jueves, 17 de octubre de 2013

HISPACÓN 2013 INFORMA — MENÚ

Cartel final del evento: un mando a
distancia gigantesco y los Reyes Magos
En justicia, debo reconocer que, dos semanas más tarde de escribirles, y una después de publicar aquél “Hispacón ha muerto”, personas vinculadas al evento contestaron. Algo ha debido cambiar en la organización, pues es la primera respuesta que recibo, en nueve años, de algo directamente relacionado con esta feria de la ciencia ficción-y-fantasía patria o su entorno.

Con buen ánimo, como en todas las ocasiones anteriores, en mi email ponía a disposición de Hispacón-y-empresas-asociadas mis modestos blogs, conocimientos o experiencia, por si era útil de alguna forma. Porque ya destaqué que estamos con el agua al cuello, y para que la ciencia ficción con vírgula siga existiendo, debemos arrimar el hombro y enterrar, aunque sea momentáneamente, el hacha de guerra, o los calibres cargados de suspicaces cinismos y sutilezas maliciosas. Resuelto el problema, sanearemos el resto.

Ayer recibí un email de la persona que contactó conmigo. Me informó de las novedades registradas en la página que han habilitado para esta Hispacón. Heme aquí, pasmado, cuando veo que ‘las novedades’ se restringen a un pormenorizado menú, como registra la captura de pantalla, así como un adjunto, de relativa importancia, sobre invitados especiales-excepcionales que, confieso, no me suenan de nada.

Se unen prestigiosas firmas a la de RAFAEL MARÍN al
evento. Nótese la extensión de la noticia, para compararla
con la siguiente captura de pantalla. Por cierto, ¿quienes
son estas personas? ¿Han hecho, escrito, curado...?
Bueno, estamos en paz: ellos tampoco me conocen; no importa qué guerrillero sea mi estilo, la prosa, estos blogs, ¡la niña de los tacones afilados!, mis novelas.

Perplejo, digo, quedé, porque la organización, y adláteres, se abstiene de informarnos (aparte de la convocatoria del premio DOMINGO SANTOS —sin parentesco—, que, en una red social, un malpensado decía que ya estaba adjudicado el ganador —se abstuvo de dar nombre, así que es un rumor tendencioso en absoluto fiable—) de qué va a versar esta Hispacón, qué temas pretenden debatir, qué propuestas, a una serie de problemas que previamente pudieran haberse delineado, se van a plantear cara a brindar soluciones.

Un almanaque de actividades, vaya. Quien visite su página, podrá comprobar, que a fecha de publicación de esta entrada, no existe.

La longitud y detalle del menú a degustar. De qué va
esta Hispacón, sus temas a tratar, futuros objetivos,
ni una línea. Seriedad, señores
Eso sí: puede extasiarse con las excelencias del menú (volvemos a lo mismo: no es Hispacón, sino GASTROCÓN, para deleite de las reputadas —por mérito propio— firmas invitadas a dar lustre al evento) y refrescarse con la birra Amstel, en caso de que el vino de la casa les parezca… inefable.

¿Cómo vamos a sacar adelante la ciencia ficción hispánica, por Dios, en este plan? ¿Qué seriedad ofrece un evento que debería ser cumbre entre nuestras letras, y aunar las tendencias y aceptar las proposiciones (como la que hice de debatir sobre el desprecio que los autores nacionales padecen, y la nula cobertura que recibimos, y que, a priori, les pareció sugerente, para, a secundis, enterrar bajo la conferencia titulada La ciencia ficción, un muerto muy vivo, o algo parecido) ofrecidas por todos los que este asunto importe, si centran todo su potencial en el menú?

Por otro lado, ya ha dejado, esto de la comilona, de ser una (negra) leyenda urbana, malquerencia lanzada acá y acullá por despechados, para confirmarse actividad prioritaria de Hispacón, en letra de molde por ellos mismos impresa.

Vuestro Scriptor.