Portada que anunciaba el primer relato |
¡Justamente! La apoteosis de los hechos
hasta ahora relatados se describe en esta narración que contiene extenso
conjunto de revelaciones (el título lo avanza) que dejarán boquiabierto al
lector que, hasta ahora, ha seguido las espectaculares andanzas del último ser
humano vivo, JOE HORSEMAN, en un planeta Tierra al cual han vuelto del revés
con respecto a la Tierra donde nació, creció, amó.
Su mundo, refresquemos vuestra memoria (o
prendamos el interés de potenciales nuevos lectores, atraídos por la oferta que
este sword-against-sorcery/ucrosteampunk proporciona),
repentinamente sufrió el Día del Cielo Malva; como si rompiesen una vasija
llena de alimañas infectas, seres increíbles asaltaron los continentes, masacrando
a la sorprendida y desprevenida Humanidad.
Una lucha tenaz se libró en naciones
industrializadas dueñas de armas modernas; pero al invasor, para asentar sus intenciones,
lo respaldaba la más arcana hechicería y dragones amos de un irresistible poder.
El encarnizado combate acabaría silenciando las resistencias basadas en el steampunk que Joe emplea para aguantar,
en su aislado Fin del Mundo, entregado a un plan quizás loco; sin duda,
desesperado.
La siguiente anunciaba más desastres |
Su ODIO por las nuevas razas empieza a
ceder cuando un miembro de estas estirpes de piel azulada y entregado más a la
pausada reflexión filosófica que a la hechicería, acude a solicitarle ayuda
para emprender, juntos, la más descabellada empresa posible: matar al dios de
la Acracia responsable del holocausto de sus razas. Cuando consuma su propósito
(las Reglas del Cambi0, irrompibles, inmutables, obligan a que ambos perezcan
para que NHSVHS consiga su objetivo), este dios esparcirá la Acracia por el
planeta, iniciando la conquista de la siguiente Faceta donde exista otro
planeta Tierra, ayudándose de los incontables recursos que obtenga en esta
Faceta.
Sus huestes, más allá de la cordura, sólo
viven para luchar, pues les brinda un motivo para fijar su materia, cada día
más inestable. Habitan dentro de sus aparatosas armaduras, sellándolas para
evitar que su carne desborde los límites del acero que la protege y aprisiona,
convirtiéndose en parodias muy distorsionadas de sí mismos. Es la maldición de
la Acracia: termina transformada sin remedio en Discordia. Y el siguiente paso
es la Nada, muy perjudicial para la existencia del Prisma Universo. Su exceso
lo desequilibraría, creando reacciones impredecibles.
La tercera mostraba cómo de graves eran |
Apocalipsis cierra el primer ciclo de estas
narraciones impregnadas del espíritu innovador de las novelas de MICHAEL
MOORCOCK y STEPHEN KING (la saga de LA TORRE
OSCURA en concreto), preparándonos para la segunda ronda, donde los sucesos
irán tornándose vertiginosos, y personajes que ahora perciben ante sí un futuro
incierto, al trocarse decisiones que creían tan irrevocables como las Reglas
del Cambio en mera sugerencia de posible porvenir, sentirán un peso aplastante
hundir sus hombros, víctimas de la idea de no poder asumir qué colosal tarea
sobrevenida les aborda de golpe.
Y, como buena aventura romántica, debe
haber tragedia final que, junto a las impactantes revelaciones que se
producirán, dejarán huella nítida en el recuerdo del lector. Será el cebo que
lo obligue (¡tanto espero!) a releer la saga de forma consecutiva, descubriendo
qué gran potencial guarda entre sus párrafos, y esperar con interés la llegada
de la siguiente fase.