Afiche foráneo: la cosa es mostrar a un cachas superpoderoso con un enorme instrumento fálico en la mano |
La comparación con el CONAN EL BÁRBARO rodado por JOHN MILIUS
resiente este filme de RICHARD FLEISCHER. Aquella cinta estaba equilibrada,
fascinaba, era romántica, e intentaba explorar qué avatares sufre una vida violenta
y sometida a la violencia, cómo sus repercusiones achataban las perspectivas y
moralidad del que la sufría y prodigaba.
Entre esta reflexión, alumbrada por la
cita de NIETZCHE que hace de proemio, no se descuidaban la acción, la aventura,
ni el homenaje. Finalmente, la partitura de BASIL POLEDOURIS enfatizaba los
momentos de introspección en que Conan (ARNOLD SCHARZENEGGER), cumplida su
venganza, largamente anhelada, tiene ante sí una vida cuya energía ignora cómo
emplear.
Toda la enfocaba a asesinar al embaucador
THULSA DOOM (JAMES EARL JONES), quien había edificado un fantástico castillo de
rutilantes naipes merced al discurso, la oratoria populista que aturdía por su
hipnótica resonancia y lo que aparentemente transmitía. Embrujaba a un populux que
sentía necesidad de trascender lo fútil y arduo de su existencia en una época
primitiva, madurando entre las ruinas de una Atlantis imperial (¿remedo de una
Norteamérica que se agotó y desplomó?) y las criaturas mágicas que alentaban en
ese mundo, atrapadas entre predios humanos que tanto los veneraban como
acosaban.
El Wild Bunch de la Era Hybórea; MAKO repite rol, como SCHWARZENEGGER y, entrambos, salvan, como pueden, el filme (pero apenas) |
Milius (y cuanto OLIVER STONE consignara
en su libreto) emplearon Conan el Bárbaro
para trazar una parábola sobre el Hombre y la Historia, usando a los
protagonistas y adjudicándoles concretos roles. Thulsa Doom el carismático
líder populista con una Propaganda espléndida pero venenosa. La hija del rey
OSRIC (MAX VON SIDOW) bosquejaba lo veleidoso de las altas clases sociales,
hartas de ocios y caprichos, que se entregaban entonces a lo estrafalario,
ignorando su riesgo, Conan, esa fuerza primitiva y constante, como un agente
implacable de Dios, o el Destino, que tumba toda obra humana, indiferentemente
a como estuviese construida.
Imágenes promocionales de Conan con las aguerridas féminas del filme. La reina TÁRAMIS (SARAH DOUGLAS) camela a Conan tocándole la fibra romántica, cosa extraña posea un existencialista como el bárbaro |
Fleischer se limita a plasmar unas
andanzas de tebeo (mal cómic) que refleja el estado de la colección del
cimmerio (¿o cimmeriano?) por entonces. Si bien Milius admitió fiarse más de
las pinturas de FRANK FRAZETTA sobre Conan
(por temor a las incongruencias que los “escribas apócrifos” de ROBERT E.
HOWARD —SPRAGUE DE CAMP y LIN CARTER— habían impostado al personaje) para hacer
su filme, Fleischer siguió, al dedillo, la ambientación de las viñetas, que no
siempre dibujaban JOHN BUSCEMA o TONY DE ZÚÑIGA. En ellas, al menos, resistía
cierto poso de calidad.
Aureola a Conan el Destructor (esparcimiento de noventa minutos y rápido
consumo, sin más pretensión que obtener rápidos ingresos —abundantes, a
esperar— y retener la franquicia) la leyenda urbana (ignoro cuánto de exacta)
de que el guión original, de ROY THOMAS y GERRY CONWAY, sufrió mutilaciones y
degradaciones sin fin-sin fin a manos de la productora. STANLEY MANN hilvanó la
carne restante en el MONSTRUO DE FRANKENSTEIN que filmó Fleischer.
Pero, niña, ¿tú qué has visto? Es remarcable la torpe actuación de WILT CHAMBERLAINE como BOMBAATA. Cosas del intrusismo profesional |
Thomas y Conway rechazaron las
críticas mostrando su guión. Quien lo leyó (más leyenda urbana) lo consideraba
muy superior a lo rodado. Sospecho que sí. Tanto Thomas como Conway
pretenderían hacer un acercamiento respetuoso, y bastante aproximado, a lo que
Stone y Milius crearon. Son competentes narradores. Thomas, el Marvelizador, “conocía” a Conan, y sus adaptaciones son muy
aceptables.
