Cubierta. BILLY IDOL contra el mal punk de los Skin Heads neoyorkinos |
Francamente: para contar la historia del
TENIENTE LAWRENCE, reconvertido en pandillero superviviente-cabecilla de una
pequeña banda de marginados, en la ruinosa Nueva York de 2002 post Segunda
Guerra Civil norteamericana, no se precisaban tres guionistas (nacionales bajo
alias extranjeros, imagino que para darle relumbrón de internacionalidad y así
atraer a más lectores, desconfiados de la eficacia de firmas hispánicas).
Inmodestamente: me sobra talento para la tarea y hacerla, todavía, mejor. Sin embargo, hay que reconocer el mérito de realizar una historieta de este corte; expresa un deseo de aventurarse con proyectos muy ambiciosos.
Rebelde, aparecido por entregas en la revista Zona 84 (esfuerzo por tener en las
estanterías un “tebeo alternativo” a los que empezaban a dominar el mercado —los
superhéroes—, y portal abierto a autores patrios), es un cómic lleno de furia,
fuerza y energía, muy fiel a su objetivo: ¡evasión! Por desgracia, sus notables
características luego se derraman descuidadamente por una trama tópica, tratada
al descuido, víctima de clichés que abortaron sus grandezas.
El elenco; la mayorían hacen muy tortuosa la vida en la degradada Nueva York de 2002 |
Está influido por los miedos al desastre
nuclear y los Máximos Estragos de Década 80. Generaron grandes cintas (MAD MAX, o la más aleccionadora EL DÍA DESPUÉS) que, a su vez, “degeneraron”
en esas producciones italianas baratísimas (en todo sentido) que el tiempo,
piadosamente, ha sepultado bajo capas de generoso olvido. Rebelde, es de lamentar, acaba encuadrado en esa onda, aunque bien
insinúa que pretendió llegar a la división de honor, esfuerzo que podemos
atribuir al trabajo de PEPE MORENO.
También eran años en que la ideología
punk de “vive deprisa y deja un bonito
cadáver” tenía validez para ciertos entes del Sistema; apreciaban este lema
antisistema como una contraseña para pasárselo bien durante la recordada
Movida. (Viví la Movida: no sabía que estábamos de Movida hasta que terminó la
Movida; así que menos mitología con la Movida. Basta de fantasmadas sobre la
Movida.) Además, las viñetas de esta clara novela gráfica, de una época donde
el término ni se soñaba acuñar, desprenden un concreto trasfondo anarquista, encarnado
en las andanzas del grupo de Rebelde.
El héroe que cuida de los suyos aún en la más peligrosa circunstancia, campando sobre la desolación |
Son, en su mayoría, adolescentes
tadullitos, armados hasta los dientes. Renegados del hogar paterno, se lanzaron
a la peligrosa, y vertiginosa, aventura de una zona de guerra donde vivir
día-a-día es lo más. No pretenden legar nada (lo fundamental de todo ser humano
que se precie), sino depredar y esperar el próximo orto. Y Dios ya dirá.
Desprecian el Sistema (señalado como una
dictadura HI/TECH), dominado por adultos y ancianos viles, retorcidos, llenos
de cicatrices, tanto en su carne como en sus ánimas. Ambiciosos y traicioneros,
los paisanos de Cosmo City (la nueva capital norteamericana), no son
cooperativos, ni desprendidos. No viven de consignas libertarias (un tanto
atolondradas, pero deslumbrantes por su resonante sonido), como los pandilleros
de la caótica Nueva York.
Coches rápidos artillados para circular por las peligrosas calles |
Es llamativo este rasgo de la historieta,
cómo han desarrollado estereotipos que la edad permite valorar con acierto. Rebelde está en la ola, muy publicitaria
(sólo debemos asomarnos a la parrilla televisiva para verificar que es verdad),
de que si antes de los veinticinco años no tienes cacho buga, piva de infarto,
chavalín preprogreecologista de dos años de edad, chalet adosado, currando de bróker de éxito que hace los fines de
semana puenting, ¡eres un fracaso! Pues
a los treinta, eres carcoma de asilo, decrépita y enfermiza carne que consume
recursos sanitarios egoístamente.
También destaca de Rebelde el ‘culterano’ vocabulario de sus integrantes, lejos de ese
argot que se ha infiltrado en nuestro parlamento cotidiano. Al filo quedaron de
recitar a QUEVEDO, o GÓNGORA, mientras ametrallan bandidos, en los combates
entablados por el dédalo ruinoso contra los integrantes de otras bandas, a las
cuales Rebelde saquea sin el menor escrúpulo.
Algo de lo que puede presumir esta pre- novela gráfica es de acción a raudales. Y un llamativo trabajo de PEPE MORENO |
Luego maldice las ambiciones del
siniestro GOBERNADOR KANE (la máxima figura de la corrupta y vil senectud) y su
“mano derecha”, el codicioso GENERAL KESSLER (ese tuerto que en unas viñetas
tiene el parche en un ojo, y luego, en el otro), tildándolos de sanguijuelas y
rémoras y cuanto él quiera: es Rebelde. El masca.
Rompepanas titulado. ¡Pero bien que
decide asaltar los almacenes de “sus camaradas antisistema de armas”! ¿No hay
honor entre ellos, y los ladrones?
Estos pequeños detalles van minando Rebelde. La autoría de tres guionistas,
que han procurado no obstante dar empaque y cohesión a la historia, se descubre
en este tipo de circunstancias. No digo que el cómic funcione a ocurrencias repentinas,
improvisaciones súbitas, pero la unión no ha sido del todo perfecta, pudiendo
detectarse esas arrugas en lo que debió ser la tersa piel de un buen
entretenimiento.
Siempre hay uno dispuesto a mandar más que el jefe; pero jamás osa arrebatarle el poder |
Imagino que convertir en sicarios del
poder a un grupo como los Skin Heads
obedece a otro tic de la época: acabemos con los fachas ¡incluso en las
viñetas! Pero, viendo a esta patulea que debe poner en aprietos a Rebelde y
demás THE WARRIORS de la historieta,
y contrastándolos con los que aparecen a veces en los noticiarios, les ves la
poca entidad, cómo sufren desprecio… tópico, basado en la automática
descalificación del enemigo por ser de una ideología aborrecida.
No esperes ver aquí a HUMUNGUS (aunque se
persiguió que saliera, a modo), o al rimbombante DUQUE DE NUEVA YORK de 1997, RESCATE EN NUEVA YORK: han plantado
a un travestido extraño, que parece líder de algún grupo punk, llamándolo encima DOLL (ahí lo llevas), para hacer de
absoluto terror de la isla de Manhattan. Cuenta con cierta oposición entre sus
desquiciadas filas, pero ¿dónde no hay, siempre, un acólito que se cree mejor
preparado para mandar?
¿Splash-page premonitoria...? |
Resalta que entre esos abigarrados Skins no haya féminas. Al parecer, ellos
mismos se bastan y consuelan. (¿Más desprecio “de clase”, al insinuar con esto
que todos los skins son homoX?) Mientras,
la banda de Rebelde cuenta con atractivas sonrisas que alegran el día a estos audaces
bribones de las ruinas. La historia cobra giro sustancial cuando Doll rapta a la
novia de Rebelde, empleándola de carnaza para tenderle una trampa. Ese debió
ser el motor inicial/principal del relato, pero el triunvirato guionista de
alias lo emplaza a momento tan tardío que pierde toda su fuerza; sugiere: ocurrencia.
Rebelde concluye con un nítido mensaje de “Continuará”. Seguimos esperando. Creo
que merece esa secuela.
Vuestro Scriptor.
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