. Desde que ALAN MOORE cautivara
y conquistara infinidad de lectores y estimas con esa obra, no ha habido genio
sucesor en la lista que no esté decidido a legarnos “su” Watchmen.
Plancha del primer número, que nos muestra qué calidad tiene la labor del ilustrador, J.G. JONES |
Wanted desarrolla una premisa sugerente: ¿qué
pasaría si los supervillanos, unidos, masacraran a los superhéroes? Pues que, y
más siendo los descritos por Millar, carentes de límites morales y
remordimientos, gobernarían. Tan simple. Millar deja de narrar las pequeñas
raterías de los cómics de superhéroes habituales para ¡atacar!, desdeñando las
manidas poses histriónicas histéricas estilo DR.DOOM, y rematando la faena con
considerables dosis de sangre y casquería.
Se desprende, empero, que Wanted persigue ciertas ínfulas
intelectuales; pero al meter desbocada efusión sanguínea y regodearse en la matanza,
Millar desluce su propósito.
Uno que realza el trazo realista de J.G.
JONES. Su esmerado trabajo, en realidad de todos los autores de esta línea,
tiene “el inconveniente” (si puede considerárselo) de que su alta calidad detallista
sacrifica movimiento, elasticidad, imprimiendo cierta frialdad al resultado
final.
Han forjado, puestos de acuerdo, una
ucronía gobernada por supervillanos, una vez exterminaron la colorida oposición
heroica. Lidera una mafia masónica, LOS CINCO (¿por nuestros continentes, o las
novelas infantiles de ENID BLYTON?), y contemplan cómo sus secuaces se deleitan
entregados al cumplimiento de sus pasiones criminales. Aunque parecen llevar
una vida más o menos ordenada, ocasionalmente deben “relajarse” matando (la
mala sangre que corre por sus venas lo demanda) para “ver qué cara ponen” sus
víctimas, sobre todo.
Manipulan la realidad empleando una
máquina lavacerebros. Borra de la mente de la población todo recuerdo al
respecto, cosa que propone objeción, pues si tienen el poder y su catadura
moral es la más baja y sanguinaria, ¿qué les importa? El gentío sublevado nunca
recibirá ayuda (pues estos supervillanos son tan audaces que invaden Universos
Paralelos para aniquilar a los superhéroes que allá hallen) y, sin duda, tras
una paliza preventiva mala y de verdad dada a los insurrectos, las cosas
quedarán tranquilas. ¿No han aprendido nada de los dictadores-sin-superpoderes
pero con policías-represivas?
Wanted biografía la vida de WESLEY, hijo de THE
KILLER, uno de Los Cinco. Como príncipe del Universo, le corresponde ocupar el
trono de su casa solar, y The Killer, intuyendo empero juego sucio entre sus
camaradas, solicita a sus íntimos que espabilen al chaval, que además de
reclamar la herencia, le toca cuidar de su pellejo.
THE FOX; el trasunto de CATWOMAN en este Millarverso (digo yo; me parece) |
Y los íntimos, encabezados por THE FOX
(la presencia fetish inevitable y
adicta a gozos sexuales profanos), se abocan a “educar” a Wesley, despertando su
ADN criminal. Él se entrega a fortalecer el lustre de su nombre y heredad,
preñada de superfacultades.
Todo esto lo emplea Millar para
justificar la hiperviolencia (iniciada por el HARD BOILED de FRANK MILLER y GEOFF DARROW, o el MARSHAL LAW de PAT MILLS y KEVIN O´NEILL)
que hace abrupta Wanted. Infunde a la
trama consistencia al relatar el golpe de estado que MR. RICTUS (creo un émulo
de CRÁNEO ROJO), aparentemente resentido por haberle tocado Australia en el
reparto de tierras (prefería Norteamérica; será por las vedettes de Las Vegas), ha planeado contra esta FRATERNIDAD de
supervillanos. Mr. Rictus carece de entrañas. No para en barras y lo manifiesta
merendándose a EL PROFESOR en una fastuosa cena.
MR RICTUS. Pocas tonterías con él |
Mr. Rictus lo que desea, realmente, es retornar
a los viejos tiempos, cuando había enmascarados con capas a los que mutilar y
matar. Y sostiene que, propasándose en sus canalladas (elevándolas a la
categoría de indescriptibles), un eco cósmico enardecido y ofendido arrancará
de esas Facetas paralelas a los superhéroes que acudirán al rescate (es lo
suyo, lo llevan en las venas) y entablarán combate.
Viéndose atacados, la nueva Fraternidad
que forje se abocará a una lucha sin fin-sin fin, pero que colmará sus
instintos más primarios y viles. Es, supongo, la contrapartida a meterlos en
esa guerra particular que planea.
Mas Wesley, y The Fox, truncan sus
planes. Acaban convertidos en antihéroes, no supervillanos, que tampoco les mola
tanto, pero son demasiado sucios para ser héroes. Y es durante la ardua batalla
contra Mr. Rictus donde Jones y Millar sueltan los perros de la hiperviolencia
gráfica. Dotan, para satisfacer sus planes, a los personajes de habilidades que
garanticen abundante masacre.
Dos cubiertas donde aparecen la pareja protagonista y otros elementos de la adrenalítica miniserie |
Millar, sospecho, lo que más ha debido pretender
con Wanted es mostrar las habituales incoherencias
del tebeo de superhéroes, cómo sus rivales, breados a hostias, apenas muestren
rasguños. Qué estúpido es que un supervillano con poderes letales termine
encerrado con presos comunes, en vez de en una institución especial; qué
caricatura ofensiva para nuestra inteligencia es verle oprimir los barrotes de
su celda haciendo morisquetas enfurruñadas o farfullando colérico tras su
derrota.
Cuanto usted quiso saber y no osó preguntar, y todo eso, en este dossier |
Queda un poco al descuido el título: SE BUSCA. Porque no es hasta muy
avanzada la saga que sucede algo (a Wesley) que justifique su Wanted. Otra cosa llamativa es que El
Profesor destinaría la herencia de Wesley (cinco millones de dólares) a
investigación (construir armas de poder pavoroso) y su lamento plantea la
pregunta: ¿no es capitoste de la Fraternidad, uno de Los Cinco? ¿No puede meter
la mano donde desee y extraer cuantos fondos quiera, sin esperar reproche por
hacerlo?
Con todo, Wanted es obra apreciable que maneja seductores supuestos, que, también,
reflejan un defecto de Millar: condensa en pocos números multitud de prodigiosas
ideas y quedan, debido a esa limitación, amputadas o embrionarias. Aun
comprimidas. Debería reflexionar un momento sobre eso, y, o poner coto a su admirable
imaginación (cosa harto difícil) o solicitar más números a publicar y
desarrollarlas en su plenitud.
Vuestro Scriptor.