No creo, sin embargo, que su historia
difiriera tanto de las imágenes vistas. Quizás su libreto prestara más
protagonismo a la figura del cimmeriano (¿o cimmerio?) sofocando las paridas bufonescas
de MALAK (TRACEY WALTER), un estúpido alivio cómico que está de más en
bastantes planos. Revienta la película.
MALAK (TRACEY WALTER), se encarga de cargarse la película, con su actuación bufonesca y sobrada de secuencias y planos. Mako: convence un tanto |
[Malak
sustituye la trascendental filosofía que impregna el primer Conan, que ahuyentaría espectadores. Habiendo un
payaso en la película, rebajaban la clasificación de “por edades” y contentaban a los lerdos.]
La médula de Conan el Destructor sigue siendo explotar el relato NACERÁ UNA BRUJA. Su clímax (la
crucifixión de Conan) ya estaba filmado, así que tuvieron que buscar una
argucia argumental que sustituyese el crítico episodio y mantuviese la tensión
dramática.
La sustitución del “cabalístico” Thulsa
Doom por THOT AMÓN (PAT ROACH) es magro beneficio y plantea cuestiones como: si
es un hechicero tan poderoso, ¿por qué sucumbe? ¿Por qué, ávido del poder que
puede otorgar la joya que sólo puede tocar JEHNNA (OLIVIA D´ABO), no
inmediatamente la secuestra y fuerza a tomar el prisma? Concede a Conan y su
brigada de rescatadores tiempo (sobrado) para salvarla y firmar la sentencia de
muerte del brujo.
THOT AMÓN (PAT ROACH) ni de lejos se puede comparar a THULSA DOOM. Su papel genera más intrigantes sobre su capacidad de los que debiera sugerir |
La lucha (libre) en la sala de los
espejos es otro ejemplo notable de las limitaciones de la inteligencia, o
imaginación, de los artífices del filme. Si Thot Amón estima un peligro grave a
Conan, ¿por qué juega con él? Siendo ese hombre-monstruo, debió yugular al
bárbaro ipso facto. Y ¿por qué mutó a
hombre-monstruo? ¿No es un temible mago? ¿No pudo conjurar espíritus, o un
hechizo fatal para Conan? Y ¿cómo no tiene abyectos esclavos que luchen por y
para él? La cadena de preguntas parecidas puede ser laarga.
Sólo contaba: mostrar qué neumática
estaba la D´Abo, qué torpemente interpretaba su rol WILT CHAMBERLANE (BOMBAATA)
y explotar la fibrosa y extravagante presencia de GRACE JONES (ZULA).
Aun Schwarzenegger parece indiferente.
Intuiría lo barato de todo (la historia, el planteamiento, los diálogos…) y se
limitó a cumplir con su planning de
rodaje sin florituras. Tenía que brear (sicarios aparte) a dos monstruos (uno,
residuo de los relatos de LOVECRAFT) en una escombrera de lo que fuera la
epatante Atlantis.
La extravagente GRACE JONES, como ZULA, reparte leña. Recuerdo que muchos lectores de LA ESPADA SALVAJE DE CONAN se quejaban de que Zula era hombre. Bueno, la magia del cine tiene estas transexualidades |
¿Y cómo el siniestro dios DAGGOT tiene
tan poco poder? Porque AKIRO (MAKO) lee en las tablillas del templo (maldito)
que su resurrección supondrá el apoquelipse
total. Empero… salvo esos roncos berridos y unos relámpagos, Daggot no hace
nada notable. Sucumbe al afilado acero de Conan como cualquier otra alimaña que
lo incordiase.
Conan
el destructor puede aliviar
una sobremesa en que ni se exija demasiado y no sea mejor la alternativa. Este
filme roza el péplum casposo de GORDON SCOTT y STEVE REEVES; si no cae en él es
por algunos cuidados aspectos de su producción. Quizás Conan no mereciese esta
secuela… que parece, dicen, estar por encima del reciente remake. Siendo así… ¡Milius, acude y recupera a Conan!
Vuestro Scriptor.
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