Cubierta de la edición bolsillo |
El plato ‘fuerte’ de este recopilatorio
de cuentos cyberpunk de WILLIAM
GIBSON es, a priori, JOHNNY MNEMONIC; especialmente (o acaso)
por haber gozado de una adaptación cinematográfica que, al menos, entretiene.
El resto de relatos: EL CONTINUO DE GERNSBACK, FRAGMENTOS
DE UNA ROSA HOLOGRÁFICA, LA ESPECIE
(coescrito con JOHN SHIRLEY), REGIONES
APARTADAS, ESTRELLA ROJA, ÓRBITA DE
INVIERNO (junto a BRUCE STERLING), HOTEL
NEW ROSE, EL MERCADO DE INVIERNO,
COMBATE AÉREO (con MICHAEL SWANWICK)
y QUEMANDO CROMO, tienen dificultosa
capacidad para quedarse en la memoria; todos van de lo mismo: miseria HI/TECH, guettos y tribus urbanas convulsas.
Dejan pequeños fragmentos en el recuerdo, con cierto poder para situar su
argumento.
WILLIAM GIBSON, el autor reseñado (se parece a CLARENCE BODDICKER) |
Son, empero, tramas “pioneras” del
subgénero, o eso defiende el llamativo (y algo jactancioso) prólogo de
Sterling, donde resume que Gibson plantaba la bandera en el vasto (y sugiere:
caduco) entorno de la ciencia ficción con gran ardor y arrojo, listo para la
batalla, llena de feas artimañas enemigas, de proteger al cyberpunk de concepciones más clásicas (y aun clasistas) de la
ciencia ficción y sus ramales.
Y más que hacer pormenorización/resumen
de cada cuento y destacarle algún valor al contenido (mejor lo dejo al lector;
podría verle más ingeniosas facetas que las descritas por mí), prefiero
efectuar una digresión sobre el cyberpunk
y su influencia, partiendo, eso sí, del material provisto por Gibson.
Material que puede resumirse en un
concepto sombrío y distópico del futuro, el fracaso estrepitoso del Estado del
Bienestar, hundido tanto por una salvaje rapacidad mercantil (constante en
estas narraciones: el traslado del mayoritario poder-de-las-urnas al de las
minoritarias acciones bursátiles, la liquidación del poder político por el
económico), como por desafección del populux, incapaz de pelear con justeza por
los derechos civiles y sindicales tan arduamente conseguidos. El neofeudalismo
HI/TECH. El fin de la democracia.
Sugestiva portada de una edición foránea |
Vamos viéndolo, día-a-día, ahora. A
cambio del empobrecimiento de nuestras vidas y su calidad, tenemos un google de velocidad de descarga en
nuestras conexiones a internet, HD en las jpg porno y sobreabundancia de cracks para piratear películas.
Ahí nos han clavado, al
ciberespacio-sin-fronteras, mientras la demolición de un futuro que nos
prometieron dorado se planifica, inicia y continúa inexorablemente. Oh, hay
aspavientos defensivos, ajá, sí, pero tan cargados de veneno demagógico y
cínica duda de qué persiguen estos adalides del inconformismo multipartidista y
prorrepublicano (quieren lo que los bipartidistas: ¡privilegios a mansalva y
coche oficial!), que parecen peores que la ‘alternativa’ contra la que “luchan”.
El cyberpunk
(concedamos, en interés del comentario, su paternidad a Gibson), es la plena
manifestación del carácter de CASANDRA de la ciencia ficción. (Por otra parte,
aspectos del contenido de estas narraciones han quedado superados por la misma
HI/TECH puntera sobre la que escriben, o terremotos sociales como el 11/09/01).
Bizarro afiche de JOHNNY MNEMONIC, cuento que abre el recopilatorio. Bueno, como peli, entretiene |
Ha predicho que nos espera un mundo del
Mañana-Mañana sin espiras de tacón de aguja del planeta Mongo, viajes
interplanetarios a los Planetas Prohibidos, anulando todo un futuro rutilante de
hedonismo ocioso, con las alimañas de la guerra, el hambre, la enfermedad, las
contracturas sociales y raciales, curados y vencidos.
