Cartel final del evento: un mando a distancia gigantesco y los Reyes Magos |
En justicia, debo reconocer que, dos
semanas más tarde de escribirles, y una después de publicar aquél “Hispacón ha muerto”, personas vinculadas
al evento contestaron. Algo ha debido cambiar en la organización, pues es la
primera respuesta que recibo, en nueve años, de algo directamente relacionado
con esta feria de la ciencia ficción-y-fantasía patria o su entorno.
Con buen ánimo, como en todas las
ocasiones anteriores, en mi email ponía a disposición de
Hispacón-y-empresas-asociadas mis modestos blogs, conocimientos o experiencia,
por si era útil de alguna forma. Porque ya destaqué que estamos con el agua al
cuello, y para que la ciencia ficción con vírgula siga existiendo, debemos
arrimar el hombro y enterrar, aunque sea momentáneamente, el hacha de guerra, o
los calibres cargados de suspicaces cinismos y sutilezas maliciosas. Resuelto
el problema, sanearemos el resto.
Ayer recibí un email de la persona que
contactó conmigo. Me informó de las novedades registradas en la página que han
habilitado para esta Hispacón. Heme aquí, pasmado, cuando veo que ‘las
novedades’ se restringen a un pormenorizado menú, como registra la captura de
pantalla, así como un adjunto, de relativa importancia, sobre invitados
especiales-excepcionales que, confieso, no me suenan de nada.
Bueno, estamos en paz: ellos tampoco me
conocen; no importa qué guerrillero sea mi estilo, la prosa, estos blogs, ¡la
niña de los tacones afilados!, mis novelas.
Perplejo, digo, quedé, porque la
organización, y adláteres, se abstiene de informarnos (aparte de la
convocatoria del premio DOMINGO SANTOS —sin parentesco—, que, en una red
social, un malpensado decía que ya estaba adjudicado el ganador —se abstuvo de
dar nombre, así que es un rumor tendencioso en absoluto fiable—) de qué va a
versar esta Hispacón, qué temas pretenden debatir, qué propuestas, a una serie
de problemas que previamente pudieran haberse delineado, se van a plantear cara
a brindar soluciones.
Un almanaque de actividades, vaya. Quien
visite su página, podrá comprobar, que a fecha
de publicación de esta entrada, no existe.
La longitud y detalle del menú a degustar. De qué va esta Hispacón, sus temas a tratar, futuros objetivos, ni una línea. Seriedad, señores |
Eso sí: puede extasiarse con las
excelencias del menú (volvemos a lo mismo: no es Hispacón, sino GASTROCÓN, para
deleite de las reputadas —por mérito propio— firmas invitadas a dar lustre al
evento) y refrescarse con la birra Amstel,
en caso de que el vino de la casa les parezca… inefable.
¿Cómo vamos a sacar adelante la ciencia
ficción hispánica, por Dios, en este plan? ¿Qué seriedad ofrece un evento que
debería ser cumbre entre nuestras letras, y aunar las tendencias y aceptar las proposiciones
(como la que hice de debatir sobre el desprecio que los autores nacionales
padecen, y la nula cobertura que recibimos, y que, a priori, les pareció sugerente, para, a secundis, enterrar bajo la conferencia titulada La ciencia ficción, un muerto muy vivo,
o algo parecido) ofrecidas por todos los que este asunto importe, si centran
todo su potencial en el menú?
Por otro lado, ya ha dejado, esto de la
comilona, de ser una (negra) leyenda urbana, malquerencia lanzada acá y acullá por despechados, para confirmarse actividad
prioritaria de Hispacón, en letra de molde por ellos mismos impresa.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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