Es un futuro cegador por mor de LED y
neones de permanente brillo, y conquistas médicas casi totales, pero franjadas
a un delta muy exclusivo de la población. Vivirán en apabullantes arcologías
que permitirán diseñar nuevas generaciones de edificios que ni podemos
imaginar. Los nuevos palacios y castillos de los privilegiados estarán ubicados
en la órbita, más que en mundos familiares del Sistema Solar, y la Vieja Madre
Tierra sustentará a una Humanidad al constante filo de la cochambre, el
hacinamiento, las carencias, que soñará con los inalcanzables Camelots del
espacio.
Para algunos, esta novela de PHILIP K. DICK es la auténtica pionera del subgénero cyberpunk |
Y habrá marginales luchas, de individuos
o colectivos, interesados en cambiar esto, que puedan contener mayor grado de
lealtad, o compromiso, con la causa, que sus demagogos, que sólo predican la
palabra. Pero el nuevo Sistema absorberá el golpe, consintiendo a esos luchadores
el instante, ilusorio, de creer que otro mundo es posible.
El Sistema contará (ya los posee) con
recursos para reconducir a los triunfantes rebeldes a una situación donde los
privilegiados no pierdan sus estatus de nueva nobleza tecnosacralizada. Y les
podrá una dura prueba: privilegios o democracia. Veremos cuán fuerte es la
naturaleza de tus convicciones.
El feroz dibujo de Gibson del futuro
(atragantado de marcas e imágenes coloristas en pantallas de plasma y
hologramas) no contiene ni clase política ni religión, sustituida por “evangelios”/manuales
de computadoras. Imperan descomunales Corporaciones a través de una intrincada
y tupida red de filiales. El Ejército y la policía persisten por su poder
represivo, que impunemente bordea (o lo dispensa) el fascismo.
Un ejemplo del cyberpunk en el cómic: esta ultraviolenta propuesta de FRANK MILLER y GEOFF DARROW |
El ciudadano es un anónimo descreído
superviviente, hundido en la arracimada masa que puebla las aceras, su
domicilio también. Y no reza, tampoco vota; mira al nuevo señor feudal (el
Ejecutivo de la Corporación) aguardando de él la merced de una dádiva
defectuosa, y barata.
Así, el cyberpunk entró fuerte en la ciencia ficción, aprovechando el
impulso trasgresor/contracorriente propio del género y que a todos nos golpea
alguna vez. Su predio (Corporativo) sobre el resto de subgéneros se hizo
absoluto, dominaba; si lo que escribías no tenía gente con los sesos llenos de
cables o chips, no vendías.
Tanto fue el cántaro a la fuente que
hastió. El lector (ergo, la editorial) renegó del subgénero, quizás no tanto
por la saturación de Corporaciones pirateadas, como por miedo a que estuviesen
leyéndole su futuro, más tenebroso e imposible de impedir y asimilar que el
“habitual”.
Otra más, que nos llega de Japón, a la altura de HARD BOILED |
Deseó, asustado, volver a concepciones
más amables (también, ingenuas) del género, como si eso conjurase el peligro. Por
otra parte, el cyberpunk requiere de
cierto grado de conocimiento tecnológico en computadoras. De ahí que su
incursión en el cine sea tan limitada. Las prospecciones imaginarias de los
futuros posibles, más que alternativos, contiene grandes elementos cyberpunk, sí. Pero GEORGE LUCAS no
necesitó detallarnos las especificaciones técnicas de la IA del HALCÓN MILENARIO para hacerlo volar.
Gibson, sí. Si no, no concibe el relato. Es suerte de tara creativa.
Recopilatorio con inquietantes visajes
del porvenir, en resumen. Confiemos aún podamos modificarlo, y ofrecer utopía,
no distopía.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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